Capítulo 1

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¡Bonjour!

¡Buena Lectura!

Difícil explicar o entender en que momento empezó todo.

Imposible creer que cosas como las acontecidas sucedan o sigan aconteciendo.

¿Por qué? ¿Qué derecho tienen?

Miles de preguntas se cruzan y enredan en la cabeza de las víctimas y familiares. Ambas partes sin encontrar consuelo, siendo pisoteados día con día.

Y aun así existe gente que dice que es mentira... que nunca existió... que todo fue un invento de antipatriotas... que la dictadura fue un cuento...

¡Claro que existió!

Sigue existiendo...

LA DICTADURA ES UNA VERDAD QUE SE VIVIÓ, SE VIVE, SE NIEGA Y SE INTENTA OCULTAR.

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Esteban Sanromán despertó con el choque del agua fría contra su torso desnudo. 

Un grupo de soldados iba recorriendo celda por celda despertando a los presos, lanzado a quemarropa cubetazos de agua helada.

- ¡De pie! –gritó uno de ellos- Prepárense señoritas, esta noche hay fiesta.

Una sonora carcajada retumbó por el pasillo, indicando que se venía la tortura.

Un escalofrío recorrió la espalda, dispersándose por el resto del cuerpo de Esteban, que podía asegurar que no aguantaría una golpiza más.

Llevaba casi un mes bebiendo agua sucia y sobreviviendo con sobras de comida que solía robar a los soldados cuando estos lo mandaban a lavar trastes sucios.

Escuálido, amoratado y maloliente, rogaba a Dios todos los días que lo libere de tan cruel tortura.

Lo habían apresado por pisar sin miedo en terreno fangoso... El gobierno.

Su país estaba siendo oprimido por una dictadura cruel y sanguinaria. El infierno en la tierra.

Nadie debía cuestionar las decisiones del mandatario, absolutamente nadie. Todo aquel que pensara diferente era eliminado.

Esteban, llevaba casado cinco años con María Fernández y ambos luchaban por la libertad.

El dictador se estaba encargando de acabar con la educación, los fondos para las instituciones eran despilfarrados o desviados para uso de poderosos, mafiosos y políticos. Utilizado para aumentar fortunas, fiestas, para calmar perversiones y enfriar bajas pasiones, ese dinero era utilizado para todo, menos para fomentar el crecimiento académico de los estudiantes.

Cada vez eran menos los niños que recibían educación primaria y cada vez más se eliminaban materias de la malla curricular, argumentando que solo estaban ahí de "relleno".

Un pueblo idiota y sin voz, eso querían.

En contra de todo esto, María y Esteban habían fundado una escuela modesta, sin embargo, contaban con profesores recibidos en otros países, abocados a enseñar las materias extraídas anteriormente e incluyendo más. Por ejemplo, física, química, distintos idiomas, etc.

Alentaban a sus alumnos a conocer y debatir sobre política, a levantar la voz ante cualquiera que intente pisar o escupir sobre sus derechos. 

Cuando la institución creció, la noticia se expandió, llegando a oídos del presidente de la república, que ordenó la captura de Sanromán inmediatamente.

Las alas del cóndorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora