Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 38- Cafés salados.

Narra Karol

—Pero no le digas nada —sonrio Delia.

Me lo pensé unos segundos antes de asentir y sonreírle a mis cuñadas.

—Ok ¿pero es rico?

—Sí —dijo Daría, tendiendome el cóctel.

Asentí y mire un rato el líquido, suspiré y bebí un sorbo.

—¿Y? ¿Qué tal?

—Esta bien —tome otro sorbo.

—¡Que bueno! —sonrio Daría— Que bonita eres.

—Gracias —sonrei dando otro sorbo.

—Oh, de nada, hermosura.

Asentí y di otro sorbo, estaba rico.

—¿Nos esperas un momento? —pregunto Delia tomando de la mano a su hermana.

—Sí, claro.

Me lami los labios cuando se fueron, se que Rugge se enojaría si le cuento que tome esto, por eso no se lo dire.

—Las chicas que se acaban de ir me dijeron que te de esto —me tendieron un chupito con líquido rosa.

Lo agarre y busqué a las chicas, cuando las encontré ambas me mostraron su pulgar arriba, les sonreí y acerqué el chupito a mis labios, había visto tomar a Ruggero un chupito hace un rato ¿por qué yo no puedo?

Suspire y me lo tome de un solo sorbo, como Rugge.

Suspire con los ojos muy abiertos, sentí que mi garganta ardía por el licor, no se cual sera pero no era algo dulce.

Me tape la boca cuando sentí que quería volver el estomago, empecé a caminar entre la multitud, buscando el baño.

—¡Karol! te encontramos —me agarraron del brazo, cuando voltee vi a Caro junto a Ana— ¡Dios! Estábamos preocupadas.

Asentí con la cabeza y le señale mi boca tapada.

—¿Qué pasa? ¿Estas bien?

Negué con la cabeza.

—Esta por vomitar —murmuro Ana—, hay que llevarla al baño.

—Nos va a matar —susurro Caro.

Me limpie la boca y las mire.

—Mientras no me vea, estará bien, no le diré na… —me interrumpió el vomito.

—Nos va a matar, nos va a matar, nos va a matar… —continuo susurrando.

—¿¡Qué no ves que es un baño de chicas, animal!? —escuche que gritaron.

—Claro que vi, es de chicas, no de putas —y ahí, en ese momento, supe que estábamos pérdidas, Rugge estaba enojado.

Y seguía enojado cuando llegamos a casa.

—Falta quince minutos, falta quince minutos —susurre, y luego entre al baño, me lave los dientes y me moje la cara, me mire al espejo y suspire.

Lo iba a hacer hoy, no otro día, sea como sea hoy perdería mi virginidad, con Rugge.

Una sonrisa se instalo en mi rostro al pensar que seria con él, es el chico que quiero y se que no me arrepentiré de esta decisión jamás.

¡Yisus, aiuda! ¿Por qué…? ¿Qué esta…? ¡Ay, Yisus! ¿Por qué se siente tan bien? ¿Qué esta haciéndome?

—Yisus —un gemido salio de mi boca.

¡Se esta metiendo, se esta metiendo! ¡Alerta, Alerta! ¡Compuertas abriéndose, estén alertas personitas de colores en mi cabeza! ¡Alertaaaaaas!