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CAPÍTULO 12 | Lo que el destino quiera

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CAPÍTULO 12 | Lo que el destino quiera.

𝘐𝘴𝘭𝘢𝘴 𝘛𝘶𝘳𝘤𝘢𝘴 𝘺 𝘊𝘢𝘪𝘤𝘰𝘴.

Leandro ingresa a la habitación descalzo y con cuidado, dejo mi celular de lado para mirarlo, tenía la ceño algo fruncido y también se notaba cansado y rojito de tanto estar en el sol y no de haberme hecho caso para que se ponga protector.

—¿Ya se durmió? —pregunto, Leandro asiente subiéndose a la cama con lentitud.

—Si... —suspira y se ríe para contar—. No se dormía más el hijo de puta... Victoria ya dormía hace media hora y el seguía con pilas puestas.

Me río bajo todo para no despertar a los chicos que estaban a la habitación pegada a la nuestra. Hoy era la última noche que pasábamos juntos como una especie de familia, mañana almorzariamos y podríamos pasar un rato en la playa para después partir por la tarde.

—Pasa que durmió siesta Gio. —le digo recordando como se quedó rendido en mi pecho en la tarde, dónde estuvo como hora y media durmiendo así.

Giovani el primer día al verme fue muy tímido aunque corriendo las horas se soltó, era un amor, era un calco físicamente y como de carácter a Leandro, en cambio Vicky si se notaba que le costaba darse y me mira con desconfianza pero admito que este día fueron más simpáticos conmigo, más Victoria, solo necesitaba eso confianza. Con respecto a Leandro y yo, tratabamos de no besarnos en frente ellos, sabíamos que iba a hacer mucho para ellos así que éramos cautelosos, pero para mí sorpresa la estaba pasando mejor de lo que espere.

—Tomo confianza rápido con vos. —murmura Leandro para abrazar mi panza, de manera que queda boca abajo contra mi cuerpo.

Sonrío para llevar mi mano a su pelo y acariciarlo.

—Estoy enamorada de él y de Vicky, aunque le cuesta más a ella darse...

—Si, seguro, es muy desconfiada y sigue preguntándome que somos... —me comenta Leandro y niega con su cabeza—. Ya se le va a pasar...

Asiento sin más y nos quedamos ahí en silencio mientras yo tenía la vista de los ventanales que daban directo a las playas más lindas que ví.

—¿Y de mi estás enamorado? —suelta como si nada Leandro.

—¿Eh? —me rio, Leandro saca mi cabeza de mi panza para verme.

—Dijiste que estabas enamorada de Giovani. —recuerda y entiendo y suelto una carcajada baja.

Pasó mi mano por su cara y nariz.

—Hace tiempo. —es lo que contesto.

Paredes sonríe y se levanta para colocar sus piernas a lado de las mías y apoyar su rodilla en el colchón.

—Vos me estás enamorando. —confiesa con sus ojos claros sobre mi—. ¿Todavía querés conocer París?

Arqueo una ceja sorprendida y asiento con mi cabeza como una nena.

—Eso ni se pregunta. —suelto y él se ríe.

—Que te parece... —comienza y se acomoda mejor para verme—. ¿Dejamos a los nenes y vamos, de paso te quedas unos días conmigo? ¿Que opinas?

—No te puedo decir que no. —sonrio juntando mi cara a la suya.

Leandro roza su nariz con la mía y terminamos besándonos.

—Te quiero, mucho, Delfina... —susurra en mi cuello para reírse—. No sé qué me hiciste pero uff... No pares.

Eso me hace soltar una carcajada y abrazarlo con fuerza.

—Gracias por estos días, por haber venido conmigo, por ponerle ganas con los dos chicos, sé que te hace difícil más Victoria pero me doy cuenta que ni así dejaste o te frenaste y eso se nota, que lo querés intentar y para mí eso es suficiente. Lo valoro muchísimo aunque no lo creas y eso es lo que quiero alguien que quiera lo mismo que yo y que adore a mis hijos y a vos se te notó estos días.

—Me vas a hacer llorar, ojitos color de cielo. —digo tratando de no pestañear porque caería una lágrima en su espalda.

—Y aunque no te lo diga, me gusta que me digas así. —admite bajito para después reírse.

—Perfecto porque no iba a parar de decírtelo. —me burló.

Nos quedamos en esa posición charlando y riéndonos también escuchando como se quejaba Leandro por sus quemaduras, también aclaramos el tema de ir a París, el quiere ir y yo también, también me propone la idea de quedarme días pero debería pensar en la facultad todavía así que lo freno y que cambiamos de tema para disfrutar la última noche en ese hermoso lugar.

—Eu. —murmura y levanta su cara para verme, por unos segundos sus ojos se queda fijándose en los míos hasta que lo suelta—. Sos hermosa.

Mi corazón estalla de felicidad con esa simple palabras a pesar que solía decírmelo está vez lo veo diferente y no puedo contestar aquello, solo agarró su cara con mis manos para estirarlo encima mío y besarlo con intensidad. Las manos de él rápidamente bajan a mi cintura sosteniendome mientras se recuesta por mi cuerpo.

Sus besos paran como sus movimientos entonces abro mis ojos viendo cómo me veía.

—Gracias por venir conmigo, Delfina.

Le doy un piquito en los labios para después contestarle.

—Las veces que vos quieras.

La curvatura de sus labios es notable y suelta lo que hace rato esperaba escuchar de sus labios:

—Te amo, Delfi.

Para que después hacerme el amor con mucho amor y es la primera vez que se notaba tanto el cariño entre nosotros y pienso que por fin se había dado en el amor y conseguí mi amor verdadero, Leandro.








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cortito pero resumido porque ya había mucho amor (?) ni siquiera pensaba hacerlo de 20 partes pero esto salió de imprevisto y sin pensar casi, así que gracias por haber votado y comentado siempre.😭❤️

las amo🤩❤️



True love | Leandro Paredes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora