Como de costumbre, Jungkook camina al parque cerca de su casa donde todas las tardes se junta con sus vecinos, unos gemelos, bastante distintos, que llevan a su gordo perro a dar un paseo.
Los gemelos son mayores a Jungkook y siempre cuidan de él.
Cuando la madre de Jungkook trabaja por la noche en el hospital, le pide el favor a uno de los gemelos que cuidara de su niño y sus hermanos, ellos aceptan sin recibir nada a cambio. En realidad, los dos disfrutan estar con la pequeña familia del castaño, ya que, la de ellos está en alemania. Ellos llegaron aquí para conseguir buenos trabajos al terminar sus estudios.
El castaño para sus pasos una vez en el parque, buscando con la mirada el cabello platinado de Yugyeom o tratando de escuchar los ladridos de pumba. Pone una mano sobre la frente, tapando el sol que le impide ver con claridad. Frustrado, alisa sus pantalones y se sienta en la banca blanca frente a él. No los ve por ninguna parte, tal vez se han atrasado un poco.
— ¿Qué se te perdió?. — escucha a su lado, una voz grave.
Alza la mirada y ve a un chico con cabello azabache, bastante conocido.
— ¡JiMin!. — chilla alegre. — Estoy buscando a mis amigos, pero no los veo por aquí. ¿tú que haces?. — cruza las piernas, subiéndolas a la banca y palmea el lugar de alado, para que JiMin se siente.
— Pasaba por aquí. Fui a hacer unos trabajos a casa de un amigo y quise venir por un helado. — explica.
El castaño asiente.
Jungkook conoce a JiMin desde hace algunos meses. JiMin trabaja como recepcionista en el consultorio dental al que Jungkook asiste. La madre del castaño siempre lo deja ahí diez minutos antes de cada consulta y vuelve otros diez minutos después terminada ésta. Tiempo suficiente para que ellos platicaran de cualquier cosa.
A JiMin le agrada la compañía del menor durante su trabajo, porque es aburrido y él le distrae unos minutos.
A Jungkook también le cae muy bien JiMin, él le da paletas de colores después de salir del consultorio, aún sabiendo que esas paletas sólo son para los niños pequeños. Muy pocas veces se lo ha topado en el supermercado, Jungkook muy apenado levanta su manita y la agita levemente en modo de saludo, JiMin sonríe e igualmente ondea la mano.
— ¿Cómo se llama tu amigo? si vive por aquí seguro lo conozco. — pregunta el menor, animado.
— Yoongi. — dice. — ¿Lo conoces?.
— ¡sí, sí! tiene tatuajes bonitos y viene con un muchacho y luego se sientan a fumar en ese árbol. — apunta a un lugar específico y efectivamente, ahí está Yoongi con su novio, Taehyung.
Jungkook agita la mano, hacia dónde los dos están. ellos devuelven el saludo, sonrientes con los cigarrillos entre sus dedos.
El sol pega sobre el rostro de JiMin, bañándolo en un tono anaranjado, haciendo que sus ojos brillen y se noten de un color avellana más claro. Jungkook piensa que son los ojos más bonitos que ha visto nunca, y él es un amante de observarle los orbes a la gente, porque ahí él podía notar si esa persona era buena o no.
Nadie lo entiende, sólo él.
En los ojos de JiMin veía calidez, dulzura y mucha confianza, siempre tiene una sonrisa sincera para regalarle a Jungkook cada vez que iba a sus consultas, una que otra vez algo cansada pero al fin siempre sincera y alegre.
Un bulldog inglés, gordo y enano, se acerca a ellos, olfateando las manos de Jungkook y seguidamente las de JiMin. El azabache se alarma cuando el perro le empieza a lamer las manos.
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Quinze ans ⊰⊹ฺ Jikook
Короткий рассказ╭──── ❝Donde Jungkook tiene 15, es muy inocente y viste como él quiera. Su novio JiMin, de 20, hará todo lo posible por proteger a su pequeño y que nadie lo separe de su lado. ──...