Casus Belli [Hiatus Temporal por Edición]

Capítulo 7 - Revelaciones

Resumen: Lan Sizhui ha descubierto algo que no debía haber visto aún, y Wei WuXian pronto se enterará de ello. Mientras tanto, ¿por qué Jin Guangyao tiene tanto temor de Nie Mingjue?

Notas: ¡Holaaa cómo están gente bonita! Vengo con una nueva actualización, disculpen la ladilla ;u;

Quisiera poder decirles mucho pero mi trabajo me absorbe!

Advertencia: insinuación de dub con al final.

Casus Belli

Revelaciones

Pese a haber estado concentrado en perseguir a la bestia que se había llevado a Jin Ling, Lan Sizhui estuvo consciente que se fueron alejando de Jiangnan. Hacía mucho rato que el lago Biling había dejado de tronar en la distancia, y eso le estaba dando a entender que, o bien la bestia les estaba alejando con premeditación, o estaban cerca de hallar su guarida. Cualquier circunstancia, era amenazante.

Detuvo su espada cuando llegó a un acantilado. Descendió de ella y con un movimiento de su mano, creó un sello para envainarla. Minutos más tarde un fatigado Lan Jingyi se acercó finalmente. Ambos estaban extenuados hasta el punto crítico de su flujo espiritual, pero los ojos sagaces de Lan Sizhui daban a entender que no se detendrían hasta dar con el paradero de Jin Ling.

El acantilado mostraba un insondable fondo rocoso. Este era el límite donde terminaba Jiangnan y comenzaba Hubei. Lan Sizhui entrecerró los ojos hasta que se formaron nada más que rendijas de molestia e irritación. La bestia no había cambiado su curso, estaba más que seguro. Siempre escuchó las cabalgadas, y las huellas demuestran que estuvo ahí. No podía desaparecer de la nada.

A su costado izquierdo pudo contemplar que Lan Jingyi se inclinaba hacia adelante, observando la profundidad del acantilado.

—¿Crees que se haya lanzado? —preguntó con aprensión—. ¿Esas no son las cuevas que conectaron una vez con el territorio del Maestro Wei?

Lan Jingyi había ofrecido un punto valido.

No era conocido, pero sí sabido por pocos, que una serie de cuevas subterráneas abarcaban gran parte del área de Hubei y esas cuevas solían dar al océano. ¿Acaso esa bestia se internó en esas grutas? Sólo Wei WuXian y el General Fantasma conocían la entrada, y esta estaba sellada con una cantidad de energía resentida colosal que mataría a cualquiera. Ni siquiera el líder de la secta Gusu Lan pudo derribar la barrera.

Cerró los ojos un momento, meditando su siguiente paso a continuación. Lo ideal sería retornar a Cloud Recesses para informar de lo sucedido, hacerse con un escuadrón grande y poder mapear correctamente el área, pero Lan Sizhui no sabía si Lan Qiren estaría dispuesto a ofrecerse voluntariamente en la búsqueda de un discípulo que no pertenecía en primer lugar a su secta.

La frustración hizo mella en él junto con la preocupación. Ir a la secta Jin Lanling era poner en boca el endeble cuidado que la secta Gusu Lan tenía sobre los discípulos externos, en consecuencia, generando una tensión innecesaria sobre los hombros de su líder.

¿Qué debería hacer?

—¿A-Yuan?

Pocas veces Lan Jingyi utilizaba esa familiaridad para llamarle. Eso quería decir que estaba tan preocupado como él. Abrió los ojos, centrando su mirada en la contraria. El viento soplaba con fuerza sobre la superficie y la luna poco a poco iba perdiendo fulgor, indicando que pronto el amanecer se haría presente sobre las nubes blancas. Tras su espalda, un gran cúmulo de árboles se dibujaba con parsimonia y sobre su frente, el acantilado insondable dibujaba la única esperanza que tenía de encontrar a Jin Ling.