Sólo Tú Me Salvas ©

Capítulo I 🎡

~Dorian~

Me pregunto cuántas veces se puede repetir el mismo error, a veces me es difícil pensar correctamente. Es como si, el placer es mi prioridad y llega el momento en que nadie más importa, solo yo. Enfoco mi mirada en el bosque que se observa a través del gran ventanal, es hermoso ver a los zorros competir por su presa, los arboles propagar la brisa y el suelo contener la vida. Hay un gran espejo sobre la superficie de la sala principal, en dirección a mí y el cálido mueble que sostiene mi cuerpo. Se refleja mi cabello mojado y alborotado, con su color castaño vivo y pequeñas hileras oscuras. Mi fachada no es nada agradable en este momento, solo sirve para coger y, por desgracia, hoy no traje a nadie a casa.

Alcanzo a percibir el tono de mi celular sonar desde la habitación. No tengo ningún interés en saludar a nadie, ni esforzarme en socializar. Así que, contesto al quinto intento- ¿Qué, Steve? -suspiro.

- No creo que te tomes la delicadeza de venir, pero como adoro a mi amigo, te invito por enésima vez - no comprendo de dónde proviene tanto entusiasmo, pero suele ser así - todos te están esperando, te aseguro que Thomas le pagó al vocalista para que no cante hasta que tú estés aquí - siento vibrar mi mejilla y reviso los mensajes de texto. Steve me envió el comprobante de pago que se le realizó al manager.

-  ¿Ustedes son imbéciles o algo por el estilo? Nadie debe someterse a lo que un grupo de riquillos desee - ruedo lo ojos y suspiro, otra vez - let me see - cuelgo antes de que termine su eufórica retahíla. Es muy molesto y normalmente permanezco muy ocupado como para seguirle el juego.

Recuerdo cuando llamó para rogarme que los acompañara a la feria anual que organizan en Clearwater. Me negué rotundamente porque no me gustan las fiestas públicas y acostumbro a ir donde las personas se descontrolan sin temor a ser expuestas. Aunque, siento una soledad abrazadora y no tengo compañía alguna. Ni siquiera puedo pasar la noche con Mabel, ya que salió de la ciudad por cuestiones de trabajo.

Regreso al sofá con la intención de reposar mis pensamientos e ingreso a la plataforma para ver Twilight. Es una película compleja, es decir, normalmente no veo cosas de ese tipo pero definitivamente exceptúa mis tendencias...

Al sentirme a gusto con la noche, retomo mis planes y organizo mi apariencia sin apuro. Espero que el dinero que le dieron al vocalista sea suficiente para suplir el tiempo que he tardado en llegar. Sonrío tenuemente y salgo en mi Ford F - series complemente impecable. Llegar a la ciudad no tarda mucho, la situación se dificulta cuando la carretera se congestiona en el Downtown y todos buscan un lugar para estacionar.

Me dirijo a Stive y Thomas que se divisan a lo lejos, haciéndome señas y repartiendo la bienvenida entre todos sus amigos.

- ¡Acaba de llegar nada más, ni nada menos que... Morrison Flamcourt; señor de señores! - Realiza una venia y es entonces donde deduzco su estado de embriaguez.

Subo las escaleras de la ZE, saludo cordialmente a todos los que nos acompañan, doy unos cuantos pasos adelante, alzo la cabeza en dirección al cielo negro, suspiro y volteo a ver el resto de personas que disfrutan en la Zona General.

Me acerco al bar, pido un par de shots, los bebo de un tirón y me quedo por más.

Sentado en ese pequeño banquito y con el alcohol recorriendo mi cuerpo, repaso mentalmente mi vida estos últimos años. Es lo que siempre sucede cuando estoy borracho; vuelvo a mi pasado, por eso siempre me rehúso a este tipo de salidas extravagantes.

Estos días no han sido los mejores de mi vida, estoy demasiado tiempo encerrado en mi trabajo y cuando llego a casa la soledad es la única que me espera. No había tenido el tiempo de lamentarme por esto, pero necesito una distracción, algo que me devuelva la vida y las ganas de levantarme por las mañanas.