Capítulo 12

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Daniellie 

No podía creer lo que ese hombre lograba hacerle a mi cuerpo cada derivación nerviosa en mi estaba anhelante a su tacto, cada centímetro de mi piel lo reclamaba a gritos pero debo callarlo tengo que ser fuerte no se me pueden caer la bragas siempre que este hombre me toque de ese modo. 

—Colega ya era tiempo de que llegues, sabes hay muchas personas adentro esperando a por ti. —Matthew se detiene y se tensa al escuchar la voz a su espalda. 

—Evan largate antes de que te rompa la cara. —mi mejillas se calientan por la situación en la que nos a pillado. 

Estaba disfrutando el movimiento de sus dedos, trató de recuperarme lo antes posible y cuando salgo de mi extasis distingo al mismo muchacho de la oficina es mi idea o este par siempre anda de malas. Aunque siento que lo conozco de tiempo atrás por que un escalofrío me recorre cada vez que se acerca de más a mi por suerte Matthew se interpone antes de que si quiera pueda esta a menos de un metro de mi. 

—Vámonos. —escucho antes de que se aleje de mi llevándose a ese tal Evan. 

Camino entre la multitud de las personas puedo visualizar donde esta Matthew y salgo casi corriendo hacia allá no conozco a nadie, me siento como un pez fuera del mar. Tomo la silla que está alado mio me acomodo el vestido y termino sentandone. 

Después de lo que hicimos en la entrada no me a dirigido de nueva cuenta la palabra pero que esperaba de una perdón como él, veo como saluda a varios accionistas importantes por lo que pude distinguir. Tomo una copa de vino blanco y me la bebo un bocado mi paciencia esta al límite mi lunes por la noche se a reducido a estar escuchando entre un montón de viejos quien tiene la cuenta bancaria más gorda de Los Angeles. 

Mientras estaba metida en mis asuntos mentales siento mi espalda resentir el cambio de temperatura de un momento ha otro mi furia se incrementa y trato de relajarme pero se que va ser imposible siento como la copa cae a mis pies y me corta la pierna siento un dolor tremendo en ella, me la sujeto para hacer presión. 

—¿Eres idiota o que? —grito antes tal desesperación mi pierna empieza a sangrar, el líquido rojizo empieza a salir de manera imprevista, mis nervios están a flor de piel. 

—Disculpe señorita ha sido un accidente. —veo a la mujer de color rubio al borde de las lágrimas por lo que ha pasado. Pero eso no quita que tal vez tengan que coger un par de puntos en aquella herida. 

—No me toques estúpida. —sostengo su mano con fuerza al ver que quiere tocarme la herida con un mantel que sabe Dios donde lo haya tenido antes.

Sin tiempo a pensar en nada siento como dos brazos fuertes me toman por la cintura y me levantan delicadamente en este mismo instante estoy viviendo un déjá vu es la primera vez que este hombre me toca pero es como si lo hubiera hecho muchas veces mi cuerpo se relaja el pánico que sentía al ver la sangre se desvanece solo con escucharlo. 

—Tranquila pequeña yo te ayudare. —puedo sentir su corazón latir fuertemente en mi costado. 

No le dice nada a la muchacha que me provocó tremenda herida y si no fuera por el dolor ya le hubiera arrancado los ojos a esa idiota. Su calor me estremece y logra cohibir cualquier reclamo de mi parte. Me coloca en el asiento del copiloto me sujeta con el cinturón rápidamente va al lado contrario en un parpadear llegamos a la sala de urgencias me atienden rápidamente, lamentablemente han tenido que tomarme dos puntos y me han recetado ibuprofeno para el dolor. 

Me sacan del hospital en silla de ruedas de nueva cuenta Matthew me toma en brazos y me lleva directo al auto, no hemos hablado nada desde el insidente no se que decirle exactamente pero esta a su lado puedo sentir como la paz me inunda el cuerpo, no recuerdo exactamente la última vez que me sentí segura alado de un casi desconocido. 

Al llegar a casa lo único que quiero es ir directo a la cama me toma en brazo nuevamente y me lleva hacia la cama como tenia planeado empieza a quitarme las zandalias que llevaba lentamente sin hacer movimientos bruscos. Desabrocha mi vestido pero lo único que quiero en ese mismo momento es tenerlo entre mis piernas lo deseo con locura. 

—Que descanses Mel. —dale con llamarme así, pero no quiero que se vaya. Toma un pijama enterizo color rosa palido del armario y me lo coloca. Se gira con dirección a la salida pero antes que siquiera pueda pensarlo mi boca ya está hablando. 

—No te vayas. —es lo mejor que puedes decir Daniellie pero que tonta eres. 

Regresa hacia a mi sus ojos están llenos de deseo, deseo por mi no lo quiero negar ese sentimiento es mutuo. 

—Me quedaré solo esta vez. —sonrió y siento como mueve su pulgar por mi labio inferior. 

—Por que mi cuerpo me pide una y otra vez que te deje hacer conmigo lo que quieras. —muerde su labio y pega su boca a mi oído. 

—Eso es algo que te tocara averiguar a ti pequeña, pero que ni creas que tu nueva actitud de fiercilla va a limitar todos los planes que tengo para ambos. 

—Solo hazme el amor. —jadeo. 

—No voy a tocarte hasta que no sea solo tu cuerpo el que arda de deseo por mi, cuando tu corazón me reclame prometo mi pequeña Melodie hacerte el amor hasta que tu me pidas a gritos que pare. 



Amantes un nuevo capitulo ya se que me demore esta vez pero anduve de vacaciones que sepan que este maraton es hasta el 15 de enero habiendo un capitulo nuevo cada dos días o antes si algo extraordinario pasa.

Que lo disfruten y no se olviden comentar amo leer todo lo que tienen por decirme

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LOS QUIERO

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