Hesitate|| Romanogers

2.

La "viuda negra" una de las espías más letales del mundo sentía amor y cariño por alguien y nada más ni nada menos que por su mejor amigo, su compañero de misiones y huidas; una parte de ella seguía temerosa de abrir su corazón pues en la Sala Roja se habían encargado de eliminarle hasta el más mínimo sentimiento y trataba de convencerse que el soldado merecía alguien mucho mejor que ella pues no era más que un "monstruo" para el mundo; pero por otra parte estaba enamorada de él y con todos los acontecimientos que los han rodeado no podía darse el lujo de perderlo. Así que tenía que derrumbar esa barrera que tenía en su corazón y estaba obstruyendo que sus sentimientos salieran a flote. Era momento; durante esos años en los cuales permanecieron juntos la espía se dio cuenta de sus sentimientos hacia el Capitán, después de Bruce se juro a si misma no abrir de nuevo su corazón a nadie pero inconscientemente Steve se fue adueñando de ese amor, pero después de lo sucedido en Wakanda y como parte de su familia desapareció, esos sentimientos hacia él pasaron a segundo plano y ella se dedico a cuidar a los suyos y ver como solucionar lo sucedido; pero el amor que ella le tenia a el seguía vivo.

─ Oh Steve; ¿pero porque yo? No soy la mujer indicada para ti─ titubeó un poco mirando fijamente al soldado ─ soy un monstruo y tú eres un hombre recto y bueno.

Steve coloco un dedo sobre los labios de la espía para silenciarla.

- Shhh deja de atormentarte, se quién eres, eres fuerte, terca, amorosa aunque digas que no- le sonrió levemente cuando vio que la viuda rodó un poco los ojos.

-Eres BONDADOSA-recalco- te convertiste en la protectora de esta familia, como no enamorarme de ti y me siento culpable por buscar ayudar al mundo sobre cómo llevar el duelo de lo sucedido y no voltear a verte y consolarte porque tú también me necesitaste todo este tiempo.

 Steve le limpio una lágrimas que caía levemente en la mejilla de la Viuda.

─ Pero me alegra que en este tiempo hayas tomado las riendas, porque eres una gran líder y estoy orgulloso de ti; pero Natasha es momento de que tengas una vida y quiero ser parte de ella, velar tus noches, consolarte en tus pesadillas, verte reir, amar el mundo al que si perteneces, sé que eres fuerte y has podido sola este tiempo, pero ya no quiero que lo enfrentes sola, quiero estar ahí contigo, quiero compartir mi vida contigo, no perder más tiempo del que ya he perdido.

Natasha suspiró asintiendo, el capitán tenía razón ya habían perdido tanto tiempo, y ella ya no podía negar lo que sentía por el.

─-Steve, hemos pasado tantas cosas juntos que es inevitable negarlo, estoy enamorada de ti, se que quizás tenías miedo de confesarlo porque temías mi rechazo pero ─sonrió mirándolo fijamente y alzo una ceja─ por años me trate de convencer a mí misma que te merecías alguien mucho mejor que yo, la verdad es que no puedo vivir sin ti, estos cinco años me hiciste falta, eres mi refugio y aunque reflejo ser alguien con un corazón duro, no puedo negar lo que siento por ti.

Lo abrazo con fuerza; suspiró tranquila al ya haber soltado todo lo que se había guardado por años y levanto la mirada─ Si Steve quiero esa vida contigo.

Steve Rogers no cabía de la felicidad al verla aceptando la propuesta y lo más increíble cómo estaba escuchando a Natasha hablar de sus sentimientos hacia el, se sentía radiante y con la responsabilidad de hacerla feliz y no hacer que la pelirroja se arrepintiera; declarándose se sintió tranquilo y pleno.

─Gracias por esto Natasha─ tomó las manos de su amada y les dio un tierno beso─ prometo no te arrepentirás, mañana será un día decisivo en la vida de todos nosotros, pero sé que ganaremos esta vez ─ Steve le sonrió demostrándole seguridad─ traeremos a todos de vuelta a casa.

Haremos lo que sea por los nuestros Steve-recalco la pelirroja mientras se pegaba al pecho del capitán, lo abrazo con fuerza mientras el cap acariciaba su cabeza.

Duraron varios minutos así en esa posición que les reflejaba tranquilidad hasta que Natasha levanto la mirada para encontrarse muy cerca ese par de hermosos ojos azules que la miraban fijamente, sin titubear acerco sus labios a los de Steve y este sin dudarlo acerco los suyos para después fundirse en un beso, beso dulce pero demandante; muy demandante y diferente al que se habían dado cuando escapaban esa vez en el centro comercial.

Se abrazaron con más fuerza demostrando cuanto se habían extrañado y necesitado, no querían romper ese momento perfecto, el rubio sin pensarlo la cargo para tenerla más cerca, no quería separarse de ella pero recordó la misión que tenían en la mañana e interrumpió el beso para después suspirar pesadamente.

─ Debemos dormir Nat.

Natasha acariciaba las mejillas de Steve mientras le hacía un puchero; realmente no quería que ese momento acabara, pero él tenía razón debían dormir, lentamente Steve la bajo de nuevo al suelo mientras le daba besos cortos a Nat quien no dejaba de sonreír.

─ Que descanse Señorita Romannof, buenas...─ ella ni siquiera dejo que el rubio terminara la frase cuando lo interrumpió.

─ No te vayas, quédate ─ lo miró decidida mientras extendía uno de sus manos hacia el invitándolo a que regresara a ella.

No queria que se fuera, queria tenerlo cerca, tenerlo cerca le ayudaba a no tener pesadillas y en esos momentos necesitaba tenerlas lo mas lejos de su cabeza.

Steve apagó la luz encendida de la habitación y al llegar a donde estaba ella le tomo la mano y la beso de nuevo, sus besos lo tenían hechizado, afirmo para si mismo que jamás podría cansarse de ellos.

Sin decir algo mas se acostaron en la cama, el capitán torpemente y nervioso acerco a Natasha hacia el mientras ella como si fuera un imán se acurruco en su pecho; la rodeo con sus brazos fuertes y beso su frente.

Hubo un silencio profundo, pues los dos estaban profundamente metidos en sus pensamientos; ella estaba preocupada por la misión no dejaba de pensar en sus compañeros temía perder a alguno de ellos o peor perder a Steve a quien por fin había recuperado y esta vez para siempre.

En cambio Rogers estaba decidido y confiaba plenamente en su equipo, aunque claro la incertidumbre también lo invadía pero trataba de no dejarse caer por ella.
Ahora menos que por fin tenía un propósito más grande a su lado justo en su pecho, hacer feliz a la mujer de su vida.

Bajo la mirada para ver si ella seguía dormida y sonrió con ternura al ver que ella ya dormía profundamente.

─Te amo Natasha─ le susurró levemente para después abrazarla un poco más y cerrar sus ojos para dormir.

Los dos cayeron en un sueño profundo con una sonrisa y con el corazón lleno de amor y tranquilidad. 

Segunda parte; sin duda mi favorita, creo que el mostrar los sentimientos de Natasha es algo muy profundo y bonito por la personalidad y carácter que ella tiene.

Gracias por sus visitas e interés por esta pequeña historia hecha con mucho amor y dedicación, mis respetos para todos aquellos que crean historias maravillosas vaya que tiene su dificultad pero al ver el resultado se siente muy bonito.

Espero sus comentarios y espero les guste.

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