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«Hyunjin»

Hoy era un nuevo dia, asi que me preparé para ir a la escuela y encontrarme con mis amigos.
Estaba a punto de subirme al auto, cuándo veo que un chico (con el mismo uniforme de mi escuela) camina sólo por la calle y con muchos golpes.

—Chanyeol, esperame acá.

—Como diga señor -asintió-

Empeze a caminar en dirección al chico, a lo que el se da cuenta y comienza a correr, al darme cuenta de la situación, decidí correr para atraparlo...

 «JeongIn»

Hoy por la mañana no fue el mejor día, mi padre llego borracho a la casa, (como todos los días) empezamos a discutir porque el pensó que le había robado dinero, cuando no fue así.
Porque lo que en verdad paso fue que el cuando estaba borracho ayer lo sacó.
—¡No vuelvas a tocar mis cosas estúpido indigente!

   «narradora omnisciente»

Y ahí fue cuándo comenzaron los golpes, el chico no podía defenderse, a pesar de haber practicado taekwondo, a pesar de nunca perder una pelea, a pesar de que podría morir a golpes. No podía golpear a su padre.
Porque su padre era lo único que le quedaba, y su madre cuando era pequeño le enseño muy bien que a sus padres no les puede golpear por nada del mundo.

—vamos a ver si así entiendes -dijo el hombre a lo que le termino de golpear-

—me.....me voy a la escuela.

—Eso, andate y ojalá no vuelvas más.

JeongIn se fue de casa y allí pudo llorar, la gente lo miraba como un extraño sólo por ir llorando.
El pobre chico se preguntaba porque su padre había cambiado tanto. Antes de que su madre falleciera, el era todo lo contrario, era un padre cariñoso, comprensivo y nunca tomaba más de la cuenta.
Pero desde que su amada madre falleció, su padre calló en el alcohol y se volvió violento.
JeongIn lo quería, muy en el fondo lo quería, pero no quería a su padre de ahora, el quería a su padre de antes.
El chico dejo de llorar y se dio cuenta de que no había caminado nada, sólo estuvo parado ahí por 10 minutos, entonces apuro la causa para no llegar tarde al colegio.
Cuándo iba caminando se percató que un chico lo estaba siguiendo. Entonces no dudo en salir corriendo, pero el chico lo alcanzó.

   «JeongIn»

—¿Que es lo que quieres?

—JeongIn, que te pasó? -dijo el otro al ver con claridad su rostro golpeado-

—no es nada...

—¿¡como no va a ser nada!? ¡Estas lleno de golpes!

Él pequeño no tubo mas alternativa que decirle a Hyunjin lo que le pasaba

—entonces ¡tu padre te hizo todo esto!

—si...

—Ven vamos a mi casa. -agarro la mano del más bajito-

—Pero ¿y la escuela?

—Soy Hwang Hyunjin, me dejarán pasar, y si voy contigo también.

—uh..esta bien

     «Hyunjin»

Jamás me había preocupado tanto por alguien, y mucho menos jamás le había tomado la mano a alguien.
Pero, JeongIn era especial, sentía que tenía que pretegerlo.
Entonces cuando lo vi así, no lo pude dejar solo.
Decidí llevarlo a casa para sanarle las   heridas

     «narradora omnisciente»


Los dos chicos caminaban a paso lento, JeongIn un poco incómodo por como el mayor tenía su mano.
Hyunjin preocupado por el menor.
Y había un silencio incómodo.
Entonces el menor pensó romperlo.

—pingüino gordo.

—uhm?

—Es que un pingüino gordo rompe el hielo -ríe-

Hyunjin entre ternura y risa le brinda una sonrisa, a lo que JeongIn se sonroja levemente.

Al llegar a la casa el más pequeño se dio cuenta de que no había nadie.

—¿Y tus padres?

—trabajando

—oh, ya veo

—¡Chanyeol!
-Aparece un chico alto, atractivo y no tan viejo como era de esperar.-

—Digame joven

—¿Dónde esta el botiquín?

—En el baño del segundo piso, joven.

—Gracias.
-Hyunjin vuelve a tomar de la mano al menor y lo lleva al baño-

—Siéntate aquí -señala un banquito-

—ok.... -suspira el menor-

El mayor alcanza el mueblecito que tiene el botiquín parandose en las puntas de los pies. A lo que el menor dirige su vista al trasero del contrario, luego que se da cuenta lo que esta haciendo baja la mirada avergonzado.

—Puede que esto duela un poco -dice el mayor acercando un algodón con alcohol-

❝ Ya no ♡ ⌇ HyunIn ༉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora