FÖRLUST // ALBALIA

31. Alma mía

NATALIA POV

Estaba destruida y lo peor es que era consciente de que podía pasar, de que algún día Tinet conseguiría hallar a Alba y llevársela.

Y aún así solo empecé a consumirme en dolor y pena.

La puerta de la habitación se abrió y una María con ojeras apareció por ella. Ella mantenía su trabajo y quería saber dónde estaba Alba, aunque Tinet no es tonto y sabe que intentaremos comunicarnos con ella.

"Natalia cariño" se sentó en el borde de la cama lentamente acariciando mi pelo corto despeinado "te he traído las pastillas para el dolor" dijo sacando una pastilla blanca y otra azul.

"Si no puede curar el dolor de un alma rota...no lo necesito" susurré con la voz ronca de tanto llorar. María suspiró mirando a las pastillas para luego mirarme a mi.

"Escúchame, vamos a hacer todo lo posible para que vuelvas a estar con ella, pero tú mejor que nadie sabes que todo lleva un proceso ¿Si?" Asentí mínimamente soltando un suspiro "te traigo agua y te las tomas.

Salió de la habitación y volvió con un vaso de agua y una tímida sonrisa. Me reincorporé tomándome las dos pastillas y volví a tumbarme en la cama.

"¿Te sigue doliendo?" Habló María acariciando mi mano que yacía en la almohada. La miré y asentí.

Desde que se la llevaron no paraba de tener fuertes dolores de cabeza y mucha pena por dentro. Puede que no estuviera llorando todo el día pero cada vez que llegaba la noche, simplemente explotaban todos mis sentimientos los cuales no me dejaban dormir.

"Escucha Natalia en serio" volvió a decir María "vamos a hacer todo lo posible y lo vamos a conseguir ¿Que diría Alba si te viera todo el día en la cama?" Preguntó. Era escuchar su nombre y mis ojos se encharcaban de nuevo.

"Soy una inútil" dije soltando las primeras lágrimas. María negó con la cabeza y se levantó hasta llegar a su habitación para volver a aparecer con el pijama puesto.

"No eres una inútil, ni ninguna cobarde, has vivido una situación que te duele, que te duele demasiado" suspiré sin dejar de retener las lágrimas "ahora tu y yo vamos a dormir juntitas ahogando nuestras penas ¿Si?" Se metió en la cama mirándome con una tímida sonrisa.

"¿Me prometes que lo vamos a intentar todo?" Pregunté tímidamente con un puchero. No me salía ninguna expresión más.

"Todo y más" sonrió María estirando su brazo para acogerme en su pecho y dormir las dos juntas.

Mi único remedio para este dolor tan grande es la esperanza de que todo vuelva a su lugar, y quizá un lugar mejor

ALBA POV

Estaba aburrida como una ostra. Ahora entendía el idioma del lugar y eso hacía más fácil mi estancia.

Según había escuchado, Tinet estaba preparando un interrogatorio para mí y por ello estuve estos dos días encerrada con solo el permiso de ir al baño e ir al comedor a comer.

Tenía tanto miedo a que pudieran aprovecharse de mi que tuve que volverme más dura. Tuve que dejar de llorar para que nadie supiera lo rota que estaba por dentro.

Un ruido me sacó de mis pensamientos y giré mi cabeza buscando la procedencia de este. Un carcelero alto abrió mi puerta y se dirigió a mi poniéndome las esposas.

Caminé en silencio delante de él hasta una sala. Toda la cárcel estaba en silencio a excepción del comedor el cual siempre tenía ruido de cubiertos o personas hablando.

"Espera aquí" habló el carcelero esposándome a la mesa para luego desaparecer de la diminuta sala.

Era una sala de color gris oscuro casi negro. En su interior solo había una mesa y una silla delante. A uno de los lados había una gran cristalera en la cual no podía ver lo que había al otro lado.

La puerta se abrió a los quince minutos aproximadamente y el señor Tinet apareció por ella. Tragué con dificultad al ver su sonrisa cínica sentándose delante de mí.

"Creo que ya sabes porque estás aquí ¿no?" Preguntó juntando sus manos encima de la mesa.

La verdad es que no tenía ni idea de por qué.

"No, no lo sé, no me acuerdo de nada desde el accidente" hablé evitando sus ojos azules. Era un abismo enorme. Me causaba pavor mirar esos ojos claritos los cuales indagan en mi alma buscando secretos.

Él sonrió sacando de una libreta que traía lo que parecían unas fotos. En ellas estaban las fotos del accidente, esas fotos que revisé durante horas con Natalia intentando recordar.

"Las reconoces ¿no? Lacunza te las enseñaría" habló ordenandolas delante de mí. Puso otras 3 fotos pero esta vez de personas "¿Y esto?" Preguntó.

La primera foto era de un chico aparentemente joven que me sonaba. Tenía una pequeña barba y una sonrisa peculiar, estaba bastante fuerte a mi parecer.

En la segunda foto aparecía un hombre alto y formido, llevaba un traje elegante y se tocaba la manga de éste. No me sonaba de nada.

Y en la tercera foto veía a otro hombre parecido al de la primera foto pero éste tenía la nariz algo desplazada hacia un lado. No sabía quién era.

"¿Que he hecho?" Pregunté subiendo la mirada hasta sus ojos durante unos leves segundos. Él rió negando con la cabeza.

"Que no has hecho señorita Reche" pronunció mirándome. Reche, Reche era mi apellido.

Reche no tardes que te llevamos esperando un buen rato. Miki colgó el teléfono y yo bajé rápidamente de un container hacia un coche aparcado ahí.

Entré encontrándome a Miki, me sonrió de lado con su mirada seria y arrancó el vehículo.

"Este" señalé la foto del primer hombre "solo me suena este ¿Miki?" Pregunté. Tinet borró su sonrisa y me miró de nuevo.

"Miki Núñez, ¿Sabes quién es?" Preguntó. Volví a negar con la cabeza. Él asintió para él mismo y me señaló las otras dos fotografías "¿Y estos?"

"No lo sé, no me suenan de nada" hablé con sinceridad "escucha, yo no sé que hice, no recuerdo nada, no debería de estar aquí" dije con el tono las serio posible.

"Me temo señorita Reche, que pasará una larga temporada aquí dentro así que lo siento" se levantó y llamó al carcelero que me quitó las esposas de la mesa y me llevó a mi celda

Como debía de ser de peligrosa para que me dejen una celda sola para mí.

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Hum....

Me desahogo bastante escribiendo esto, no sabéis lo que ayuda.

🍐🖤🔪