십이 | gusanitos de goma

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—¡DESPIERTEN, DESPIERTEN, DESPIERTEN!— Jisung gritó a todo pulmón mientras saltaba de la cama que compartía con Minho hacia la otra, aplastando a Jeongin, ensordeciendo a Hyunjin y causando que Chan se cayera del colchón con un ruido sordo.

—De nuevo, ¿por qué lo trajimos?— gimió Chan desde la alfombra color crema.

—Porque son inseparables— exclamó Hyunjin con un suspiro y apuntó con un dedo acusador a Minho y al aún  inquieto Jisung—. Ahora empaquen sus cosas, que nos vamos temprano— dijo antes de desaparecer en el pequeño baño.

Suspiros bajos y gemidos molestos sonaban en toda la habitación, pero pronto todos estaban cargando sus maletas en la caravana mientras devoraban un desayuno cualquiera que consiguieron en un café local.

El sol ya estaba alto en el cielo y sus rayos golpeaban al grupo mientras se filtraban en el pequeño vehículo. Minho puso en marcha el motor y giró hacia el camino rural de tierra, bajando la ventanilla para dejar que el sol de la mañana entrara y besara su cansado rostro.

Jeongin se despidió con la mano de los dueños del motel esbozando una amplia sonrisa, con Chan abrazando su pequeña cintura. Jisung miró a la pareja pero pronto volcó su atención a la música que fluía en su cabeza desde sus auriculares blancos. Chan se sentó al frente, ayudando a Minho con las direcciones que dejó Hyunjin, quien dormitaba tranquilo en la parte trasera de la caravana.

El incesante parloteo y el sueño pacífico de Hyunjin se interrumpieron cuando la caravana se desvió inesperadamente hacia una gasolinera, Chan se burló y maldijo a Minho mientras conducía, pero el chico de pelo color miel se defendió diciendo:

—Aprendí en el mismo lugar que tú, así que cállate y observa a los jóvenes.

Esta declaración le valió una mirada mortal de los cuatro muchachos frente a él.

Pronto el tanque estuvo lleno y el grupo se filtró en la pequeña tienda de la estación para abastecerse de bocadillos. Por supuesto, Chan decidió asignar deberes a cada uno de ellos.

—De acuerdo. Minho, Jisung, están a cargo de las bebidas y por favor, no se vuelvan locos, algo de agua natural sería de ayuda— ante esto, Jisung hizo un puchero y Minho no pudo evitar picar su suave mejilla y soltar una risita.

—Hyunjin y Jeongin están a cargo de bocadillos, papas fritas, dulces, sándwiches; lo que sea que puedan encontrar— exclamó y los dos se apresuraron hacia el estante más cercano.

Chan fue a pagar por la gasolina cuando Minho y Jisung colocaron una gran botella de Coca Cola y un paquete de ponche de frutas en el mostrador. Chan escudriñó las bebidas con escepticismo y les ordenó que llevaran agua para todos, así que
la pareja caminó de regreso hacia el estante de bebidas. Tomados de la mano, por supuesto.

Hyunjin y Jeongin, sin embargo, estaban teniendo dificultades para elegir entre los tipos de galletas.

—Quiero las de fudge de chocolate— se quejó el más joven, pero Hyunjin le replicó.

—Las de chispas de chocolate son menos costosas y podremos comprar de otro tipo.

Finalmente, el irritado maknae cedió y fueron a colocar dos paquetes de galletas y cuatro paquetes de papas al mostrador. Chan apartó la vista de la terminal que tenía delante y aprobó algo vacilante las opciones de comida.

Pagaron y trotaron de regreso a la caravana, contentos con la recolección de sus bocadillos hasta que Chan se percató de algo.

—Hey chicos, ¿dónde están Minho y Jisung?— los tres buscaron frenéticamente en el área exterior y alrededor del vehículo hasta que Hyunjin decidió volver corriendo a la tienda.

La grava bajo sus pies se crujió silenciosamente mientras atravesaba las puertas automáticas.

El chico de pelo negro buscó por todos lados a la pareja solo para encontrarlos en el último estante.

Hyunjin se acercó con cautela hacia la pareja hasta que comenzó a escuchar su conversación. Parecía que los dos estaban peleando por un paquete de gusanitos de goma. Jisung quería el paquete sabor fresa mientras Minho ofrecía comprar uno grande surtido para compartir. Una y otra vez Jisung rechazó la oferta, logrando que Minho se terminase yendo con su propia elección de dulces.

El chico de cabello miel caminó distraídamente por delante de Hyunjin— quien no dejaba de reír—, pagó y salió de la tienda dejando a un Jisung enfurecido.

—Vamos Sungie, debemos irnos ahora— el otro no dijo palabra alguna mientras seguía a su amigo hacia la caravana.

El viaje fue tedioso y todo lo que llenó el aire fue el sonido de galletas siendo masticadas y bebidas siendo ingeridas. Minho se centró en la carretera e ignoró las críticas de Chan sobre cómo conducía.

Alrededor de una hora y media más tarde se detuvieron en una pequeña carretera lateral que conducía a las animadas y vívidas calles de Siheung.





Editado [201128]

gloss 「hyunmin」 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora