Girl Crush (Harco/Drarry Fanfic)

-Lavatorios, azulejos y un Draco muy caliente-

Después de aquel pequeño incidente matutino las cosas parecían haberse calmado.

Draco cuidó no toparse con el moreno durante el transcurso del día, calculando que, después de su encontronazo horas atrás, lo mejor sería sumarle unas pocas horas más a su espera.

El rubio podría decir que, después de haber estado pendiente de todo lo que el moreno hacía desde que ambos eran críos, tenía una idea bastante acertada de quién era Harry Potter. Así pues, Draco sabía que el moreno prefería su café negro tan bien como sabía que lo primero que él haría cuando sus ansias asesinas se calmaran sería ir en busca de Draco. Cegado por su estúpida impulsividad Gryffindor y la explosión resultante de la negación a la clara tensión sexual que había entre ambos (misma que Draco simplemente se había cansado de negar a partir de su quinto año en Hogwarts, cuando la voz del moreno se había enronquecido notoriamente y de pronto los sueños húmedos del rubio se habían visto acaparados por esa seductora voz susurrando en su oído).

Pensaba que lo mejor sería encararlo en algún lugar privado, donde cuando Harry quisiese hacerle frente en busca de respuestas Draco voltearía la situación, provocándole.

Quizás un coqueteo descarado por aquí, o alguna pregunta desvergonzada por allá, pegársele al moreno lo suficiente como para tenerlo deseoso de sí y entonces escapar, dejando al auror más necesitado y confundido que nunca. Sí, eso sonaba como un buen plan (*Eso, Brad).

Y entonces....bueno, Draco realmente prefería hacer sus planes en la marcha, así que ya después se las arreglaría.

Ahora mismo se encontraba en una excursión hacia los lavatorios, tres cuartos de hora después de la hora del almuerzo. Pensando (una vez más, cómo no), ¿realmente estaba haciendo lo mejor para Harry?.

Había pasado incontables noches de insomnio sopesando aquella pregunta, ¿Y si Harry estaba mejor escondido en el clóset, rodeado de su fama y su reputación, que con él? y aún peor, ¿no estaría mejor el moreno con alguien más? Con un chico menos complicado, más compasivo, más complaciente, más amable...porque Draco no era precisamente el mejor partido, no para un hombre como Potter.

Porque, sí, Draco era ardiente, pero incluso un cabeza hueca como Potter notaría que también era un ex-mortífago, todavía repudiado por buena parte de la sociedad mágica, y, para terminar, también un homosexual declarado. Así que su reputación no era lo que se esperaría de la pareja del adorado Harry Potter.

Y después de tanto pensar en ello había llegado a la dolorosa conclusión de que, aunque no fuera él con quien Harry fuera feliz, ¿no se merecía el moreno ser feliz con algún otro chico?

Claro, eso no significaba que Draco se rendiría sin pelear, no señor.

Estaba bien ser altruista de vez en cuando, pero Draco era un Slytherin, y si había una posibilidad de conseguir la felicidad de Harry y la suya a la vez, él la tomaría.

Ahora, si Harry se daba cuenta de que él no sería suficiente...bueno, ya lidiaría luego con su corazón roto.

Por ahora se limitaba a planear las cosas en la marcha y esperar a que Merlín se apiadara de su existencia.

Así pues, ahí estaba Draco, cruzando elegantemente la puerta del baño, cuando de pronto se vió estampado contra una superficie detrás de él, Potter empotrándolo sobre los azulejos, todo cabello revuelto y amenazadores ojos verdes.

Sintió como su lívido aumentaba a una velocidad alarmante, mientras el moreno cernía su fornido y oh-por-merlín-tan-caliente cuerpo sobre el suyo, bufándole a la altura de los pómulos (cosa que sólo le recordaba las maravillas que aquel estirón adolescente habían logrado con Potter).