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Aún sigo sin saber cuánto tiempo ha pasado, cuando tenía trece años apenas y lo sabía debido a que mis padres me lo recordaban, ¿por qué? me recordaban que a esa edad debía salir de casa, y no precisamente de una buena forma. En su tiempo no lo entendía, pero ahora, ahora se que lo decían por qué me darían en venta a cualquiera que les llenará las manos de fajos de billetes para que mínimo sobrevivieran un año más sin hacer algo. De alguna forma me reconfortaba saber que yo valía tanto, hablando de dinero, claro. Por que, que podría valer alguien tan sucio como yo. Nada.

Creo que han pasado tres años desde la última vez que escuche aquella voz, y en realidad ha pasado tiempo desde que yo no escucho nada, ni si quiera el ruido de esos estúpidos péndulos frente a mi. Debido a ello, cada vez que Seokjin viene a esta habitación, mi sangre vuelve a escurrir por mi cuerpo y lo hematomas se dibujan en un nuevo lugar. Seokjin me golpea hasta que se cansa y hasta que por lo menos, ocupe todos los objetos que tiene aquí, en una mesita que no está muy lejos de mi silla. A diferencia de antes, ahora me ha desatado de los pies, pero eso no cambia el hecho de que todo mi cuerpo siga doliendo y que yo siga sin saber que es exactamente lo que ese hombre quiere para mí o conmigo. Pensé que me usaría para algo más, pero solo viene aquí a golpearme, quizá para desahogarse o simplemente por qué le da placer, no lo sé honestamente. No sé cuánto más podré aguantar.

Mi cuerpo ha aguantado bastante realmente, he supuesto que por qué he crecido y después de todo, Seokjin tampoco me tiene tan mal cuidado, a veces se comporta como la gente y me da rápidos baños y me alimenta, la comida que me da es realmente deliciosa y yo jamás había probado algo así, mis padres, ellos no solían alimentarme de forma adecuada así que lo que me dieron nunca fue una comida. Y agradezco a Seokjin por ello, pero sigo odiando lo por qué me mantiene en este lugar, que descubrí es un sótano. Desde donde estoy, puedo ver una pequeña ventanilla en forma de rectángulo muy muy delgada, veo la luz a veces y veo como algunos pajaritos se acercan a ver, quizá ellos son los únicos que saben de mi existencia. Lo único que se de mi es mi nombre, Kim Taehyung. Mi edad aún no estoy seguro, he contado solo tres navidades gracias a que el dueño de la casa no solo es mi secuestrador, por qué eso es, también es padre de familia, así que, me he agregado tres años; 16 tal vez.
Un día más, cuando Seokjin llega a casa de vuelta, cosa que se por que puedo ver la luz que se enciende a través de la puerta, entra al cuarto y me mira. No se ve diferente a los demás días, así que adivino que viene por lo mismo, golpearme hasta que se canse. Pero por extraño que parezca está vez ni si quiera se me acerca, solo toma una silla y se sienta a mi lado.

–quieres irte, ¿no es así?– me molesta un poco que me hable cuando ni si quiera puedo escucharlo. Desconozco tantas cosas que pareciera que aún tengo cinco años, no se leer ni escribir del todo y dudo que pueda hablar a estas alturas y escuchar bueno, perdí mi audición casi un mes después de que me trajeron aquí, no se por que, pero Seokjin sigue moviendo sus labios y yo temo por qué me vuelva a golpear. Por la forma en la que acaricia su cien creo que se ha enfadado, tengo que decirle algo pero mi voz no sale y duele. No puedo mover mis manos para hacer algunas señas así que más pronto que nunca Seokjin volverá a lo mismo, o eso creí. –creo...que no me has escuchado– vuelve a mover sus labios y lo miro intentado entender que es lo que me dice, se levanta tan rápido que la silla en la que se encontraba sentado cae al suelo. Lo veo desaparecer y unos minutos después regresa, trae consigo una libreta y una pluma, observó cómo escribe con rapidez y me pone el cuaderno en el rostro.

»no puedes escucharme, ¿Verdad?«

Yo asiento. Pensé que jamás se daría cuenta. Él camina de un lado a otro y lo veo echar tantas veces aire por la boca, está suspirando. Se vuelve a colocar frente a mi.

»te vas a ir de aquí, pero aún no«

Estoy seguro de que mi rostro expreso felicidad, por qué sentí mis mejillas calientes y humedad en ellas. Estaba llorando, no podía creerlo, aún que Jin me dijera que todavía no, yo era feliz con saber que me dejaria ir. Aún si no sabía nada del mundo, aún si no escuchaba y aun si no tuviera a nadie en mi vida, quería salir, quería vivir y sentir que estaba vivo de nuevo.

»debes prometerme no decir nada de esto, tengo familia y no quiero arruinarlo. Prométeme y júrame que jamás dirás nada«

Yo nuevo mi cabeza tantas veces como puedo como respuesta positiva, puesto que siento que ya no me importa más nada con tal de que me deje libre, pero lo veo volver a escribir y, esta vez tarda más de un minuto. Hago las cuentas en mi cabeza y tarda por lo menos unos cinco o diez minutos. Lo ví escribir y luego detenerse, morder la pluma y su expresión cambiaba cada dos de tres segundos.

»voy a llevarte al médico, te harán estudios y te curarán. Voy a llevarte con un conocido y vivirás con él, prometo que te cuidará y te enseñará todo lo que no sabes, vivirás como una persona normal, con la única condición de que guardes silencio y no te metas con mi familia, se que no los conoces pero quizá llegaste a escucharlos así que no quiero que te acerques a ellos. También quiero que cambies tu nombre y que seas otra persona«

Lo último no lo entendí, quién hubiera imaginado que me pediría eso, al inicio no entendí nada, como era costumbre. Pero después, el hecho de que me mostrará vestidos y ropa de chica me daba mala espina, pensé que era para alguien más pero, estaba equivocado. Yo jamás entiendo nada y, esto no era la excepción, así que cuando intento explicarlo en una hoja, tampoco lo hice, pero eso a él no le importó. Él solo quería deshacerse de mi, imaginaba que yo solo me iría de su vida y lo dejaría. Acepte las condiciones, pero no prometí nada.





Hola de nuevo, me parece que esta vez no está tan largo, pero primero hacerlo mejor la próxima vez. Espero les guste esta historia tanto como a mí me está gustando, les amo 🍑

【señorita】 minvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora