Quinze ans ⊰⁠⊹ฺ Jikook

❀ doce

Después de hablar nerviosamente frente al grupo de adolescentes y secarse el sudor repetidas veces gracias a cierto chico de ojos chocolate, con cabello castaño. JiMin termina su explicación e introducción sobre la odontología. Ama su carrera, pero hasta a él se le hace algo aburrido el tema.

Ahora, está en el gimnasio de su escuela, tiene el cabello recogido en una pequeña cola, que apenas atrapa el pelo de la parte de arriba de su cabeza. No ha visto a Jungkook desde que habló en el salón, pero sabe que está ahí, todos los chicos están ahí.

Yoongi y Taehyung repartían los desayunos junto a demás compañeros de distintas carreras. JiMin al verlos, se acerca a ellos. Tiene hambre y hablar le abrió el apetito. Mueve los pies en esa dirección, con una pequeña sonrisa.

Siente algo golpear su hombro, duro.

— Ouch. — Una voz femenina se queja.

— Joder, yo- perdón.

— No es nada.

— Hey. — el pelinegro sonríe de lado. — Chungha, ¿verdad?. -— Ella se sonroja, dándole un pequeño si. — Lo siento, pero estaba distraído.

— No te preocupes, yo tam-

— ¡Aaaay!. — Ahora JiMin se queja.

Un golpe fuerte se sintió en su espalda, haciéndolo avanzar un paso adelante.

— ¡SeokJin!. — Escucha un chillido.

Voltea, con las cejas juntas. Jungkook está parado ahí, viendo amenazante a su rubio amigo, quien ríe abiertamente. La cara del pequeño castaño está sonrojada, cabello un poco despeinado. Mira sus pies, JiMin nota en sus pestañas un poco de mascara.

— Jungkook.... — Siente saborear su nombre. — ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?.

Toca el hombro del más joven. Él se aleja, siendo suave. No contesta, niega la cabeza y se va con su amigo, jalándolo del brazo. El pelinegro puede notar a Jungkook regañando a SeokJin.

— ¿Los conoces?. — Chungha pregunta.

— Si... es algo así como mi-

— ¿Tu amigo especial?. — Ella le cuestiona. Sus ojos avellana de abren y rápido comienza a negar. — Es lindo.

— No-no. Es mi amigo nada más.

— ¿Seguro?. — alza una ceja.

— Si.

Chungha se ríe, negando con la cabeza.

— ¿Me invitarías a la boda?. — bromea.

JiMin no entiende mucho, para cuando lo hace, Chungha ya está lejos con las que parecen ser sus amigas. Mueve la cabeza de un lado a otro, despejándose.

Olvida su hambre, aunque su estómago aún ruge. Camina por donde Jungkook se fue.

Lo encuentra sentando en las gradas de hasta arriba, sólo. Come un sándwich y toma jugo en una caja. Mira alrededor sin importancia. JiMin sube las escaleras corriendo. Se sienta a un lado de él. Jungkook voltea, pero no dice nada. Sigue comiendo. El de pelinegro frota sus manos juntas, quiere decir algo pero no sabe que.

Termina de comer. Limpia sus labios con una servilleta, mete la basura en la bolsa donde vino el desayuno.

— ¿Podemos hablar bien?

— ¿Hablar qué?. — Contesta Jungkook después de un rato. — Me siento muy humillado, prefiero dejarlo así. — dice.

— Por favor, Jungkook.

— ¿Qué quieres, JiMin? ¿Dinero?. — Se arrepiente al momento de decirlo. La expresión del mayor cambia. Se nota ofendido y triste al mismo tiempo.

— ¿Por qué querría tu dinero?. — Jungkook se encoge de hombros, suspirando.

— Muchos quieren ser mis amigos por eso... así que sólo-sólo lo asumí. Perdón. — su voz se quiebra, al igual que el corazón de JiMin.

— Oh. — murmura. El castaño piensa que es absurdo seguir ahí, así que se para con su basura en manos. — No, Jungkook por favor. — Pide.

— ¿Qué quieres JiMin? ya te dije que me dejes.

— Tengo miedo. — Confiesa. La expresión de Jungkook se torna confundida. — No quiero hablar de esto aquí. — dice JiMin. — ¿Podemos vernos en otro lado?.

— No lo creo. Mami llegó de su viaje.

— Podemos ir al parque, el que está por tu casa.

— ¿Es muy importante?.

— Si. Por favor. — Jungkook rueda sus ojos, para luego aceptar.

— Okay. Me avisas cuando tengas tiempo o lo que sea.

Ahora si, baja las escaleras lentamente. Sintiendo la mirada del mayor en su espalda, quemándole.

Lo que no sabe, es que JiMin está sonriendo.

Chan chan channnn~
Va quedando bien el hilo...