Prólogo

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Salía la morena de la notaria en la que se cerró el contrato de su padre, todo había salido bien y si seguían así las cosas pronto abrirían una nueva sucursal de la empresa familiar en Japón y en otros países asiáticos. Su supuesto padre estaba muy orgulloso de ella, era todo lo que algún día soñó de aquella pequeña castaña con ojos verdes miel. O aun mejor de lo que algún día espero.

En tan poco tiempo término su carrera universitaria ingeniería en maquinaria industrial, fue su elección sin duda estudio en la mejor del país, todo se le fue concedido según su capricho. Desbordaba elegancia por donde se la viera, una falda por encima de los muslos, una blusa blanca que enmarcaba sus pechos y unos tacones aguja color negro hacian juego con su su look de empresaria, todos caían rendidos a sus pies.

No había hombre que no quisiera colarse entre sus piernas, pero ella era decidida, altanera y una gran líder. Donde pisaba abriría una sucursal de Collins&Carter, hace tiempo que su padre había cambiado el logotipo de la empresa en un principio no estuvo de acuerdo pero tenia que aceptar después de todo no era dueña aún de todo ese patrimonio.

Sus calificaciones habían sido impecables número uno en su graduación, presidenta de la asociación de alumnos y capitana en el equipo atlético de mujeres de su universidad. Se graduó con honores, claro que se tuvo que esforzar no quería decepcionar a sus progenitores por todo lo que habían hecho por ella.

Aunque su vida no era del todo perfecta, las pesadillas no dejaban de proyectarse en sus sueños, una tras otras venían a amenazar su estabilidad emocional, no recuerda muy bien lo que paso en su vida pasada. No entendía por que esas pesadillas, pero unos ojos azules impenetrables le atormentaban, su psiquiatra le consolaba diciendo que tal vez son los de su padre, pero no era tonta los ojos de su padre son azules pero no le proyectan aquella aura de deseo y pasiones escondidas.

Noche tras noche se levantaba bañada en sudor por la misma pesadilla una y otra vez noche tras noche.

Quedaban apenas dos semanas para que partiera a Los Ángeles, su padre le había encomendado encargarse de las sucursales de allá, dejaba todo en sus manos quería que todo este bajo control antes de su llegada cerca de un año después.

Siempre hablaba de su estúpido medio hermano, siempre sonreía al escuchar lo que decía su padre de él, tan desequilibrado ebrio y ademas drogadicto no se extrañaría si encontrará todo vuelto al revés. Para eso iba ella a poner todo en su lugar, solo esperaba que ese idiota no haya creado fugaz financieras para satisfacer sus necesidades asquerosas o no dudaría en meterlo a la cárcel.

No permitiría que ningún imbecil ponga en peligro su patrimonio menos un adicto, lo mandaría directo a la cárcel para que así todo le perteneciera a ella y solo sea de ella. Estaba al mando prácticamente desde que la doctora le dio de alta del hospital.

Sus primeros meses fueron difíciles pero todo fue mejorando, aun recuerda el asco que le provocaba ver aquella cicatriz en su vientre, y aquel tatuaje en su cadera baja no se lo quizo quitar nunca pese a la negativa de sus padres. Aunque la cicatriz con varias sesiones de láser desapareció sola, aquel tatuaje era lo único que le acompañaba de su vida pasada.

Una hermosa "M", en caligrafía impecable, le recordaba a su nombre de pila, le desagrada ese nombre es mas lo aborrecia, pero no lo podía cambiar su padre jamás le perdonaria. Aquella marca era un misterio cuando lo hizo y por que, definitivamente jamás lo volvería hacer eso solo hacen los delincuentes no la portaba con orgullo pero al colocarse sus bikinis playeros le hacía ver demasiado sexy.

-Dani mi pequeña, ¿Como estas hermosas?

-Papi y ese milagro que me llamas.

-Hermosa el vuelo se adelantó te nesecito antes en Los Ángeles, así que partiras mañana en la tarde . Te tengo que dejar cariño tengo una reunión importante, recuerda cariño mañana, deja tu auto en el aeropuerto mandare a que lo recojan.

Si decir más su padre cuelga la llamada, mañana era muy pronto tenía que despedirse de su amiga Briana.

-Bri me iré mañana, así que alista ese cuerpecito nena esta noche vamos a celebrar.

-Dani te voy a extrañar, como podré vivir sin ti.

Varios tequilas después ya no sabia de si misma bailaba con uno y con otro, mañana tendría que preocuparse pero hoy, hoy el mundo se lo comía a grandes bocados. Su cabeza da vueltas tequila tras tequila seguían ingresando en su sistema, es la una de la mañana y a ella lo único que le importa es vivir.

Sus cuerpo no reacciona, su cabeza esta adolorida y sus labios secos, al girarse se percata de que a su lado esta un sexy rubio cubriendo su parte baja sólo con una sabana, Dios debo dejar de hacer esto pensó. Como he llegado aquí, lo último que recuerdo es estar en la ciudad.

Toma su móvil para percatarse que es el medio día, varias llamadas perdidas de su padre ya luego se preocuparía por eso toma las llaves de su auto su cartera y le deja una nota a su sexy acompañante.

-Muy rico, llámame cuando quieras y lo repetimos. Dani. -se coloca labial carmín y besa la nota.

Tiene dos horas para ir por su equipaje y llegar a su vuelo, no quiere problemas así que corre como si su vida dependiera de ello.



Mis pequeñosos lectores lo prometido es deuda, aquí tienen la segunda parte. 🖤😍
No se olviden de dejarme su estrella y un comentario por favor.
Los quiero.

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