Capítulo 8

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8. Problema.

- ¿Cuál es tu problema? - exclamó la rubia viendo con enojo a su acompañante.

- Mi problema es que por tu culpa estamos perdidos. 

- Sting. - le susurró de manera amenazante. - ¡Tu seguiste al maldito gato!

De alguna manera ambos rubios habían terminado perdidos en medio de un bosque cerca de Crocus y tenían aproximadamente unos 15 minutos para intentar salir de ahí y llegar a la posada o se tendrían que aguantar un gran sermón de Hana, que a pesar de verse tierna e inocente tiene un gran demonio dentro. 

- ¡No es mi culpa que esa cosa fuera tan bonita! - se excuso él mientras se cruzaba de brazos.

- En serio que a veces pienso que tu eres más femenino que yo.

- Cállate. - ordenó mientras se alejaba de ella. - Vamos, si no nos vamos Hana nos matará.

Y así, tan rápido como empezaron a pelear, terminaron. Ambos se encaminaron hacia donde creía que encontraría la entrada a Crocus.

[[Crocus]]

Lucy cerró sus ojos al ver la posada frente a ellos, simplemente quería tener un poco de paz antes de entrar y recibir regaños de sus amigos. Sting simplemente la veía, esperando a que la chica se dignara a dirigirle la palabra, incluso si fuera para gritarle, quería ser paciente y esperarla, sin embargo su paciencia era del tamaño de una pizca de arena, por lo que sin siquiera dejar a la chica pensar por 5 minutos ya se encontraba llamándola.

- No es por nada, pero deberíamos entre ¿no? - se quedó mirando fijamente la puerta. - Digo, quería llegar rápido y ahora no entras.

- ¿Podrías callarte solo un segundo? - pidió sin abrir sus ojos aun.

- ¿Podrías entonces apresurarte? 

- Si sigues hablando , entonces ¿cómo demonios quieres que me apure?

- Pues... - se quedó sin palabras para contraatacar, cosa que hizo sonreír a la chica. - Te odio.

- Sabes perfectamente que eso no es cierto, me amas. - soltó en burla.

- Oh, miran la parejita. - ambos rubios se tensaron al escuchar la voz. - Veo que seguiste con tú vida, traidora.

Sting, quien tenía justo en frente a las dos chicas, se quedo viendo a la peliblanca con asco, mientras que Lucy se quedaba quieta, sin siquiera querer voltear a ver a alguien que no lo valía.

- ¿Se te ofrece algo, gasparin? - preguntó el rubio, intentando disimular amabilidad.

- ¡Mion! - se acercó un pelirosa, el cual ambos conocían muy bien. - ¿Qué te pasa? ¿Por qué te fuiste así? - se centró en ella ignorando deliberadamente a las otras dos personas ahí.

- Oh gasparin, no me digas que este imbécil es tu novio. Que malos gustos tienes.

Para ese punto Sting estaba frente a Lucy, en un intento de esconderla del chico, aunque sabía perfectamente que eso sería imposible una vez que el se diera cuenta. Mientras tanto Lucy por fin había dirigido su mirada a Mion, la cual le dedicaba una sonrisa llena de burla. 

- Entonces. - soltó la peliblana sin separar su mirada de la otra chica. - ¿Ya les contaste a tus nuevos amiguitos que no vales la pena?

- Querida. - soltó Lucy, llamando así la atención de Natsu. - La única que no vale nada eres tú. No me quieras echar tus mierdas, no las quiero. Gracias. - sonrió al ver como el enfado se esparcía por el rostro de Mion y casi suelta una carcajada cuando Sting rio con ganas.

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2019 ⏰

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