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❝ El destino es un enigma,
un juego infinito del que
no puedes escapar ❞
Jeon JungKook, un Omega de
veintidós años vive en carne
propia los juegos que el destino
le tiene preparados. Su...
🎼 Canción Recomendada para este capítulo: ❝ Family - The Chainsmokers ft Kygo ❞
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La tranquilidad que envolvía aquella habitación era desesperante para JungKook, el joven Omega no soportaba el silencio, no después de estar la mitad de la noche en vela por cuidar a su cachorrita.
El centro médico Asan cuenta con un exclusivo programa de maternidad, el cual consta de ofrecer ayuda a los y las Omegas que recién han dado a luz, esta ayuda se basa en ofrecerles conocimientos básicos para cuidar y conocer a sus cachorros. Así mismo se les ofrece tiempo de calidad individual para poder recuperarse completamente del parto.
JungKook no estaba a gusto con este programa deseaba sostener a su cachorrita entre sus brazos todo el tiempo que fuese necesario, pero sabía que él también necesitaba cuidados por lo que más a fuerza que de ganas aceptó que la enfermera se llevará a la bebita a la zona de cuidados para que él pudiese dormir.
Dadas las dos de la tarde, después de tomar una increíble siesta reparadora, el Omega salió por los pasillos a caminar hasta llegar al panel de vidrio de la zona de cuidados neonatales, ahí se quedó observando como una enfermera le daba un baño a un cachorro y anhelaba con fuerza ver a su cachorrita unos cuantos segundos antes de volver a su habitación.
─¡Ay no!, No puede ser que estén como si nada exhibiendo a un cachorro así. ─Escuchó entre murmullos detrás de él. ─Realmente espero que no estén haciendo lo mismo con mi bebita o los demandaré.
Intrigado, por saber quién era quien se quejaba tan efusivamente, volteó el rostro encontrándose con un apuesto joven un Omega de aroma a Miel y un ligero toque a lavanda una combinación adecuada para la apariencia del muchacho. Apariencia, etérea y grácil, que destacaba por su hermoso color de piel, cabello castaño, muy bien estilizado para estar en un hospital, ojos almendrados de color miel, nariz fina y recta que en conjunto a sus labios destacaban en él ese toque exótico.
Sin poder explicar lo que estaba sintiendo, JungKook se quedó estático observando detalladamente su reflejo en el vidrio frente a él, comparando inconscientemente su apariencia demacrada y exhausta con la del joven, quien se colocó a uno pasos cerca de su costado derecho con los brazos cruzados.
─¡Park TaeHyung! ─Pronunció con fuerza una melodiosa y agradable voz desde lejos, llamando la atención de ambos.
Por el pasillo de la derecha, un muchacho de cabello rubio venía caminando, casi corriendo, hacía dónde ambos omegas se encontraban, seguido de un hombre alto y fornido que caminaba un poco más despacio.
─¡Yoon JeongHan, que gusto verte! ─Exclamó TaeHyung abriendo sus brazos para recibir al joven rubio.
─Pero mírate nada más ni parece que hayas dado a luz, ¡Estás radiante! ─Elogiaba el rubio mientras movía sus brazos de arriba abajo a modo de alusión. ─¿Espera esto es maquillaje? ─Preguntó al darse cuenta del líquido viscoso sobre el cuello del Omega.
