Casus Belli [Hiatus Temporal por Edición]

Capítulo 11 - Astringente

Resumen: el primer tiempo de Wei WuXian se acaba pronto.

Notas: ¡actualización! Hola, ¿cómo están? Espero que bien. Llego con una nueva actualización que espero les guste. Ahora con esto que le pasará pronto a Wei WuXian ya vamos entrando en materia del fic, me siento súper contenta de ir avanzando.

Advertencia: cambios de humor con respecto a un embarazo avanzado. Me he asesorado con mi madre con respecto al tema y puedo decir que en parte lo ejecuté un poco bien. Igual no deseé ahondar mucho en el asunto debido a la reticencia que siente Wei con respecto al bebé. Más adelante sí.

Ahora, habrá una especie de sexo de reconciliación WangXian al final que será más fluff que otra cosa debido a los pensamientos de Wei WuXian. Basado en mi experiencia personal, no todas las víctimas de violación pasan por la misma circunstancia de recuperación. Espero lo disfruten.

Casus Belli

Astringente

Lo primero que nota Jin Ling al abrir los ojos, son manchas difusas de matices marrones y blancos. Parpadea varias veces, una jaqueca comienza a pugnar desde la parte trasera de su cabeza. No puede evitar el gemido quedo que escapa de sus labios. Frunce el ceño, cierra los ojos un momento, pero al instante, hay algo acariciando su mejilla. Vuelve a abrir los ojos y lo primero que se encuentra son hebras azabaches lamiendo su rostro.

Esas hebras pertenecen a Lan Sizhui.

Está sobre él, muy cerca. Hay un rictus perpetuo de preocupación, como si ya esa expresión sea la única que sabe esbozar en ese momento.

Jin Ling siente repentinas ganas de alzar sus dedos y alisar aquellas arrugas de inquietud.

Pero en su lugar, pregunta—. ¿Qué sucedió?

Lan Sizhui lanza un suspiro de alivio que parecía haber contenido durante mucho tiempo dentro de su ser. Se incorpora, sentándose a un costado de la cama donde yace Jin Ling, en un cojín.

—Estás en Cloud Recesses, ¿recuerdas lo que sucedió?

Hay un penetrante dolor de cabeza pugnando con insistencia, cierra los ojos nuevamente e intenta traer a sus remembranzas algún atisbo de lo pasado. Pero sólo logra cavilar el distante sonido de la discusión que tuvo lugar, luego los gritos de Lan Sizhui y... el rugido de una bestia.

Abre los ojos con rapidez y la desazón le agita el corazón. Busca de incorporarse, pero Lan Sizhui fue más rápido en detener sus intentos. Jin Ling agarró los brazos de Lan Sizhui, mirándole con los ojos desorbitados.

—¡La bestia! ¡Eso-

—Calma, A-Ling, la bestia ha sido liquidada —dijo Lan Sizhui, sus manos pasaron del pecho a sus hombros en un vago intento de consolarle.

Jin Ling frunce el ceño e inquiere—. ¿Cómo fue eso posible? Recuerdo que corría a una velocidad mucho más que el de las espadas.

—Sí, es verdad, pero cuando te encontré la bestia ya estaba muerta y tú inconsciente. No sufriste daño alguno.

Hubo unos segundos de silencio. Jin Ling aún continúa observándole.

—¿Sabes quién la mató? —pregunta, Lan Sizhui asiente, reticente, y Jin Ling sigue—. ¿Quién fue?

El silencio se instaura nuevamente. Es evidente para ambos que Lan Sizhui se halla reacio a decirle.

—Cuando termines de recuperarte, hablamos —dijo en voz baja, con suavidad. Luego esboza una sonrisa tentativa, dándole un apretón a sus hombros antes de alejarse—. No me gustaría que sufrieras una recaída.