Capítulo 35

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Matthew.

La brisa de mar golpea mi rostro, el sol penetra mi piel amo el clima de Los Ángeles odio sentir frío y sinceramente no quiero volver a Suiza jamás no hay nada como el calor de esta ciudad, tomo la mano de Mel estoy tan feliz al saber que ha vuelto siento de alguna manera que no la conozco del todo es una rara mezcla entre lo dulce y agrio de un caramelo.

¿Que cambió mi padre en ella? Tal vez nunca lo llegue a averiguar tiene más actitud que antes pero se que en algún lugar dentro de ella está lo suave y delicado que tenía en el pasado sea lo que sea que le haya hecho mi padre la amo como nunca a nadie he cometido errores y Charlotte es uno de ellos ahora solo queda ver el futuro que tendremos juntos.

―Quiero ir a recoger a Celeste. ―Mel estruja mi mano mientras sus ojos verde miel me escudriñan el alma.

―Seguro, no la he visto desde que te fuiste en ese momento no tenía cabeza para nada debo pedir una disculpa.  ―sonríe a la ligera.

―Tranquilo Matt solo vamos por ella quiero recuperar todo el tiempo perdido. ―beso delicadamente su frente y continuo caminando hacia el estacionamiento.

―Veo que tu gusto en autos no ha cambiado. ―pasa su mano por mi porche plateado.

―Cariño lo clásico nunca pasa de moda. ―sonrió mientras veo como muerde su labio.

―Yo conduzco. ―responde vivas quiero enojarle un poco.

―Mel nadie toca mi auto. ―frunce el seño y se planta frente a mi.

―Dame las llaves Matt no quiero usar la fuerza. ―una carcajada estrepitosa sale de mi antes de que pueda contenerla.

―Alto ahí pequeña ardilla te recuerdo que soy mas alto que tu y soy mas fuerte. ―muerde de nuevo su labio insitandome a abalanzarme sobre ella.

―Y yo te recuerdo señor Collins que yo he ido al gimnasio durante tres años y soy más fuerte que antes. ―empieza a remangar su blusa.

Se abalanza a mi tratando de quitarme la llave del auto de mis manos enrolla sus piernas en mi cintura quitando la altura entre ambos, trata de hacerme cosquillas pero es imposible me siento motivado a que no tome la llave se estira pegandose mas a mi cuerpo, siento como el deseo se empieza a invadir mi cuerpo recuerdo todo lo que hicimos ayer. Sigue tratando de alcanzar mi mano en el aire pero es casi imposible soy más alto que ella y aunque haya cortado unos centímetros de altura al enroscarse en mi cintura.

―Damela Matt. ―sigue frotando su cuerpo sobre el mio.

―Ya te lo dije nena nadie toca mi auto. ―hace una mueca y abre dos botones de su blusa.

―Me obligas a jugar sucio. ―contesta, mi cuerpo se estremece  quiero tocar sus pecho quiero hacer mas que tocarlos quiero llenar de besos cada centímetro de su piel.

―Eso no va a funcionar. ―meneo la cabeza reprobatoriamente que pasa si alguien la ve.

―¡Hay! ―pega un gritito mientra toca si abdomen, se me enfría la cabeza en que estaba pensando ella aun se esta recuperando bajo mis manos para sostenerle evitando que se haga más daño.

―Es mía. ―festeja agarrando las llaves del auto.

―Tu pequeña ruin. ―le digo, veo sus pecho y ya que están tan cerca de mi no puedo desaprovechar hundo mi cara en ellos.

Gemidos disimulados salen de sus labios abro rápidamente el auto para entrar en la parte de atrás coloco a Mel suavemente en el asiento trasero, sigo regando besos esta vez en su cuello mordisqueo el lóbulo de su oreja derecha los gemidos se acentúan y en lo único que pienso es en querer pasar mi lengua por cada parte de su piel. La deseo tanto nunca me canso de su aroma la suavidad de su piel es mi perdición, puedo perderme lo que me queda de vida en esos ojos verde miel.

Abro su pantalosillo de jean meto mis dedos en su interior ella responde arqueando su espalda lleno de besos su parte central pero ya no es suficiente quiero mas de ella bajo mi pantalón y entro en ella, juro por los cielos que podría morir en este preciso momento de mi vida me siento tan feliz tan pleno de mi mismo, estoy completo después de tanto tiempo.

―Te amo tanto. ―susurra Mel en mi oído.

―Ni las estrellas pueden medir lo mucho que te amo. ―contestó mientras entró y salgo de su interior.

Muerdo su cuello estoy a punto de venirme pero no tenemos protección debo terminar fuera. Después de llegar al clímax me muevo encima de ella para no lastimarle nuestros alientos alterados al unísono son testigos de todo lo que acabamos de hacer.

―Vamos dormilón debemos ir por Celeste. ―pequeños golpes en mis párpados me despiertan.

―No me dormí. ―contestó con voz ronca.

―Si como no vamos rápido debemos ir a comprar algunas cosas para ella. ―sonríe veo que esta en una pequeña esquina del asiento, me muevo para que ella pueda estirar sus piernas.

Me arreglo lo mejor que puedo para que nadie sospeche lo que unas horas atrás hicimos pasamos por la casa en la que Mel vivio con su padre apenas llegamos Celeste sale corriendo por la puerta es obvio que ella estaño mucho a su dueña pensé que no la iba a reconocer pero al ver la emoción con la que nos recibió es evidente que esa perrita nunca nos olvido.

―Vámonos no quiero estar aquí me recuerda a mi padre. ―se gira con lágrimas en sus ojos aun le duele es evidente pero ahora es un nuevo comienzo.

Salimos del lugar en silencio los jadeos de Celeste era lo único que rompía ese silencio incómodo en el que nos sumergimos todo el camino voy en silencio no se que decir exactamente, se que esta llorando puedo ver caer lágrimas de sus ojos con mi vista periférica que debo hacer para que ella no se sienta tan mal por lo sucedido.

―¿A donde vamos? ―pregunta ya que estoy desviando mi destino.

―Vamos a comprar una cama, comida platos y una cadena a esta pequeñita. ―Celeste lame mi mano impidiendo que siga acariciando su cabeza..

―También podemos comprar helado. ―me acerco para besar su frente.

―Mi vida a ti te compro una dotación de por vida.





Quien estuvo holgazaneando en la cuarentena en vez de subir capítulos..... Así es soy yo pero no me odien tener un respiro de todas mis obligaciones es un alivio...... Seguiré subiendo caps más seguido.

Espero que les guste mucho este y no olviden comentar saber si les gusta o si no les gusta me hace muy feliz y me motiva mucho a actualizar.

También no olviden dejar su hermosa y suculenta estrella.

Bueno ahora si bye.

Los quiero🖤


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