Default State of Being [KaiSoo]

Capítulo Cuatro

Kyungsoo casi podía saborear la emoción de Jongin y realmente tenía miedo de porqué estaba tan condenadamente feliz.

―¡Kyungsoo! ―exclamó alegremente mientras miraba al mayor, apoyado al lado de su escritorio con la cabeza posada sobre sus manos.

Era capaz de ver la cola imaginaria de Jongin moviéndose lo suficientemente fuerte para estremecer su parte baja por completo.

―Si no es algo que acelere y prolongue el tiempo de ésta paja no me interesa ―el mayor miraba su ordenador portátil con atención mientras sus dedos bailaban sobre el teclado, sin esfuerzo alguno, mostrando sus años de experiencia.

―Por algo es una paja ―dijo Jongin alegremente en lo que se levantaba y sentaba sobre el escritorio justo al lado de la computadora portátil. Se inclinó para desabrochar los pantalones vaqueros de Kyungsoo pero este último le dio palmadas, alejándolo.

―¿Podrías mantener tus manos lejos de mis pantalones el tiempo suficiente para que logre terminar esto, por favor?

Ni el puchero de Jongin fue capaz de apartar los ojos del hombre mayor en la pantalla que se llenaba de palabras. De vez en cuando apretaba la tecla retroceso manteniéndola pulsada durante unos segundos antes de volver a leer la secuencia y escribir otra vez. Era siempre la misma canción y danza, ambos estaban acostumbrados a ello. Pero eso no significaba que a Jongin le tenía que gustar.

―¿Alguna vez te has detenido a pensar cuántas veces has utilizando la palabra pene en tus novelas?

―No.

―¿Cueva?

―No.

―¿Salchicha?

―Cállate.

―¡Palpitante!

―Te odio ―ahora Kyungsoo golpeaba la combinación Control + F escribiendo la palabra "palpitante". ―Mierda ―murmuró en voz baja. Miró a su estantería antes de levantarse de la silla.

―Juro que si te levantas para tomar un diccionario de sinónimos en lugar de utilizar el Internet te cortaré los dedos.

Kyungsoo se sentó rápidamente y evitó mirar arriba hacia un Jongin claramente divertido. El hombre más joven se deslizó del escritorio hasta quedar en pie detrás de la silla de Kyungsoo y miró todas las maravillosas palabras que fueron apareciendo en lugar de "palpitante".

―Me gusta pulsante.

―Ahí lo tienes ―dijo Kyungsoo con un resoplido divertido.

―También podría ir con “temblor" pegajoso.

Kyungsoo dejó escapar un largo suspiro mientras Jongin comenzaba a leer las otras sugerencias que el siempre tan práctico diccionario.com le daba. Joder, sólo quería terminar esa parte para que pudiera pasar a cosas más interesantes. Y no se refería a la trama. Cansado de escuchar la bulla incesante, Kyungsoo giró, agarró la camisa de Jongin y jaló al hombre para darle un beso contundente. Por supuesto, el otro respondió con entusiasmo y Kyungsoo lo saboreó por un momento antes de alejarlo sutilmente.

―Cállate. La maldita. Boca.

Con el tiempo había aprendido a manejar a Kim Jongin.

Ahora la sala estaba rodeada de un silencio gratificante por la rápida pulsación de teclas en el ordenador. Jongin seguía posado detrás de él, pero estaba tranquilo, con la cabeza apoyada en el hombro de Kyungsoo mientras observaba las palabras que fluían a través de la computadora portátil. Kyungsoo no sabía si el hombre más joven en realidad leía lo que estaba en la pantalla o sólo necesitaba un lugar que buscar para que pudiera concentrarse en mantenerse inmóvil. Estaba bastante seguro de que era lo último, pero Jongin lo había sorprendido antes.