Libertad

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En este cubículo hace frío, no tendrás una chaqueta o algo, ¿no?

***

Zack y yo nos escondimos de la mirada de los guardias. La puerta era roja, con símbolos grabados en ella.

***

"Te devil is gonna make me a free man". Me da mucha pereza tener que explicarlo todo, pelea dientes y pues los guardias murieron.

***

Tras pasar la puerta aparecimos en un callejón sucio lleno de ratas, Zack sabía qué sitio era, pero yo nunca había estado en la Tierra, en el mundo de los mortales, era de noche, mis sentidos se agudizaron mientras miraba a todos lados,

-Nunca has estado aquí, ¿Verdad?- me miró, lo miré de vuelta,

-No pero conozco a alguien que vive aquí, sé qué hacer-. Sabía perfectamente lo que hacía ya que varias veces había escuchado a los demonios hablando de su estancia aquí en la tierra. Miré a Zack, se puso una capucha, sus ojos brillaban y sus pupilas se dilataron.

***
Anduvimos hasta un bar en el que había solo hombres, con barbas puntiagudas y tatuajes, nos miraron. Mi ropa estaba manchada de sangre y barro, sonaba rock, esa música me gustaba. Zack pedía en la barra mientras yo me paseaba por el local mientras me miraban, entré al baño y cerré con pestillo. El espejo reflejaba mi pelo desaliñado y mi cara sucia, abrí el grifo y me lavé la cara, me peiné con los dedos. Salí del baño y visualicé a dos chicos, jóvenes, intenté leerles la mente pero algo me lo impedía, no podía hacer nada "mágico", a sí que usé mis habilidades de mujer para que me invitasen a jugar a los dardos con ellos, Zack no apartaba la mirada de mí. Le robé la cartera a uno, pero un motero se dió cuenta,
-¿Te creés que somos tontos?- dijo agarrándome la muñeca fuertemente, yo tenía un dardo en la otra mano, -si quieres guerra la vas a tener pelirroja- añadió acercándose a mi, sin pensarlo le hice una llave de brazo bastante dolorosa. Todo el bar se puso en pié, en silencio registré al motero y lo tiré al suelo de una patada. Sentí cómo alguien venía a mis espaldas, giré y me aparté del agarre de otro, y comenzamos una pela la cual obviamente gané. Dos borrachos intentaron tocarme, y uno de ellos acabó con un dardo en el brazo, no quería matar a nadie, hasta que el camarero me apuntó con una escopeta. Con todas mis fuerzas intenté usar mis poderes psíquicos, pero no pude, iba a dispararme, pero antes de apretar el gatillo Zack le había partido el cuello y quitado la escopeta. Había otro hombre con un arma detrás de Zack, sin pensarlo le tiré el otro dardo que me quedaba entre ceja y ceja, se desplomó.

Los demás hombres allí presentes habían salido despavoridos, yo cogí el arma del segundo hombre, la guardé y me senté a beber la cerveza que Zack me había pedido mientras miraba correr la sangre por la nariz del segundo cadáver en el suelo. Zack cogió todo el dinero de la caja registradora y registró a los muertos.

Cuando me acabé la cerveza, (bebida divina para mí) robé anillos con símbolos satánicos y un collar de algo que parecía oro con diamantes, una pasada. Intenté quitarles también ropa que me valiera, un chaleco vaquero sin mangas y con un montón de parches, una camiseta negra y un pantalón corto algo roto y desgastado, junto a unas botas de cuero que me quedaban grandes. Zack también cogió algo de ropa, pero no tan bonita como la mía. Le miré,
-Ya veo que sabes lo que haces, pero no puedes usar tus mierdas de ángel- me dijo colocándose la camiseta,
-Es como si hubiera algo que me lo impidiese, es raro- dije cargando la pistola.

***
Agente sé que está mal, si, pero tenía que defenderme de alguna manera.

Between Heaven and Hell.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora