7. Entretenida

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ALBA POV

"Alba...me ..me llamo Alba" dije emocionada observando su sonrisa. Había conseguido recordarme, aunque fuera solo un nombre.

"Qué has hecho" dijo Natalia mirándome esperando mis palabras. Cogí el libro de nuevo y se lo mostré, ella mostraba confusión.

"Lo olí y entonces unas imágenes nítidas aparecieron en mi cabeza. Había una chica rubia que me tiraba un libro y me llamaba Alba" hablé sonriente. Natalia me animó a volverlo a intentar.

Me llevé el libro a la nariz de nuevo cerrando los ojos. Me tomé unos segundos para concentrarme pero nada de nada, no recordaba ni lo anterior.

"Bueno no importa" dijo Natalia que se acomodaba en el sofá "ya tenemos tu nombre y si seguimos así te ayudaré a que te encuentres" sonreí por ello.

Se levantó no sin antes dedicarme una sonrisa llena de cariño. Me dejó sola en el salón diciéndome que para la hora de comer me llamaría, así que me tumbé lo más cómoda posible entrando en un sueño placentero y tranquilo.

*****

Comimos con calma y con algo de incomodidad ya que la silla no pasaba por muchos sitios y era bastante dependiente.

Ella se fueron a trabajar y aunque María no paraba de mirarme mal, Natalia decía que se le pasaría, que la diera tiempo.

Me puse la televisión y todo estaba en sueco, maravilla. Me empezaba a doler la cabeza y las pastillas que me compró Natalia para el dolor estaban en el armario, lo que significaba que tenía que caminar.

Quité la pierna de encima de los cojines y me intenté sentar en el borde del sofá cama con algo de complejidad.

Me puse de pie agarrándome con la mano buena al mueble. Di dos pasos pequeñitos y alargué el brazo hasta coger el bote.

Empezaba a tener mucho dolor por todos lados y las necesitaba. Miré las pastillas maldiciendome, necesitaba agua.

Me giré observando una botella de agua encima de la mesa del comedor. Caminé pegada al armario muy despacio hasta llegar allí.

Cogí la botella y me tomé una de las pastillas bastante aliviada. Caminé despacio de vuelta al sofá cama y me tumbé con una manta por encima. Caí rendida por los efectos secundarios de las pastillas.

NATALIA POV

Un par de horas llevaba en la misma mesa rellenando papeleo mientras Otto atendía a los agentes que pedían cosas o dejaban más papeles.

Me dolía la mano de tanto firmar, si es que siendo un país tan seguro no se como coño pueden haber tantos incidentes.

"Ahora vuelvo" habló Otto saliendo de la secretaría para ir a algún lado. Asentí a sus palabras sin levantar la vista del papel.

Rellené un par de folios más y me levanté a dejar el taco en uno de los clasificadores del estante. Escuché la puerta abrirse de nuevo.

"Que rápido has vuelto" hablé guardando los informes. Otto no me respondió así que me di la vuelta borrando la sonrisa de mi cara, no era Otto

"Se te ve entretenida" habló Tyra que se sentó ligeramente en la mesa sin dejar de mirarme. Más pesada y se hundía en el suelo.

"Que quieres, estarás contenta" dije ordenando algunos clasificadores sin mirarla. Hubo silencio durante unos segundos, un silencio bastante incómodo "ya estoy de vuelta en la oficina sin nada que investigar"

"Es una pena" dijo seria. Bufé dejando los papeles a un lado cruzandome de brazos "se te veía emocionada" se levantó y se puso delante de mí.

Tyra medía aproximadamente lo mismo que yo, y sus ojos marrones claritos parecían orbes preciadas. Me recuerdan a los ojos de Alba.

"Sigo pensando que ocurría algo raro en el caso de la rubita" dije de nuevo. Tira sonrió dándome un leve toque en la barbilla.

"Pues es una pena que esté cerrado, ya sabes, sin pruebas no hay delito y el jefe lo dejó claro" habló de nuevo. Suspiré mirando su estúpida sonrisa arrogante.

"A qué coño has venido" dije cansada de su presencia. Me quedaba poco trabajo y quería irme a casa a investigar, lo que debería estar haciendo en vez de ordenar estúpidos papeles.

"A verte" dijo otra vez con esa sonrisa. Ella se levantó y cerró la puerta con pestillo bajando los estores de la zona donde los agentes podían pedir cosas "¿estás nerviosa?" Preguntó

La miré extrañada por todo lo que hacía, era muy pesada de verdad, pesadísima. Me acerqué a ella agarrándola del brazo para sacarla de allí cuando me empujó hasta chocar mi espalda contra la puerta acercándose a mí.

"No me digas que no te apetece divertirte..." Susurró bajando su mano metiéndola por mi pantalón. La situación era surrealista "venga...uno rapidito, de esos que me gustan.." se agachó bajándome los pantalones y las bragas y empezó a lamerme

Suspiré moviendo la cabeza hacia atrás intentando luchar contra mi mente. Pero que más da, solo era un momentito.

Le levanté de la camiseta y le empujé contra la mesa observando su sonrisa victoriosa, le odiaba, pero me ponía muchísimo.

Le desabroché la camisa y devoré sus pechos mientras ella me tocaba con agilidad. En apenas un par de minutos ambas estallamos en un orgasmo silencioso y sudoroso.

Ella se dejó caer contra la mesa suspirando con pesadez. Me levanté de encima de ella empezandome a vestir.

Recogí los papeles que me quedaban por archivar metiéndolos en mi mochila. Ella me miraba poniéndose la camisa de nuevo.

"Me voy a casa" dije mirándola como terminaba de vestirse y como se acercaba a mí. Intentó besarme pero empujé su pecho lejos de mí "no soy tu estúpido juguete" susurré "déjame en paz" abrí la puerta pero me habló antes de irme.

"Estás sola Natalia, siempre acabas volviendo, déjame ganar" dijo cogiendome del brazo. La miré negando con la cabeza.

"Ni en tus mejores sueños" cerré la puerta al salir y caminé hacia la puerta principal. Saludé a Otto que venía de papeles hasta la barbilla, pobrecito.

Llegué a casa bastante cansada, no solo por la sesión de sexo express, sino por todo el trabajo que tenía que hacer en casa, encima María no había estado conmigo ni 5 minutos en toda la jornada.

"¿María?" Pregunté cuando cerré la puerta de la entrada. Ella se acercó y me mandó callar "¿Que pasa?" Pregunté.

"Que tu inquilina está durmiendo" dijo seria. Ostia Alba, no me acordaba de que estaba aquí, puto trabajo "estoy haciendo la cena, ahora la despertamos" dijo volviendo a la cocina.

Caminé en silencio hasta sentarme en un sillón que teníamos y que usaba normalmente María para dormir la mona.

Alba permanecía con una pierna encima de los cojines y la otra doblada. Abrazaba uno de los cojines con la mano escayolada mientras que la otra se posaba incómodamente.

Tenía las facciones relajadas y debía de estar en un sueño profundo ya que María no paraba de hacer ruido en la cocina.

Caminé a mi habitación dejando los papeles encima de la mesa los cuales tendría que ordenar por la noche, un tostón.

María hizo la cena y me avisó, así que caminé con el pijama puesto hasta el sofá cama. Me daba pena despertarla pero no tenía remedio.

"Alba" susurré acariciando su brazo. Ella permanecía durmiendo sin enterarse de nada "Alba despierta que hay que cenar" la moví algo más.

Ella cogió mi mano poniendo la suya encima volviendo al sueño. Suspiré algo incómoda por la situación.

"¡A cenar!" Gritó María dándome un susto de muerte y haciendo que Alba soltara mi mano y me mirara asustada "vamos chicas que se enfría"

"Perdón" dije por los chillidos. Ella negó con la cabeza frotándose los ojos para que después con mi ayuda, fuéramos a la cocina a cenar.

Más bruta la María y no nace.

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2 K Viws, increíble

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FÖRLUST // ALBALIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora