~Dorian~
Estoy hipnotizado por la escena en la que me encuentro; hace un par de minutos desperté con Liv en mis brazos, está acostada con su cuerpo boca-bajo, solo una sexy y delgada braga cubre su desnudez.
Los primeros rayos de sol entran por el gran ventanal y chocan con su espalda desnuda, ésta resplandece como un diamante.
Me levanto con delicadeza para no despertarla y sigo el camino a la cocina. Tengo un poco de sueño pero le prepararé el desayuno. Ya lo había planeado desde ayer así que compré todo a tiempo. Saco lo necesario, comienzo a cocinar y al acabar, pongo todo en una bandeja.
Me dirijo a la habitación, Liv ya está despierta; lleva puesta una de mis camisetas, le queda un poco grande. Se acomoda al costado de la cama y me observa con una sonrisa en su rostro.
- Buenos días pequeña. Hoy tienes a un chef a tu servicio - Bromeo - ¿Te provoca algo más?
- Tendré que probar - Saborea una de las fresas con helado y se muerde el labio en un acto de satisfacción - El mejor, a decir verdad.
- Siempre a sus órdenes señorita - Le guiño el ojo y sonrío. Me mira por un momento, recorre con sus ojos pervertidos todo mi cuerpo y al final pasa su lengua por los labios.
- ¿Porque mejor no te pones en una bandeja y dejas que te devore? - Suspira mientras su rostro refleja esa pizca de lujuria. Sinceramente me siento intimidado por su escrutinio perverso.
- Si me sigues mirando de ese modo no dudaré en cogerte bien duro ahora mismo. No quiero que por mi culpa no puedas hacer tus ejercicios adecuadamente - Me acerco a ella - ¿O qué prefieres? - Su sonrisa no se borra en ningún momento, no deja de hacer caras de placer y morder su labio sensualmente.
No puedo hacerla mía ahora - Me gustaría cariño, pero hoy necesito estar descansado - Deposito un beso en sus labios y me dirijo al baño para darme una ducha. Hoy es el aniversario de la editorial. Hace mucho fue fundada por mi padre y cada año celebramos en su honor.
Siempre hay periodistas y curiosos debido a que la editorial es una de las más grandes e importantes en el mundo. Pretendo que Liv sea mi acompañante durante toda la velada.
Salgo del baño para ordenar - Uno de mis escoltas va a recogerte apenas salgas de la academia. Inmediatamente, te llevarán al aeropuerto. Vamos a Toronto - No me preocupa si le parece o no la idea, la voy a llevar conmigo y punto.
- ¿Cómo pretendes que me suba con un desconocido y me largue a un aeropuerto? Tengo cosas por hacer, Dorian - Piensa por un segundo y retoma - A menos que la salida sea de suma importancia, no puedo acompañarte.
- Es una ocasión extremamente importante. Te quiero conmigo. Si puedes salir antes, mejor.
Me despido con un beso en su frente. Me sorprende que no me contradiga, siempre quiere tener la última palabra.
~Leev~
Limpio el sudor de mi frente, estoy agotada, no he parado de hacer calentamiento en toda la mañana. Estoy en la academia, todos estamos practicando para un nuevo baile en la próxima presentación.
No espero más, mis compañeros no han quedado de acuerdo y no me queda más que marcharme. En frente mío y en espera, está un paciente hombre de contextura gruesa. A su lado se encuentra un lujoso SUV.
- Señorita - Me saluda con mucha calidez y abre la puerta. No dudo en devolver el saludo. Me imagino que es el escolta del que me habló Dorian.
Ni siquiera sé qué haremos en Toronto, pero no me preocupa. Dorian sabe sorprenderme y no dudo que ahora también lo hará. El viaje al aeropuerto es silencioso, el escolta con nombre desconocido no habla ni un poco.

ESTÁS LEYENDO
Sólo Tú Me Salvas ©
Teen Fiction"Existe imperfección en lo perfecto. Lo que lo hace impecable es toda su maravilla, aquella que permanece hasta en lo más oscuro" Sin percatarse de los gritos de su corazón, Leev Olson vive atrapada por las cadenas de su pasado. Ni siquiera percibe...