Cpt. 22- Solo mía.

1.2K 127 17
                                    

Narra Karol

Recuerdo que cuando era niña, tenía muchos sueños, como toda niña. Entre uno de ellos era encontrar a un persona que querer con toda mi alma, darle todo el amor que necesitará esa persona.

Al poco tiempo de conocer a Rugge me di cuenta de que él era esa persona.

Conocí a Rugge roto, lastimado y herido por la vida, en especial por ellos, por esas personas que él considera malas.

Cuando veo a Rugge, no se, veo a un niño con miedo, miedo a ser lastimado nuevamente. Y eso me hace pensar y reflexionar del porque era así conmigo desde un principio. Su miedo a tener alguien nuevo que lo lastime y lo abandoné le gana. Lo comprendo, nunca viví eso, pero lo comprendo.

Mire a Caro desde lejos, aún no puedo creer que fuera una de las personas que le hizo daño. No me la imagino haciendo algo para lastimar a alguien. 

Ella sintió mi mirada y volteo, me sonrió y hizo una seña para que me siente a su lado.

Mire a Rugge, él la había visto, y ahora me miraba a mí. Tenía la misma expresión que cuando lo conocí.

Mire a Caro y negue con la cabeza, le di una sonrisa amable y me fui directamente donde Rugge. Cuando me senté a su lado, él sonrió.

—A tu amiga no le gusto nada que te hayas sentado aquí —seguia mirándome.

Voltee a mirar a Caro, tenía la vista en su celular ahora.

—¿Comó lo sabes?

Él levantó los hombros.

—Simplemente lo sé.

—Ok. Hola —me acerqué y le di un beso en la mejilla.

Su ceño se frunció.

—¿Por qué te sentaste aquí?

Su pregunta me sorprendío, yo siempre me siento con él, así que… como que no tiene sentido su pregunta.

—Porque siempre lo hago.

—Pense que te sentaría con tu amiga.

—¿Qué pasó hoy?

—¿De qué? —me respondió con una pregunta. Algo está escondiendo.

—Dime.

—¿De qué? —sonrio.

—Como quieras. Me senté acá porque eres mi novio, y no quiero dejarte sólo, así de simple.

—¿Tu novio? —su sonrisa se hizo más amplia.

—Sí. Mmm —me acerqué un poco— mi novio.

—Oye, te has puesto a pensar que si yo soy tu novio… —asenti, en señal para que siga—… tú eres mi novia.

Por dentro saltaba de la emoción, por fuera, seguro que estaba como una fresa, como él dice.

—Sí —mi voz salió bajita. Creo que voy a llorar.

—Mi novia —se acercó— Mía —siguio acercándose— Sólo mía —lamio con su legua su labio superior.

—Sí —asenti. Sentía que estaba borracha, borracha de muchos sentimientos por él.

¡Ay, Dios! ¡Cuanto lo quiero!

Su sonrisa seguía ahí cuando me beso. Y me sorprendió el beso, porque era suave, delicado… pero mi sorpresa duro poco porque vino lo bueno de los besos que tenía con él, su brusquedad y ese hambre que caracterizaban sus besos y los hacían únicos, apareció. Y lo yo disfrute.

Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora