Capítulo 25

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Matthew 

Me paso el día entero pensando en cómo llegó a la oficina tan desaliñada y un tanto despeinada, sonrió disimuladamente para que Gin no pueda verme. Los papeles van y vienen no encontramos la fecha exacta en la el flujo de dinero empezó pero lo tenía previsto  desde un inicio siempre es difícil detectar este tipo de cosas por eso siempre me rodeo de personas en las que confío para que estas situaciones no tengan cabida. 

Son las seis de la tarde y mi cerebro y yo ya no puedo más así que lo voy a dejar por la paz antes de que colapse, le he dicho a Gin que vaya a descansar a eso de las cinco de la tarde desde que llegamos no hemos hecho más que trabajar así que era justo y necesario enviarle a la suite. 

Tengo que ir al departamento de Melodie se que esto está mal pero de verdad quiero verle así que me tragarme todo mi orgullo e iré a su cena, no conozco nada de la ciudad con esta es la segunda vez que vengo hasta aquí, la primera claro cuando inaugure esta sucursal y esta la segunda así que tendré que pedir un chófer para que me movilice al medio día ella me envió la dirección así que me relajo. 

Desató mi corbata y libero dos botones de la camisa que me sofoca, estoy ansioso muero por estar con ella para tomarla en brazos para no soltarle nunca. Pido al chófer que pasemos por unas rosas y un vino, se que ha ella le gusta el blanco pero a mi el tinto entonces mejor una champagne. Tomo todo lo que nesecito rápidamente usando el traductor de mi celular para entender a la cajera que me atiende, pago por mi consumo y me retiro del lugar. Mi móvil suena pero trato de no tomarle importancia, vuelve a sonar nuevamente así que optó por contestar. 

—Gin. —contestó tajante. 

—Matthew acabo de encontrar algo que te puede interesar. 

—Mañana lo leo con más calma. —suspiro mientras masajeo mi tabique. 

—Esta bien. —contesta y cuelga. 

El chófer sigue su camino mientras yo veo pasar los edificios recubiertos por la nieve si que hace frío mis manos y pies están helados nunca los había tenido así en Los Angeles, después de casi diez minutos el conductor me deja en la puerta de entrada calmo los nervios y veo en que departamento se aloja Mel. Tomo el ascensor y coloco el piso decimo en el teclado del mismo. 

Raramente mi corazón se altera y escucho algo de ruido en cuanto se abren las puertas veo una luz ensendida, camino hacia ella al estar frente a la puerta mi furia se descontrola y me ciega al ver a un hombre entre las piernas de mi Melodie veo como forsejea y juro por Dios que esta noche abra un muerto en este lugar. 

Tomó a aquel hombre por el cuello bajando lo de la mesa y liberando a Mel veo como ella toma su vestido rojo ya rasgado para cubrirse lo mejor que puede mi ira solo aumenta tomo al hijo de puta por el cuello y le estampó contra la pared pierdo la cuenta de cuantas veces he estampado mi puño contra su cara hasta que Melodie me abraza por la espalda pidiendo que pare siento mi espalda húmeda así que paro instintivamente. 

—Matthew por favor para. —logro escuchar. 

—No quiero que te metas en problemas estoy bien. —dice con voz entrecortada. 

Siento mis puños arder veo sangre en ellos pero no se si es mía o de aquel hombre después de todos los golpes que le he propinado sigue con fuerzas como para moverse, no lo había notado antes pero Melodie sigue en mi espalda enrollando sus piernas a mi cintura y sus brazos a mi cuello. 

—Largo de aquí. —grito para ese imbecil. 

Como puede el se levanta al principio se arrastra pero después que pasa la puerta empieza a correr como si de eso dependiera su vida, pero como seguía un solo segundo más en este piso iba a matarlo juro por todo lo que tengo que lo hubiera matado. 

—Estas bien. —suelto a Mel de mi cuerpo con mucho pesar. 

Pero está vez no tiene esa mirada de miedo que me mostró cuando golpeé a Evan más bien veo que se siente asustada no se de que exactamente trato de acercarme y ella no me evade la abrazo fuertemente, esta temblando mi corazón se parte por que mierda no pude llegar antes nada de esto hubiera sucedido si llegaba antes. Esconde su cara en mi pecho y vuelve a llorar, no quiero dejarle sola en este momento pero no me falta nada para ir de tras de aquel imbecil para partir le la cara de una vez por todas. 

—Si estoy bien. —se suelta de mis brazos y ya empiezo a sentir su ausencia. 

Me quedo sentado en el sofá mientras ella entra al baño, después de dos minutos sale con un botiquín y con una bata de algodón puesta se acerca a mí pero no dice una sola palabra toma algodón con una extraña solución amarillenta para empezar a limpiar mis heridas no lo habia notado antes pero definitivamente tengo pequeñas heridas en mis nudillos por los golpes. 

Nos quedamos diez minutos en silencio ella limpiando mis heridas y yo sumergido en mis pensamientos de culpa que me carcomen lentamente, coloca por último unas vendas en mis manos después de haber limpiado toda la sangre de ellos por último me ofrece un ibuprofeno con algo de agua. Sin dudarlo me lo tomo el dolor en mis manos empieza a incrementar así que es la mejor opción. 

—Voy a tomar una ducha. —siempre ha sido muy mala oculta do sus sentimientos y eso no cambió con su pérdida de memoria. 

Tomó mi chaqueta y me levanto del sofá nos vemos directamente a los ojos, yo encuentro fuerza en los suyo y ella en los míos se acerca y vuelve a abrazarme, de un momento a otro la irá es reemplazada con un coctel de sentimientos entre culpa mezclada con dolor no pienso soltarla. 

—Solo no te vayas. —dice sobre mi pecho. 

—Aquí voy a estar hasta que me pidas que me vaya. —contestó tajante. 

—No pienso hacerlo. —deja salir un largo suspiro. 

Después de eso entramos juntos la ducha, sumergidos en un mar de sentimientos lo único que podemos hacer es dejar caer el agua sobre nosotros lentamente ella vuelve a llorar y mi corazón se parte al verla así.

Nuevo capítulo ya se me odiaran por que esta vez si que me he demorado pero estoy a dos semanas de graduarme, después de eso tendré dos meses libres y en ese tiempo terminaré la historia aún faltan varios capítulos así que estén atentos.

Los quiero🖤


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