Capítulo Ocho

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Habían pasado días desde que Kyungsoo abandonó a Jongin y ninguno de ellos había intentado contactar con el otro. Kyungsoo nunca estuvo totalmente consciente de lo mucho que Jongin se había metido su vida, hasta que simplemente ya no estaba allí. Solía ser incapaz de poder concentrarse en su trabajo debido a los ruidos de fondo que producía, excepto cuando Jongin jugaba con BP o cuando incursionaba en su cocina, no rompía el silencio. El breve viaje hacia la cafetería del barrio fue mucho más solitario, sintió un calambre en su mano vacía dentro del bolsillo, se sentía tan incorrecto no tenerla aferrada junto a la de Jongin. Extrañaba el roce de sus hombros, y que el más joven repentinamente lo besara para luego rebotar fuera de su alcance cuando Kyungsoo intentaba golpearlo. Pero sobre todo, se dio cuenta, de que extrañaba su calor. Todo era demasiado frío e incómodo sin el otro hombre a su lado.

Sin querer, se encontró pensando en Jongin más frecuentemente. Cuando fue de compras al supermercado, compró cereal azucarado y soda de los que Jongin era adicto, porque habitualmente eso comía. Mientras caminaba, pasó por las afueras de una tienda de ropa, y se detuvo a admirar como lucirían esos jeans en las caderas de Jongin o qué tan maravilloso le quedaría esa camisa color crema que contrastaría con su piel. Incluso sabía cuáles eran sus gustos, y a pesar de darse cuenta que Jongin ya no estaba allí. Compró la camisa de todos modos.

BP parecía haberlo tomado con dificultad. Jongin no había aparecido durante los primeros días, por lo que ella se sentó frente a la puerta, con la cabeza gacha, como si estuviera esperando que en algún momento entrara. Cuando se hizo evidente que él no volvería, ella se acurrucó en el suelo donde generalmente estaban los zapatos de Jongin, negándose a moverse. Kyungsoo había intentado persuadirla, para que fuera a jugar con sus nuevos juguetes y golosinas, pero ella ni se movió. Echaba de menos a Jongin. Y Kyungsoo también.

Pensó en que quizás, a estas alturas, Jongin ya habría estallado, por lo que aparecería pidiendo perdón o al menos actuando como si nada hubiese pasado. Pero nuevamente, estaba equivocado. Últimamente se dio cuenta que empezaba a equivocarse. Jongin era conocido por conseguir las cosas con rapidez, un Kyungsoo con clase lo habría visto con desdén, pero ahora desearía patearlo en el culo. No tenía el coraje para dar el paso e ir primero hasta Jongin, al margen de que esto, carcomía su pecho.

Con Joonmyun había sido diferente. Cuando este lo dejó, Kyungsoo se sintió inútil, su conciencia tomo el control, lo que lo obligó a alejarse de todo el mundo. Pero ahora, con Jongin, sintió como si un pedazo de sí mismo hubiera desaparecido. Incluso las cosas habituales que hacía cotidianamente, ya no eran tan gratificantes o tan completas como solían ser. Su corazón dolía.

―Nueve días he estado lidiando, con el zorra llorona de Jongin. Me debes el almuerzo― Kris sonaba algo exhausto, Kyungsoo dejó nacer una risa que había contenido durante días. Prácticamente podía percibir el ceño en la cara de Kris al otro lado del teléfono. Sin duda había sido agradable escuchar de nuevo esa ruda voz, fue la única persona a quien se detuvo a responder el teléfono luego de la pelea. No podía dejar de pensar en que Kris, Baekhyun y Chanyeol eran amigos de Jongin, no de él. Si no hubiera sido por Jongin, no los hubiera conocido.

―Está bien ―dijo, cediendo finalmente, con la sonrisa aún en su rostro ―Dame una hora.

Luego de darle el gusto a Kris, Kyungsoo colgó el teléfono y corrió disparatado hasta la ducha. Estuvo dentro más tiempo de lo habitual, limpiando la suciedad adquirida en los últimos días. No es que antes no haya querido bañarse a propósito, sino que había estado tan encerrado dentro de su propia mente, que cosas tan simples como la limpieza e higiene personal tomaban un papel secundario. Tampoco es como si hubiera estado descuidándose mucho para estar tan sucio, ahora que Jongin no estaba.

―Luces tan jodido ―fue lo primero que Kris dijo al ver al más joven, dejando que las palabras salieran antes de que siquiera tuvieran la oportunidad de sentarse. Kyungsoo se dio la vuelta para marcharse, pero Kris lo tomó del brazo volteándolo nuevamente ―Sólo bromeaba ―Ahora, era Kyungsoo quién tenía el ceño fruncido mientras se sentaba en la mesa para dos, con los brazos y piernas cruzadas.

Kyungsoo podía estar con el corazón algo roto, pero ciertamente esto no lo hacía ciego. Al sentarse en la silla acolchada, claramente, Kris se había estremecido, sus labios rechazando el dolor junto a un ceño fruncido mientras intentaba acomodarse hasta conseguir una posición más cómoda. ―Mierda ―espetó poco después que la camarera había tomado su orden de bebidas, la incredulidad de un Kyungsoo boquiabierto estaba escrita a través de toda su cara. Esto le valió una mirada de Kris a cambio, quién no estaba para nada contento por el hecho de haber sido tan obvio ―¿Debo comprarte un pastel de felicitaciones? ¿O una bolsa de hielo?

Kris hizo una mueca y se movió en la silla, deleitando a Kyungsoo ―Era la única manera en que Zitao quisiera acostarse conmigo ―admitió un minuto más tarde ―Y mierda, valió la pena.

―Nunca imaginé que alguna vez tocarías fondo por algo ―La mirada en la cara de Kris lo delató totalmente ―Oh. ¡Oh! Realmente te gusta.

―Cállate ―murmuró Kris, escondiendo su cara detrás del menú mientras Kyungsoo observaba sus mejillas volviéndose rojas. Wow.

―Nunca imaginé presenciar el día en que fueras domesticado.

―Solo hacía falta la persona indicada.

Kyungsoo pudo sentir el vacío de Kris, estaba aburrido de él, mantenía con firmeza sus ojos pegados al menú. Esto rápidamente se había convertido en una conversación que no deseaba tener. La breve interrupción de la camarera para tomar sus pedidos no había sido suficiente para que Kris se olvidara de esto.

―¿Y si pongo a relucir a Jongin?

―No.

―Ok ―dijo Kris seguido de un suspiro, golpeando sus uñas bien cuidadas sobre la mesa ―Por lo menos deberías pasarte por el bar esta noche.

―¿Estará él allí? ―Kyungsoo estaba, obviamente, desconfiado. Debido a que era Kris con él que estaba lidiando.

―No, dejé que pasara la noche con Chanyeol.

Kyungsoo mordió su labio inferior con los dientes, contemplando la oferta, estaba bastante seguro de que él iba estar.

―Necesitas relajarte ―explicó Kris ―conseguir un par de copas para desestresarte. Emborracharte, mierda, tener sexo, pero en serio, necesitas algo.

Bueno.

Kris tenía razón.





Cuando Kyungsoo fue al bar esa noche, su mayor temor era que Jongin estuviera allí. Su segundo gran temor era que Baekhyun estuviese trabajando y tuviera que soportar esas miradas de complicidad con sus ojos suplicantes. Pero para su alivio, ambos estaban ausentes lo que lo hizo calmarse, limpiándose ligeramente las manos sudorosas en los jeans. Sin embargo, lo que no se esperaba, era ver a Zitao allí, prácticamente envuelto alrededor de los brazos de Kris mientras estaban sentados en el mismo banquillo del bar. Kyungsoo se acercó más a la pareja, los ojos estrechados que el hombre más oscuro tenía, eran malditamente aterradores. Recordó a Kris mencionar algo sobre que Zitao era su pequeño panda, pero ahora mismo lo único en que Kyungsoo pensó, fue haber visto a una pantera tratando de arrancarle la cabeza.

―Viniste ―Kris parecía contento, esto pareció ablandar lo suficiente a Zitao como para dejar de disparar su mirada cortante.

―Sólo por un trago, o dos ―Kyungsoo aclaró, aún inseguro de que estar aquí, fuera buena idea. Podría haberse quedado cómodo estando fuera de casa, si tan sólo tuviera a Jongin a su lado, pero eso no quería decir que no estaba preparado para hacer una que otra cosa sin su compañía. Incluso después de todo este tiempo.

―¡Jongdae! ―ladró Kris, golpeando su mano contra la barra para llamar su atención. El camarero estrechó los ojos hacia su jefe, antes de caminar entre la gente con la que estuvo conversando. Le dirigió una mirada sombría a Kris, luego de haberle dado una radiante a Kyungsoo quién no pudo evitar devolverle la sonrisa.

―¿En qué puedo ayudarte?

―Dame un ron con coca-cola. Y un trago de lo que sea que no me mate.

Jongdae le dio un guiño y fue a prepararlo, dejando a Kyungsoo a su suerte mientras se apoyaba contra la barra. Había una buena cantidad de gente amontonada alrededor de los stands por lo que decidió permanecer aquí. Sintió una tentación de conversar con Kris, pero Zitao lo estaba distrayendo con su lengua y eso era algo que en realidad Kyungsoo no quisiera interrumpir. Dios, odiaba estar solo. Estúpido Jongin.

El repentino hundimiento de ese sentimiento en su estómago, fue la razón por la cual tragó de golpe un sorbo, antes de que Jongdae abandonara en la mesa, siguió con la mitad de su ron con coca-cola hasta dejar el vaso sin contenido. Siendo la maravillosa persona que era, Jongdae le aumentó mucho más trago, por lo que Kyungsoo se sintió forzado a beber hasta terminarlo todo. Cada vez que Jongdae llenaba ese pequeño vaso de vidrio hasta el borde, el escritor se lo llevaba a los labios. Con cada copa, sentía que su miseria se desvanecía y en su lugar un agradable entumecimiento ocupaba ese espacio. Oh, realmente se sentía muy bien.

Las señales de estar ebrio eran evidentes, dejó que su cabeza diera algunas vueltas antes de mirar a la persona que se encontraba a su lado.

―¿Kyungsoo? ―vino de una voz conocida, entonces el hombre se encontró con una sonrisa en su cara de oreja a oreja.

―¡Sehun! ¿Cómo estás?

Una sonrisa se expandió en el rostro de Sehun, se veía muy bien así. ―Bien. ¿Y tú?

Kyungsoo movió su vaso en respuesta antes de tragar un largo sorbo. A lo mejor, éste debería ser su último trago, piensa que Sehun aún no está candente. ―Tienes unos muy bonitos labios.

―¿Dónde está Jongin? ―el hombre estiró la cabeza para mirar por encima del resto de la multitud y no le gustó.

Kyungsoo hizo un mohín, por la sensación incomoda que se agitaba en la boca de su estomago al oír ese nombre ―¿Por qué? ¿Se supone que vendría?

―No ―Sehun lamió sus labios y se agachó para hablarle al mayor en el oído ―lo decía solo por qué ustedes dos están juntos.

Resopló divertido, recordando vagamente algo como eso en su memoria borrosa. ―No somos 'algo' con exactitud.

Posiblemente, dijo algo no debía por qué Sehun se quedó mirándolo, parpadeando un par de veces antes de volver a enfocarse. Sentía como si estuviera cayéndose hacia adelante, por qué ahora Sehun se estaba acercando. Antes de llegar a la maravillosa conclusión de que Sehun se estaba moviendo en su lugar por qué él no tuvo tiempo de avisarle a sus pies que caminaran. Sonrió al darse cuenta justo antes de ser besado. No fue suave ni gentil. Fue mordido en el labio, sus lenguas se enroscaron, tenían las manos recorriendo a tientas. A Kyungsoo le gustó. Le gustó mucho.

Con un suave gemido, enredó sus dedos en el cabello de Sehun y lo atrajo hacia él, importándole una mierda que estuviera en público y que su amigo en común, aquel idiota que no debe ser mencionado estaba sentado a unos pocos taburetes más allá. Demonios, Kris había sido quien le aconsejó tener sexo, y ahora coincidió con él de que ésta, era una fabulosa idea. A su manera, intentó tirar su mano para empujar lo suficiente a Sehun y así poder hablar con él, pero volvió a distraerse con su lengua. Sehun era realmente bueno en esto. Pero justo cuando Sehun se apartó por sí mismo, Kyungsoo recordó lo que iba a decir. ―¿Vienes a casa conmigo?

Sehun tuvo que conducir, debido a que era quien tomó menos alcohol, Kyungsoo estaba bastante embriagado. Todo se sentía mejor de esta manera, estaba perfectamente bien teniendo a alguien tan lindo como Sehun cuidándolo. Por primera vez, Jongin no estaba rondando en sus pensamientos por un buen lapso de tiempo, sentía como si le hubieran quitado una enorme carga de los hombros. ¿Quién necesitaba amor?

Se las arreglaron para llegar a su apartamento, sin necesidad de parar el auto en alguna parte del trayecto, Kyungsoo se sentía bastante extasiado tirando de la camisa de Sehun por la cabeza, mientras el otro, cerraba la puerta principal. Riendo, Kyungsoo colocó un dedo sobre sus labios. ―¡Shhh! No despiertes al cachorro.

Sehun comenzó a reírse de él, antes de tomar su cara y besarlo nuevamente. Su cuerpo estaba débil debido a todo el alcohol que había consumido, por lo que le tomó más tiempo del que hubiera querido para quitarle esa molesta ropa y aclamar más fuerte de lo previsto cuando los boxers de Sehun finalmente aterrizaron en el piso. ―Shhhhh ―recordó Sehun con una sonrisa, antes de tirar el labio del mayor con los dientes.

―Mierda ―sopló Kyungsoo, dejándose caer de espaldas sobre la cama, para que así Sehun gatee encima de él.

―Me follaste la última vez ―le susurró Sehun al oído mientras sus manos comenzaron a bajar hasta su pene casi duro. ―Pero la verdad, es que ahora tengo muchas ganas de cogerte.

Kyungsoo gimió un "sí" cuando Sehun masturbó ligeramente su pene, sus caderas se levantaron de la cama. ―Oh Dios, si ―ahora estaba funcionando bajo sus instintos, sus pensamientos no podían formarse plenamente mientras Sehun atacaba su cuerpo. Sehun era cálido y Kyungsoo estaba disfrutando de él, pequeños gemidos escapan de sus labios mientras acariciaba su plena dureza.

―¿Lubricante?

―Está en... ―Kyungsoo miró al rededor de la habitación por un minuto antes de que sus ojos se posaran sobre la mesita de noche. Intentó darse la vuelta para tomarlo, pero de momento había olvidado que Sehun aún seguía encima de él. Estaban desprevenidos por lo qué terminaron cayendo de lado, Kyungsoo se arrastró sobre Sehun para llegar al cajón, sintiéndose realizado cuando palpó el embase de lubricante y luego los condones.

Sehun envolvió sus brazos alrededor del mayor mientras reía, con el rostro enterrado en su pelo. ―¿Cómo es que puedes ser tan adorable?

Kyungsoo gimió en protesta, empujando a Sehun para que esté de espaldas y otorgando una característica sonrisa, como las de Jongin antes de continuar. Hizo un largo camino con su lengua hasta llegar a la polla de Sehun, antes de envolver sus labios alrededor de la punta y chuparla. Sus dedos indagaron en las caderas delgadas de Sehun para sujetarlo y poder tomar más de él en su boca, dejando que su pene golpeara hasta el fondo de su garganta. Sehun dejó escapar un fuerte gemido en agradecimiento y Kyungsoo respondió agarrando sus nalgas y chupando, por lo que la lengua de Sehun blasfemaba palabras lujuriosas, sintiendo a Kyungsoo balancear su cabeza de arriba hacia abajo en su pene, lamiendo y chupando a un ritmo acelerado.

Una sorpresiva mano, tiró de su pelo y lo alejó. Kyungsoo fue arrastrado para encontrarse con un sonrojado Sehun antes de que sus labios chocaran otra vez. Gimiendo, Kyungsoo lo besó con fervor, oprimiendo su erección contra la suya, la saliva hacía el deslizamiento, mucho más fácil y placentero. Pero no lo suficiente. Kyungsoo recibió el lubricante de las manos de Sehun y se sentó, montándose sobre el estomago del más joven, al tiempo que se embardunaba los dedos. Normalmente se habría negado a hacer algo tan descarado, pero en estos momentos se sentía tan disgustado de sí mismo, por lo que hizo una demostración de ello. Se aseguró de que Sehun estuviera mirándolo directamente a la cara mientras deslizaba un dedo lubricado dentro de su propio culo. Hundió un dígito y se lamió los labios antes de mordérselos cuando percibió que llegó al fondo. Sehun gruñó y pasó ambas manos, por los muslos de Kyungsoo sin quitar la mirada codiciosa de sus ojos.

Deslizó un segundo dedo, el cual hizo que su mandíbula aflojara y comenzara a respirar con pequeños jadeos, su cuerpo empezaba a sudar. Cada vez estaba más impaciente por los movimientos de sus caderas, porque podía sentir la dura polla de Sehun golpeando contra su espalda. No podía esperar para montarla. Tres dedos dentro de él y la cabeza de Kyungsoo, cayó para atrás, dejando al descubierto su cuello mientras finalmente ya estaba lo suficientemente dilatado. Sehun agarró el condón y se lo puso, el mayor estaba completamente lubricado, asegurándose de exprimir mientras lo acariciaba, deleitándose de la manera en que Sehun empujaba en sus manos.

Luego, agarró la base de su miembro mientras Kyungsoo se levantaba, bajando hasta que la punta tocara su entrada. Y con una última profunda respiración, empujó con fuerza hacia abajo y se hundió hasta que fue completamente atravesado por el pene de Sehun. Los muslos de Kyungsoo temblaban en el esfuerzo de no moverse porque incluso estando ebrio, sabía que sufriría si comenzaba a moverse demasiado pronto. Cosa que ahora no le molestaría, pero después del efecto del alcohol ya extinguido de sus venas, tendría suerte si al menos fuese capaz de caminar. Se tambaleó en su impaciencia, conformándose con apretar sus músculos alrededor de la longitud de Sehun.

Cuando estaba listo, se inclinó lo suficiente para sostener sus manos sobre los muslos de Sehun. Comenzó con movimiento de caderas, pequeñas sacudidas que enviaban un agradable torrente de placer a través de su cuerpo embriagado y Sehun gemía debajo de él. Las manos de Sehun se trasladaron de sus muslos hasta sus caderas, una súplica silenciosa, finalmente se levantó antes de volver a bajar. No pasó mucho tiempo antes de que estuviera siendo asistido, Sehun ayudándolo a rebotar sobre su pene, hacía del momento, algo muy bueno. Pero, las pequeñas olas de calor extendiéndose aún más cada vez que su culo aterrizaba en las caders de Sehun, le recordó algo, que su mente nublada estaba intentando sacarlo de esta increíble sensación de ser follado a fondo.


Jongin.


Una imagen del hombre apareció en su cabeza y Kyungsoo cerró los ojos. El Kyungsoo sobrio quería quitar todos esos pensamientos de Jongin, pero el Kyungsoo ebrio no podía hacerlo. Cerró sus ojos de golpe mientras se masturbaba a sí mismo, además de sentir la polla de Sehun dentro suyo, imaginando que estaba con Jongin; que eran las manos de Jongin las cuales presionaban contra la piel de sus caderas, que eran los gemidos de Jongin los que resonaban en oscura habitación. Incluso, el sólo hecho de pensar en el otro hombre, hizo que su excitación se expandiera un poco más hasta que latía con tanta fuerza que dolía. Un gemido escapó de sus labios y Sehun se detuvo abruptamente.

La habitación daba vueltas mientras Kyungsoo caía de espaldas. Aterrizando en la cama con un 'oomph' mientras el aire fue quitado de sus pulmones. Bastó un momento antes de que Sehun se deslizara de nuevo hacia él, y Kyungsoo suspiró fatigado, envolviendo sus piernas alrededor de su cintura. Ahora, el ritmo iba más rápido, el ágil cuerpo de Sehun que estaba cubriéndolo, se movía dentro y fuera, tan fuerte y tan preciso. Sin embargo, no lo suficiente como para mantener a Jongin fuera de sus pensamientos.

Jongin hubiera sabido el ángulo exacto para empujar dentro de él, el ritmo perfecto para que sus caderas se movieran juntas sin siquiera tener que pensar en ello, y la manera correcta en cómo acariciar su pene hasta derramar el semen, a través de su estómago. Pero este era Sehun, por lo que tardó unos minutos en poder encontrar el lugar correcto, Kyungsoo no era capaz de seguir el ritmo de sus embestidas, ya que eran demasiado rápidas. Y en el momento que Sehun tenía la mano alrededor de la polla del mayor, se volvió una masa gimiendo en necesidad, no pasó mucho tiempo para que alcanzara el orgasmo, después de todo, era Jongin al único que podía ver a través de su mente.





Kyungsoo despertó por la mañana, con un fuerte dolor de cabeza, el estómago revuelto y sin compañía en su cama vacía. Se las arregló para ponerse de pie sin caer, y a pesar de la forma en que su habitación daba vueltas, pudo llegar al baño a tiempo para vomitar todo el alcohol que seguía en su estómago. Lo cual no era mucho, a juzgar por la cantidad de ácido que estaba quemándolo camino hasta su garganta. Mierda, va a matar a Kris por siempre sugerirle que se emborrache.

Cuando las náuseas se fueron, al menos por el momento, los recuerdos de lo que exactamente sucedió ayer por la noche se estrellaron contra él, nuevamente se sentía enfermo. La culpabilidad fluyó, hasta sentir en cómo se deslizaba por su cara con forma de lágrimas. Se acurrucó al lado de la bañera, con las rodillas apoyadas en el pecho, y lloró.

Lloró porque Jongin no estaba allí para cuidar de él.

Lloró porque se sintió que fue infiel a un hombre que no era suyo.

Lloró porque estaba tan enamorado de Jongin, que se sentía perdido sin él.

Lloró porque no había otra persona que lo ahuyentó, sino él.

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