Quinze ans ⊰⁠⊹ฺ Jikook

❀ ocho

Ese día se despierta más temprano de lo común. Se arregla para ir a la escuela, tomándonse un tiempo para escoger una camisa linda.

No iría a su cita con JiMin con el uniforme puesto.

Cita.

Okay, tal vez se está yendo muy lejos. A lo mejor el mayor estaba haciendo esto para enmendar lo de la navidad. Aún así, escoge una de sus playeras nuevas. Es blanca totalmente, a un lado en letras negras bordadas dice not a heartbreaker, queda un poco larga pero así le gusta. Con cuidado, la dobla y mete dentro de su mochila, cuidando que no se maltratara.

Yugyeom hace el favor de llevarlo a clases, también a ernest. Su madre lo dejó a cargo, junto con Na-Yeon, pero ella tenía que llegar temprano a su trabajo. Se despide de los dos, ondeando su mano suavemente. Le avisa al peliplatinado que después de clases saldrá por un helado, que no tenía porque venir a buscarlo.

Sus clases pasan normales, las toma todas junto a SeokJin, platican un poco sobre la invitación de JiMin. Su amigo le dice que tuviera mucho cuidado, ya que no conoce mucho de él.

El timbre suena a las 12 pm en punto, Jungkook corre al baño para poder cambiarse la camisa y no hacer esperar tanto a JiMin. Entra a un cubículo y hace el cambio lo más veloz que puede, fuera de el, se mira al espejo y ordena su cabello. Nota sus uñas reflejadas y las esconde rápido. Por la noche olvidó limpiarselas. No quería que JiMin las viera, si era sincero, le daba pena que se burlara.

Sale del baño, haciendo puños sus manos, guardando sus uñas pintadas. Observa alrededor y ve a JiMin que está tirando su cigarrillo al piso, después pisandolo con su bota café.

- Hola, JiMin. - saluda mientras camina hasta él.

Sus manos siguen cerradas fuertemente, tanto que sus nudillos casi están blancos.

- Hola, Jungoo. ¿qué traes ahí?. - apunta hacia sus puños.

- Yo-yo nada. es sólo que...

- Que....- alza una ceja, esperando la respuesta de Jungkook.

Ell castaño abre sus sus manos, liberándolas de la presión. JiMin ve el color verde brillante en sus cortas uñas y sonríe. No puede creer que todo se vea bien en Jungkook. Cada color contrastaba perfectamente contra su piel acaramelada.

- Es muy bonito, kookie. - JiMin toma sus dedos y los mira. - Me gusta.

- ¿Lo dices de verdad?. - las esquinas de su boca se alzan en una sonrisa que derrocha felicidad. - tenía pena de que las miraras y pensaras que es algo tonto. - admite.

- No, eso jamás. - niega la cabeza repetidas veces. - jamás pensaría que algo que te gusta es tonto. Se ve lindo. Tal vez debería decirle a mi hermana Lia que me ayude con las mías.

Las cejas del menor se unen. ¿Quién es Lia y por qué va a pintar las uñas de JiMin? lo acepta, está celoso.

- Yo podría hacerlo. - ofrece, tratando de bajar sus celos innecesarios.

- ¿En verdad? eso sería bueno. Pero ahora vamos, te prometí un helado.

Sonríe grande, comenzando a caminar cerca de JiMin, sus brazos rozan y Jungkook quiere gritar de emoción.

- Por cierto, tu playera es linda. - Jungkook definitivamente muere con eso.

- La tuya también. - y se siente estúpido, porque era una con el nombre y logo de su universidad.

JiMin ríe un poco pero no hace ningún comentario. Toma su mano al cruzar la calle, oye al otro chillar y se preocupa.

- ¿Estás bien?. - pregunta cuando están al otro lado de la calle, justo en la puerta de la heladería.