Mi Omega: Mi Lindo Omega ||Kookmin||

➣5

Jimin se dirigió a la habitación que compartía con Taehyung, encontrándolo con Hoseok explicándoles algunas cosas.

Al salir de la ducha y al tener toda su ropa completamente empapada, se vistió con una camiseta del alto que le cubría hasta los muslos.

Jungkook no le había permitido ir en busca de sus cosas sin ropa interior, por lo que le tendió un bóxer que había dejado en su habitación antes de dejarle ir con una palmada en su trasero.

‒¿Minnie? ‒cuestionó extrañado su amigo.

‒Uhg... Yo... Dormiré con Jungkook hoy, Tae. ‒explicó a la par que juntaba algo de ropa y preparaba su bolso con los papeles y libros.

‒Oh... ‒dijo alargando la vocal y sonriendo al final.‒ En ese caso. Buena noche... ‒alzó sus cejas sugestivamente.‒ Nos vemos en la cena.

‒Buena noche a ti también. ‒dijo divertido ante el sonrojo de su amigo, saliendo de la habitación con su ropa y bolso.

‒¡Idiota! ‒gruñó y arrojó una almohada a la cerrada puerta, escuchando la risa del menor de fondo.

Jimin dejó su bolso al pie de la cama y su ropa dentro de los cajones, antes de acostarse junto al mayor por unos minutos hasta ser llamados para cenar.

En ningún momento hablando sobre la reclamación.

Aún no eran presentados oficialmente a la manada o algo, por lo que no formaban parte de ella en su totalidad... No aún.

🐾

‒Jimin, ¿Qué sucede? ‒cuestionó con amor su pareja.

Era la hora del almuerzo y se habían sentado a comer en la pequeña mesa ratona de la sala de espera del local.

Jimin la había ocupado con algunas de sus hojas, resolviendo los ejercicios que el mayor le había dado.

‒No entiendo esto. ‒lloriqueó mostrando el problema en su hoja. El mayor rió y dejó a un lado su hamburguesa, limpiando sus manos con la servilleta de papel y se acercó aún más a su pequeño.

‒Bueno... ¿Qué sucede cuando pasamos algo de este lado a éste? ‒cuestionó señalando un lado del problema, hasta llegar al otro lado del signo igual.

‒Cambia el signo, lo sé, Kookie. ‒mumuró observándole. Su ceño estaba levemente fruncido y los labios abultados en un tierno mohín.‒ Pero es una equis.

‒Lo sé. ‒rio y besó castamente los mofletes contrarios.‒ La equis es negativa, por lo que es positiva al pasar al otro lado. ‒explicó a la par que trazaba con el lápiz sobre la hoja.‒ Solo debes sumarlas, así.

Jimin le observó atentamente trazar las equis a un lados y sumarlas, formando un número delante, entendiéndolo a los segundos.

‒¡Ya entendí! ‒gritó emocionado. El mayor rio y pasó su mano a la nuca del rubio, llamando su atención.

Ambos se miraron en silencio por unos segundos, antes de sonreír y besarse con dulzura, retomando su almuerzo y estudios.

Jungkook había vuelto al trabajo, encargándose de una pieza de brazo, tomándole un par de horas y él se encontraba en el mostrador, mordiendo la punta de su lápiz a la espera de clientes.

Una mujer humana de castaños cabellos entró al local, haciendo que la nariz de Jimin se frunciera debido al feo almizcle que traía, igual que encontró en Jungkook el día anterior.