Al caer el sol suspendimos nuestro paseo por la ciudad y fuimos a comer a un restaurante, no muy elegante, tampoco un mal lugar, solo un sitio como esos a los que no frecuento mucho.
- ¿Qué harías si pudieras recordarlo todo de nuevo? – le pregunte de improviso, ella que estaba bebiendo de su copa, solo giro sus ojos hacia mí y no se apresuró a contestar.
- No lo haría.
- ¿Porque? ¿Qué es lo que no deseas recordar?
- No me malinterpretes Adrien – dijo ella desviando la mirada -. De poder regresar mi memoria sin ninguna consecuencia lo haría pero... no quiero hacerme falsas esperanzas, mis primeros catorce años han desaparecido y tengo que hacerme a la idea de que no regresaran.
- Eres muy pesimista... pareciera que te has rendido antes de intentar buscar una solución.
- Prefiero no perder el tiempo en cosas que lo más seguro, sean imposibles... aunque tengo algo.
- ¿Qué es?
- Mi diario, aparentemente tenía la costumbre de llevar uno, es mi anterior yo contándome quien fui.
En ese momento trajeron los platos, ahora viendo a Bridgette sentada en frente de mi no logro ver en ella a Marinette, comienzo a dudar si se trata de la Marinette real o la imagen idealizada que todo el mundo dice que tengo, pero luego del día de hoy puedo asegurar que Bridgette no es nada de lo que hubiera esperado.
Esta mañana me lo conto todo, como conoció a Félix, no puso filtros, describió que su relación comenzó prácticamente acosando a mi hermano, que a la final el termino cediendo y enamorándose de ella, me conto también muchas de sus inseguridades, my Lady no tenía ninguna, Ladybug sabía qué hacer en que momento y cuando... no como Bridgette que confeso que muchas cosas solo se había atrevido a hacerlas porque Félix o sus amigos la respaldaban.
También hablamos de París... y de Londres, porque ella habla de Francia como un destino turístico, me describió el metro y su vida allá, también dijo que nunca pensaría en mudarse fuera de Inglaterra por demasiado tiempo... le hubiera dicho que yo iría a donde quiera que fuera ella pero... para ese momento yo ya dudaba de si la amaba.
La cena fue en silencio, también el regreso a casa... me permitió pensar en todo, en Marinette... esa adolecente que ame con locura y acababa de desvanecerse frente a mis ojos, si hubiera seguido desaparecida pude haber seguido imaginando encontrarla siendo como era en mis fantasías, si hubiera muerto pudiera seguir recordándola como el más grande amor que pude haber tenido en mi vida, pero ella está viva y acabo de descubrir que le ha pasado lo que mataría muchas historias de amor, ella ha crecido, ha cambiado, y ahora ya no es como querría.
Y yo también he cambiado, ya no soy quien era hace diez años.
Al fin me percato del auto con el que por casualidad nos hemos topado muchas veces el día de hoy, un auto que me suena muy familiar porque es uno de los de mi padre, debí haber imaginado que Félix no la dejaría venir completamente sola a la cita.
No le menciono a Bridgette que he descubierto que nos espían, ya no importa, cuando me detengo frente a la panadería me despido con un simple "Hasta luego" tan cansado y melancólico que ella tarda bastante en responder.
En esta época del año, la luz de la luna ilumina toda mi habitación, no me molesto en encender las luces, solo me tiro a la cama sintiéndome vacío... Marinette se había instalado en mi alma desde que desapareció, pensarla y extrañarla eran sentimientos constantes que eran ya parte de mí, pero ahora... ahora se ha ido, ha regresado a sí misma, me ha abandonado al fin, después de diez años.
Un arranque de rabia se apodera de mí y lanzo una de las almohadas de mi cama al otro extremo de la habitación ¡Este era su plan! Ella quería desilusionarme, estaban tan seguros que funcionaria que incluso Félix le permitió tener una cita conmigo... y lo habían conseguido.
Pero después de diez años de imaginarme a mí mismo como una sombra humana, un ser melancólico sin más objetivo que llorar a su amada... un fantasma de quien debí haber sido, me siento perdido, ¿Qué hacer? ¡¿Qué se supone que haga ahora con mi vida?! Si ya no existe a quien ame con tanta dedicación casi la mitad de mi vida.
- Adrien, mejor deja de pensar en mujeres... conozco la mejor manera de subirle el ánimo a alguien, solo hoy, compartiré algo de mi queso contigo – Ofreció Plagg volando con su queso apestoso a mi alrededor.
- Plagg – dijo frunciendo la nariz -. Aleja eso de mí.
- Tú te lo pierdes.
El Kwami revoloteo lejos de mí, debía estar fatal para que Plagg se apiadase de mi he intentara reanimarme con sus quesos... él me conocía mejor que nadie, el siempre estuvo a mi lado en la terrible soledad de mi hogar, el me acompaño en mi duelo y escucho (Aunque de mala gana) mis lamentos.
Me puse de pie y me acerque a la mesa donde se había acomodado Plagg a terminar con su queso.
- Tú siempre estás conmigo.
- No tengo de otra.
- ¿Por qué eres tan odioso a veces?
- No soy el único que siempre está contigo, Nino y Kagami pasaban mucho tiempo aquí – dijo él comiéndose de un bocado un trozo de queso y luego lamiéndose las manos ¿O las patas? ¿Cuál es la manera correcta de decirlo?
- Cierto, y he sido un imbécil con Kagami... hace días que no la llamo... debe ya aborrecerme.
- ¿Y cómo quieres que lo sepa?
La respuesta del irresponsable Kwami hizo que la necesitad de disculparme con mi novia se apoderara de mi... quizá haya perdido a Marinette, aunque comienzo a creer que mi certeza de que alguna vez fue mía era una manera de engañarme, pero Kagami... definitivamente no quiero perder a Kagami.
Ella siempre ha estado allí, con su eterna paciencia y su rostro estoico, nunca parece afectarle nada... ¿Por qué siempre me pasa lo mismo? ¿Por qué siempre me doy cuenta de que amo a alguien cuando la he perdido o estoy a punto de hacerlo?
Nunca supe que amaba a Marinette hasta que ella desapareció, ahora que me he dado cuenta de que amo a Kagami, espero que no sea tan tarde como hace tiempo, no quiero cometer el mismo error dos veces.
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La chica que una vez fui
FanfictionHace tiempo Marinette desapareció sin explicación alguna, sus padres y amigos la buscaron sin descanso pero ella jamás regreso... La incertidumbre de su desaparición les tortura hasta ahora. ¿Que ha sido de ti Marinette?