Capítulo IX 🎡

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~Leev~

Se me hace difícil evadir los pensamientos sobre Dorian, se ha comportado más atractivo y eso hace que el control del juego ahora no sea mío. No lo voy a permitir, aprovecharé hasta lo más mínimo para conseguir mi triunfo...

- Vamos por otro coche - Afirma sacándome de mis pensamientos.  

- ¿Cuántos tienes? - Pregunto, no puedo quedarme con la duda.

- Los suficientes para complacerte, podemos hacerlo de todas las formas existentes en ellos - Me mira y sonríe con picardía. No me niego a mí misma que me muero porque lo haga, si en algún momento tenemos la oportunidad me entregaré completamente, vale la pena sentir a este hombre sobre mí y mucho más si es adentro.

- Mira - Señala mi entrepierna - Aquí va lo mío ¿Lo entiendes, no? - Levanta una ceja, le queda hermoso ese gesto - Es hora de satisfacer lo que hemos iniciado y nunca acabado. Me dan muchas más ganas y más fuerzas para ese gran paso. Hago como si lo ignoro, pero en realidad me centro en detallarlo.

Dorian es muy sexy, aún más cuando tiene esa expresión de seriedad, es sumiso cuando quiere, eso me descontrola aún más. Cambiamos de coche, ahora escoge una camioneta gris, suficientemente amplia, organiza el equipaje y volvemos a la carretera.

- Acomódate, demoramos seis horas - Estas palabras no me gustan para nada, es mucho, no estoy acostumbrada. Sigo sin decir ni una palabra, quiero relajarme y disfrutar del paisaje. Hace frío, es lo más común y me gusta, combina con todo a nuestro alrededor.

Según mis cálculos llegaremos al caer la noche así que puedo dormir mientras eso.

- Pequeña, llegamos a Vancouver - Tengo mis ojos hinchados y siento que todo mi cuerpo está entumecido.

Levanto la cabeza y poco a poco la mirada es más clara. Considero que es un lugar muy bonito, tiene un estilo admirable y un mar hermoso. Me muestra la ciudad, lo único en lo que me concentro es en lo que me transmiten esas luces brillantes por toda ella - Liv, todo para ti - Besa mi mano.

- ¿Exactamente a dónde iremos? - Le sonrío.

- Aquí está mi parte favorita - Toma una pañoleta y nuevamente venda mis ojos - Quiero que solamente escuches y sientas lo que yo cuando vine por primera vez, concéntrate en ello - Finaliza besando mis labios con pasión.

El primer sonido con el que me encuentro en el camino es el mar azotando en las piedras, seguido de ello, puedo percibir la niebla y el frío vigoroso. Nada extraño hasta ahora, pero igual disfruto de todo esto, la compañía que tengo al lado lo hace insuperable.

- Te contaré una historia - Suspira - No suelo ser romántico, más bien, un hombre de pasión. No suelo ser sumiso, suelo mandar, pero creo que ya has notado que ante ti no lo consigo - Acaricia mi mejilla - Tú eres una sirena, una de las buenas. Aquella alma perdida que no puedo dejar de buscar - Ríe por unos segundos - Me siento orgulloso de mí, no he perdido mi deseo. Estoy seguro que tú lo has convertido en algo insaciable.

Detiene el vehículo, siento como desabrocha mi cinturón junto con el suyo, se recuesta en la silla que estoy, tanto que termino acostada. Dorian sube para quedar sobre mi cuerpo y con su boca juega por todo mi cuello, mi pecho y mi abdomen hasta llegar a mi falda, donde separa mis piernas besando mis muslos.

Olvido todo por completo, ahora solo siento placer ¡Es increíble! Me siento en manos de la perfección y deleite. Estimula cada uno de mis sentidos con tan solo tocar mi cavidad y sin duda mis gritos son alborozos - Lo terminaremos más adelante hermosa - Acomoda todo y súbitamente me deja ardiendo.

Sólo Tú Me Salvas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora