Capítulo 6

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Danielle 

Después de una refrescante ducha salgo hacia el armario para elegir lo que me. Pondré hoy, es lunes así que tendría que ponerme algo elegante tomo la taza de café que la señora de limpieza siempre me deja encima de la isla en la cocina, unos huevos acompañados de tostadas son mi desayuno aunque me hubiera gustado más fruta no se puede hacer nada, seguramente mañana le diga que me prepare fruta. 

Me aliso el cabello perfectamente eliminando completamente las ondas que mi cabello posee naturalmente, siempre he odiado eso de mi pero no hay nada que una buens plancha no solucione. Tomo las llaves del mercedes y me dirijo hacia la compañía en la cual mi hermanito me esta esperando,el reloj marca las nueve de la mañana para relajarme del excesivo trafico de la ciudad prendo la radio. 

Una hora después estoy en la empresa de papá todo es muy elegante con todos los lujos que han caracterizado siempre a las sucursales y esta que es la matriz no es la esepcion a la regla, es el primer día y llegue tarde eso no va a hablar de mi pero esos son los beneficios de ser la hija del jefe. Bueno ahora solo debo llevarme bien con el bueno para nada de Matthew Collins y listo podre reclamar lo que por derecho me pertenece. 

Estaba pensando en que una oficina en el último piso del edificio icio sería un buen lugar, que tenga una buena vista seria lo primordial. Al entrar a aquel lugar la recepcionista está sumergida en su ordenador, tengo que aclararme la garganta para que me regrese a ver. 

—Vengo a ver a Matthew Collins.—la muchacha sonríe y me mira de pies a cabeza, que osadía la de esta mujer. 

—¿Quien se supone que eres tu? —dice aquella mujer, la rabia dentro de mi empieza a surgir y lo único que pienso es en arrancarle la cabeza. 

— A ti que te importa quien sea, de ahora en adelante soy tu superior así que recoge tus cosas y largate por que de ahora en adelante esta empresa me pertenece. 

—Seguridad.— no vi en el momento en el que ella aplastó el botón y tres personas de traje ya estaban a mi alrededor. 

—Señorita tenga el favor de acompañarme. 

—Acompañarlos es más voy a despedirlos a todos bola de ineptos. Mi nombre es Danielle Collins soy la hija de Jacob y ahora mismo lo llamaré para que el de veracidad a mi palabra. 

Tomo el móvil para llamar a papá lo pongo en alta voz para que todos escuchen, un discurso y una hora más tarde de él con aquellas personas ya teníamos personal nuevo. Que personas más insolentes hay en esta empresa pero yo me encargaré de todo esto, eso pasa cuando pones a un bueno para nada al mando de una corporación pero para eso estoy yo aquí para corregirlo.

Al llegar al piso superior a la oficina del supuesto jefe una peliroja me abraza fuertemente de seguro tenía muchísimos amigos en esta  ciudad por que a donde voy me reciben con abrazos pero no conozco a nadie de estas personas y realmente me ponen incomoda cuando lo hacen. 

Después de una breve riña con aquella mujer entró al despacho de mi querido medio hermano, estoy estresada nunca había visto tantas personas incompetentes en un mismo lugar, al entrar mi cuerpo se eléctrica sin siquiera darme tiempo a reaccionar mis músculos se tensan y mi corazón empieza a latir desbocado en mi pecho. La adrenalina corre por mi torrente sanguíneo, no se exactamente que está sucediendo pero nunca antes ningún hombre me había hecho sentir lo que estoy sintiendo en este preciso momento. 

—Hola hermanito.—fue lo mejor que pude decir para no perder los estribos, lo único que quería era que me arranque la ropa y me hiciera el amor hasta que no pudiera más. 

Mis piernas empiezan a flaquear así que doy unos pasos para darle alcance, estaba sentando sobre su escritorio con los brazos cruzados, su mirada azul me penetraba intensamente podía sentir como escudriñaba cada centímetro de mi piel, el traje color azul marino le quedaba excepcional atravez de la camisa se podía ver lo formado de su cuerpo y su cabello era un desastre podía distinguir unos ligeros círculos negruzcos bajo sus ojos. 

—¿Hermanito? —pregunta atónito mis sentidos se alteran aún más al escuchar su voz por que de alguna manera me recuerda a algo no se exactamente a que pero mi corazón no para de latir como un loco descontrolado. 

—Bueno luego tendremos tiempo para darnos cariño fraternal.—no estoy pensando correctamente y lo único que quiero es abslanzarne contra sus labios. Dios por que eres tan débil Daniellie. 

—Claro que nos daremos cariño, pero no es fraternal del que te quiero dar.—mis mejillas empiezan a arder y mi cabeza da vueltas. 

—Claro, claro ahora lo que quiero es un resumen rápido y conciso de como esta la maquinaria en Los Angeles y todas las sucursales que tienes bajo tu mando, además también un informe de la contabilidad de los últimos dos años.

Pude ver su cara de descontento y admiración, sus ojos ardían podría jurar que quería tomar todo de mí en este mismo lugar su mirada seguía en mis piernas y eso ya me estaba afectando.

—No me hagas reír Melodie, lo único que conseguirás llegando a esta hora es que no te deje tocar ni un solo esfero de esta empresa.—acaso me ha llamado  Melodie, que se prepare ese gilipollas por  que acaba de iniciar la tercera guerra mundial. 

Veo como lentamente se acerca a mi con sutileza pero firme, su contacto con mi piel me descoloca solo toca mi mano pero siento como si me estuviera tocando el alma misma, lentamente pega sus labios a los míos y eso era lo último que nesecitaba para saber que mi cuerpo lleva su nombre por todos lados. Mi corazón da un vuelco de ciento ochenta grados y mi piel se eriza al sentir ese calor que no había sentido nunca antes.

—Oh cariño no sabes lo mucho que te extrañe y las noches que tuve que aguantar el impulso para traerte de Suiza y amararte a mi cama si hubiera sido necesario. 






Espero que les guste Amantes saluditos 😘🖤

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