Capítulo 17: Sabine

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Al fin me arme de valor y sujetando fuertemente la mano de Félix, entre a esa panadería, la mujer que atendía la caja me miro de nuevo con esa mirada interrogante, como si sospechara que yo era la hija que perdió hace mucho tiempo... llegado a este punto me quede sin palabras y casi di la vuelta para salir del lugar, pero Félix me detuvo.

- Buenos días – saludo acercándose hacia la mujer que atendía el local -. ¿Es usted Sabine Cheng?

Tikki nos había dicho el nombre de mis padres. Mire a la mujer sin saber si deseaba que se negara o que aceptara.

- Si soy yo – contesto la mujer, yo permanecí congelada junto a Félix ¿Desde cuándo soy nerviosa? Era yo quien perseguía a Félix a todo lado, le abrazaba aun cuando me rechazaba y unas cuantas veces intente besarle sin mucho éxito... creo que los dos siempre pensamos que yo era una persona sin ningún tipo de nervios, pero tanto para él como para mi este recién descubierto nerviosismo era una sorpresa.

- ¿Tenía usted una hija llamada Marinette? – pregunto Félix que también parecía algo incómodo pero como nunca ha sido muy expresivo apenas se le notaba, la mujer pareció interesarse mucho por lo que Félix le decía, yo diría que parecía muy conmovida.

- Si – afirmo casi sin aire para luego preguntarnos con aire desesperado -. ¿Es que sabe algo de ella? ¿Por qué me ha preguntado eso?

- Bueno... - Félix parecía aún más incómodo que antes y como siempre cuando estaba nervioso comenzó a jugar con lo que tenía en las manos, en este caso, mi mano, movió los dedos vacilantemente y me soltó para luego volverme a atrapar mientras acariciaba mi muñeca -. No estoy seguro pero creo que mi Bridgette podría tener algo que ver... o ser vuestra hija, ella perdió la memoria hace diez años...

Félix pareció no saber cómo continuar y yo me encontraba completamente muda a su lado, la mujer de la panadería... Sabine, salió del mostrados y se acercó a nosotros, clavo en mí su mirada interrogativa y luego me tomo las manos, Félix me había soltado cuando ella hizo ademan de querer acercarse, su ojos me recorrieron llenos de preguntas y cuando termino su análisis elevo su mano para acariciarme el pelo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

- Marinette – susurro antes de abrazarme fuertemente, yo aún sin saber cómo reaccionar le correspondí el abrazo luego de un rato.

Despues apareció mi padre, cuando Sabine le explico lo que había pasado, me estrecho con fuerza entre sus gruesos brazos y también se puso a llorar. Ellos lloraban de alegría por volver a verme y yo... solo podía observarles ajena a sus sentimientos porque para mí seguían siendo dos completos desconocidos, pero les deje abrazarme porque sabía que aunque sus rostros no me fueran familiares ellos eran mis padres, aquellas personas que desde hace diez años estuvieron sufriendo mi desaparición.

- ¿Cómo se llama el muchacho que te acompaña? – me pregunto Sabine.

- Es Félix, mi novio – le respondi, ellos parecieron tomárselo muy bien, incluso sonrieron con amabilidad.

- Mucho gusto Félix – dijo Sabine -. Gracias por traerla de vuelta.

- De nada – contesto Félix secamente.

- Hola muchacho – dijo Tom poniendo la mano en el hombro de Fél -. Es un gusto conocerte.

Cuando el momento de emotividad paso nos invitaron a almorzar. Félix estaba muy callado, los Dupain eran muy hospitalarios y sé que él no está acostumbrado a que le traten tan informalmente, desde la muerte de su madre Félix se marchó a Inglaterra para estudiar, eso sumado a no era muy cercano con su hermano y su padre era un hombre muy frio (admiro mucho a Gabriel Agreste pero hay que reconocer que no es alguien muy afectivo) hacen que Félix no estece muy acostumbrado a estas cosas familiares, y yo... yo tampoco estoy acostumbrada a esto, lo más cercano que recuerdo de una familia son mis amigos y Félix que desde nos convertimos en pareja estuvo acompañándome siempre.

La chica que una vez fuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora