2♡

332 35 9
                                    

Los días seguían pasando, y yo seguía aquí, esperando. Ya no era lo mismo, mi aspecto cambio. No era el mismo chico delgado y demacrado de antes, mi cabello ahora era más largo y mis ojos tampoco miraban de la misma forma, el espejo frente a mi me gustaba, me gustaba lo que veía. No podía asegurar que fuera perfecto, pero estaba conforme con mi cuerpo dentro de lo que cabe, la ropa que Seokjin había traído para mí, me sentaba bastante bien y me gustaba tanto. Era ropa de mujer pero, para mí estaba bien, no se en que momento me acostumbré a usarla, quizá después de la primera semana o un poco antes, cuando mi madre dejaba sus camisas recién puestas en el suelo de mi habitación y yo me las probaba convencido de que solo quería sentir la calidez que ella no me daba, quizá solo cuando comencé a experimentar con ello. No lo sé.

Me mire por un gran rato, la falda en color vino y una blusa de tirantes en color negro me venía bastante bien, mis pies descalzos se veían lindos. Me rió como si todo estuviera bien, aún si no puedo escucharme mi rostro lo expresa bien. Toco el reflejo en el espejo y sonrió de distintas formas, jamás me había visto en un espejo y se siente extraño.

Veo por el reflejo detrás mío cómo la puerta es abierta y entra Seokjin acompañado de alguien a quien comienzo a ver de pies a cabeza y cuando nuestras miradas se cruzan caigo al suelo. No me puedo creer que él esté aquí, no quiero que se acerque y mucho menso que me mire de esa forma, lo odio, odio verlo cerca y odiaria que me volviera a tocar de la forma en la que lo hizo aquella vez tan brusco y tan doloroso. Por que de todas las personas que existen en este mundo, justamente él tenía que aparecerse aquí. ¿Que es lo que planea Seokjin? Mis lágrimas salen sin aviso y tomo posición fetal en mi lugar, siento las manos de alguien y no quiero abrir los ojos para saber de quién se trata, mi rostro es levantado de forma brusca y me topo con la mirada indiferente de Seokjin, me tiene por los hombros y luego se levanto con su ayuda. Hoseok le pasa la libreta y comedia a escribir.

»él es Hoseok, se hará cargo de ti por un tiempo«

Yo niego con desespero y comienzo a llorar con más fuerza, vuelvo al suelo en la misma pocisión y puedo ver cómo se  mueven ambos de un lado a otro, solo miró sus zapatos pero puedo adivinar quien ahora está frente a mi y comienzo a temblar. Me toca y me arrastró hacia atrás, él sabe lo que hizo, él no puede cuidarme. Me muestra la libreta y yo intento leer con mis ojos empapados de lágrimas.

»lo siento, yo no quería asustarte. Te pido perdón por lo que pasó en el pasado, pero ahora he cambiado, de alguna forma«

Volteó mi mirada hacia él, lo veo rascar su nuca. Se ve arrepentido pero no entiendo a qué se refiere con "de alguna forma" continuo leyendo.

»quiero ayudarte por qué estoy consiente de lo que hice y quiero demostrarte que no soy el mismo niño sucio de antes, una persona me ayudó y yo quiero ayudarte a ti, así que por favor, no me tengas miedo. Prometo no tocarte si no es necesario«

No sé si creerle pero supongo que de todas formas no me queda opción y asiento con miedo. Él sonríe y vuelvo a estremecerme, es esa sonrisa que en su momento me hizo sentir bien. Ya me han encerrado y se han dado un festín con mi cuerpo, así que si irme con Hoseok me asegura que dejaré eso en el pasado entonces lo haré. Me levanto decidido, no confío en nadie, pero me iré. Ellos dos comienzan a hablar y yo solo puedo observar, de ves en cuando me miran, es como si estuvieran contándose secretos sin necesidad de ocultarse de mi, y es molesto de alguna forma así que me volteó al espejo de nuevo, aún estoy temblando. Mi miedo no se irá de un momento a otro y estoy seguro de que tampoco terminará del todo. Hasta ahora Seokjin no ha mencionado ni una sola cosa sobre por qué me dejará ir así de fácil ni mucho menos por qué me compro en un inicio y tengo curiosidad.

.
.
.

–te lo llevarás y lo vas a educar como lo has hecho siempre, ¿entendido?– el ahora pelinaranja asintió e hizo una leve reverencia hacia su mayor. Hoseok tenía el trabajo de adiestrar a las mujeres y hombres para la prostitución dentro de la casita roja, así era como se le llamaba al lugar que Seokjin manejaba. Era un lugar al sur de Seúl en la provincia de Chungcheon, llamada Dangjin. Nadie relacionado con las autoridades estaba pendiente de ese lugar pues estaba bien escondido y daba la fachada de ser solo un hogar común.

–me voy entonces, me llevaré a Taehyung conmigo y mañana por la mañana nos iremos a Dangjin– le informo, el chico camino hasta el otro menor y lo tomo con delicadeza del brazo. El castaño le miro y dudo un poco antes de salir de ahí, la casa era enorme y podía ver fotos familiares por todos lados, la que más le llamó la atención fue la de un pequeño niño de cabellos rubios, era hermoso, regordete y sus labios casi tan gruesos como los de Seokjin, camino apresurado cuando Hoseok lo empujó levemente para que siguiera el camino y no se distrajera. Afuera de la mansión parecía estar sola, solo dos guardias que les esperaban con la puerta abierta de una van en color negro. Una vez dentro del auto Hoseok de sentó a un lado del pequeño y posó su mano en la pierna descubierta de Taehyung quien se estremeció un poco, pero de igual forma intento sonreírle. No sabía lo que podría pasarle y no quería arriesgar su vida completa solo por un toque en su cuerpo tan simple como ese, antes ya le habían tocado de otras formas, por qué alborotarse ahora por esto.






Quise escribir esto por qué les juro que la universidad me consume toda la semana y eso, el próximo finde, si no tengo mucha tarea estaré de vuelta por aquí 🍑

【señorita】 minvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora