Summary:
Lan WangJi sabe que Wei WuXian está sufriendo en manos de aquellos seres; y ahora los líderes de secta deben tomar una decisión que pondrá en marcha un nuevo juego de poder y manipulaciones.
Notes:
Holaaaa, cómo están, gente bella. Vengo con la actualización de Casus, esperando que lo encuentren conforme a sus pensamientos. Sólo tengo una advertencia qué hacer de ahora en adelante: esto se pondrá dramático.
Disfruten!
Casus Belli
La taza de té estaba caliente, humeante; ese extracto, era el mejor de aquella región. Sonrió, y la persona a su costado emitió un resoplido divertido. Lan Xichen sabía de primera mano lo presumido que se hallaba él al saber que se encontraba disfrutando de su té. Amplió la sonrisa en las comisuras, observándole de soslayo.
—Este té es el mejor de la región —confirmó, manifestando el hilo de sus pensamientos. La persona a su lado le regaló una hermosa sonrisa, sonrisa que pocas veces delineaba, y evidentemente, muy pocas veces esbozaba frente a los demás.
—Me alegra que te guste, Zewu-Jun, siempre puedes venir a disfrutar de nuestro té y grata compañía —comentó, dándole un sorbo a su humeante vasija. Sus ojos se cerraron, pareciendo disfrutar del momento que otorgaba la compañía del líder de la secta Gusu Lan y el té bien preparado. Suspiró, antes de continuar—: sin embargo, Zewu-Jun, tengo la ligera sensación de que no estás aquí solo por el té y la compañía, ¿no es así?
Hallándose descubierto, Lan Xichen soltó una ligera risita vejada.
—Me has descubierto —confesó, tomando su té, la sonrisa aún permanecía en sus labios, y Jiang Cheng no pudo evitar corresponderle, divertido—. Me disculpo, no pensé que pudiera ser descubierto de inmediato, me pareció descarado venir a tu secta sólo por un motivo —continuó su explicación, esta vez sus ojos se posaron sobre los otros, había una intensidad abrumadora en ellos. Amplió la sonrisa—. ¿Acaso este humilde líder de secta no puede visitar a Sandu Shengshou sólo por el placer de su compañía?
Entonada la oración, reinó un silencio espeso en el estudio del líder de la secta Yunmeng Jiang. La taza de té quedó olvidada en las manos de Jiang Cheng, y estas manos parecieron temblar levemente, único vestigio de agitación. Lan Xichen comenzó a preocuparse, temiendo haber confesado algo incorrecto. Pero, segundos después, Jiang Cheng salió de su letargo, dándole una leve sonrisa, había un lindo sonrojo coloreando sus mejillas pálidas. Lan Xichen le sonrió de vuelta, contento por no haber sido expulsado de la secta, o de la vida de su líder.
—Zewu-jun, aprecio tu sinceridad; siempre has sido elogiado por ella —comentó Jiang Cheng con alegría, sus ojos vibraban, vivaces. Lan Xichen dio una ligera venia en agradecimiento, su rostro apenas ocultándose. El líder de la secta Yunmeng Jiang le correspondió; sin embargo, cuando Lan Xichen alzó la mirada para encontrarse con sus ojos, aquel rostro se torció en ira, desquebrajando la perfecta imagen de líder que profesaba. Bajo, contrito y sintiéndose humillado, espetó—. Pero me has mentido, Zewu-jun, tu sinceridad parece que se agotó...
Lan Xichen se tensó en su asiento, el agarre en su taza de té se intensificó, el dorso de su mano coloreándose níveo. No había que ser muy listo para comprender la última oración dicha. Había dos cosas en la vida de Jiang Cheng que lo harían enojarse al punto de perder los cimientos. Una, que Lan Xichen le mintiera, y la otra...
—Jiang Cheng, permíteme explicar...
Hubo un rápido sonido siseante que pasó cerca su mejilla izquierda, transformándose rápidamente en un estruendo afilado tras su espalda. La taza de té que sostenía Jiang Cheng en su mano derecha fue lanzada hacia su persona con la suficiente habilidad para pasarle mortalmente cerca, pero no para lastimarle. Una clara advertencia de que Jiang Cheng estaba en su límite, y que no consentiría más mentiras y engaños. Lan Xichen tragó saliva lentamente; y después, soltó un suspiro contrariado. Cerró los ojos un momento, contemplando por unos segundos cómo abordaría la situación. Cuando los abrió, la presencia abrumadora de Jiang Cheng se dibujó, sentado en la silla que estaba a su lado frente al escritorio del estudio. No le observaba, contemplaba el dibujo esbozado que yacía fijo en la pared. Un bosquejo que él le había obsequiado hacía poco. La tez de Jiang Cheng permanecía oscura, llena de ira reprimida, sus hombros estaban tensos, listos para el combate.
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Casus Belli [Hiatus Temporal por Edición]
RomantikDespués de su intempestiva resurrección, Wei WuXian, en el cuerpo de Mo Xuanyu, debe tomar una decisión que podría colocar en peligro el mundo del Cultivo y de sus seres queridos. No es como si pudiera tener opción. Esta historia ha sido elegida par...