'La Ultima Carta' capitulo 19

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Sintió que una mano le movía el hombro. Abrió los ojos y lo vió frente a ella, con una bandeja de comida.

—Te traje el desayuno— Habló él. Ella se recargó en el respaldo de la cama.

—Gracias— Respondió ella, tomando la bandeja en sus manos. Austin sonrió fingidamente y caminó hacia la puerta del cuarto, para irse. —¿A dónde vas?— Preguntó ella. Austin se detuvo en el marco de la puerta.

—Me dormiré un rato…— Dijo sin mucha gana. Ella notó que su mirada no era la misma, se notaba triste y cansado. Además, estaba completamente pálido.

—¿Te sientes bien?— Preguntó ella.

—Si, estoy bien— Respondió él. Al instante de que lo dijo, una gota de sangre salió por su nariz. Y no solo una, empezó a sangrar mucho.

—¡Austin!— Dijo ella asustadísima. Él se tocó la nariz y sintió como caía mucha sangre de ella. _____(tn) se paró de inmediato y corrió hacia él. Lo llevó hasta el baño.

—Tranquila, es sólo sangre— Susurró él. Pero ella empezó a buscar algodón o algo que sirviera.

—No es sólo sangre. Es una hemorragia, Austin. Ponte este algodón y acuéstate mirando hacia el techo, anda ve— Exigió ella. Austin hizo caso y fue hasta la cama. Se acostó como ella le pidió, con la cabeza hacia arriba. Segundos después llegó ella y le colocó una toalla con agua fría en la frente.

—No deja de salir— Susurró él.

—Losé. Te dije que era una hemorragia— Dijo ella, preocupada. Tenía más papel e hizo que Austin lo estuviera cambiando cada minuto. La sangre era increíblemente mucha. ____(tn) se percató de que Austin sudaba.

—Tengo escalofríos… joder, muchos— Se quejó, cerrando con fuerza los ojos. Ella lo tomó de la mano con fuerza. Con la otra mano, sostenía la toalla en su frente.

—Tranquilo… trata de ignorarlos— Pidió ella. Él le apretó la mano con más fuerza. Dio un quejido de dolor. Con eso sólo lograba asustarla más a ella. De pronto, ella observó el brazo de Austin. Tenía como 3 moretes, en diferentes lugares del brazo. —¿Cómo te hiciste estos moretes?— Preguntó ella asustada.

—T… tran, tranquila— Respondió él, sin fuerzas. —Aparecen solos desde que me enfermé— Confesó. Entonces, fue suficiente para ella. Agachó su mirada y trató de voltearse ligeramente. Una lágrima rodó por su mejilla. Le dolió tanto verlo así, en ese estado. Tan mal, tan pálido, sangrando, con escalofríos recorriéndolo, con moretes, sudando. Fue mucho, ella no podía con tanto. Y otra lágrima silenciosa la invadió. Austin se percató de que lloraba, aunque ella no efectuara ningún ruido. Le volteó el rostro con una mano. —Hey, mírame— Le pidió él. _______(tn) lo observó y se contuvo las ganas de romper en llanto. Pero sus ojos estaban cristalizados completamente. —No te asustes, estaré bien, esto me pasa muy seguido. Pero si quieres, puedes acabar con esto… puedes irte— Dijo él confiable. Ella negó con la cabeza y volvió a tomarlo de la mano con fuerza, pero se sorprendió al no ser correspondida. Austin ni siquiera efectuó movimiento alguno. No hizo fuerza para sujetar su mano. Estaba débil.

—No me iré, ya te lo dije— Respondió ella. Cerró los ojos con fuerza para evitar más lágrimas. Suspiró y lo abrazó ligeramente. Recargó su cabeza en el pecho de él.

—Te abrazaría, pero… no siento mis brazos— Susurró él. Ella se incorporó para mirarlo.

—Tienes que ir a las quimioterapias, lo necesitas Austin, no puedes dejar que te pase esto continuamente y no hacer nada al respecto— Dijo ella, quitándole el papel que tenía en sus manos. Había dejado de sangrar su nariz. Austin suspiró, pero ni eso podía hacer bien.

—No… no quiero— Susurró él.

—No se trata de que quieras o no. Debes ir y yo te voy a llevar— Dijo ella firmemente. Le quitó la toalla de la frente y la dejó en el tocador.

—¿Qué? No, no _______(tn)— Dijo él, pues vió como ella sacaba un suéter de su maleta y se lo ponía. Pero ella lo ignoró, salió del cuarto y a los segundos regresó con un suéter para Austin. Se lo entregó.

—Póntelo, hace frío afuera— Pidió ella. Austin negó con la cabeza.

—No lo haré. No iré— Replicó él. ________(tn) lo ayudó a incorporarse en la cama y sentarse. Ella misma se lo puso, obligándolo a meter los brazos, como a un niño pequeño.

—No te pregunté si querías ir. Vamos a ir y no me obligues a que te trate como a mi hijo— Dijo ella molesta. Se dio la vuelta pero Austin la tomó de la cintura y la jaló hacia la cama. Hizo que ella cayera sobre las piernas de Austin.

—Me queda la suficiente fuerza para sostenerte así todo el día— Avisó él. ______(tn) intentó zafarse pero él no la dejaba.

—Suéltame, vamos a ir, quieras o no. Es por tu bien, además prometiste que vivirías… tu dijiste que lo harías por mi— Dijo ella triste. Austin se quedó callado, analizando aquello. La soltó finalmente y ella se puso de pié.

—Y lo haré por ti. Pero lo que necesito es el transplante, no las quimioterapias— Habló él.

—¡Necesitas ambas cosas! Si quieres sentirte bien, ¡Entiéndelo!— Dijo ella, alzando la voz. Se notaba su enojo. Austin se puso de pié y se acercó a ella. ______(tn) pudo notar lo pequeña que era frente a él.

—Me siento bien cuando estoy contigo— Susurró él, acariciándole el brazo.

—Pues si no vas, no pienso seguir contigo. Voy a irme, por que es increíblemente ignorante que yo haya venido hasta acá solo para ayudarte y tu no recibas ese apoyo. Es como si hablara con la pared, Austin. Me mata verte tan mal y que no quieras hacer nada al respecto. Así que decide ahora, vas o no vas. Me tienes o me dejas ir— Dijo ella, completamente triste. Sintió ese nudo de nuevo en su garganta. Pero estaba harta de que Austin se negara a vivir. Tenía que hacerlo recapacitar sobre eso. El se quedó mirando a la nada por un momento, solo pensando. Finalmente habló.

—Iré— Respondió. —Por que no pienso perderte. Perdóname… en verdad perdóname por ser así…— Susurró. Ella lo tomó de ambos costados del rostro. Austin la observó con detenimiento.

—Tranquilo. Te prometo que vas a recuperarte— Dijo ella. Austin asintió y sonrió ligeramente. Ella finalmente sonrió también. Austin le dio un dulce beso en los labios y la abrazó.

—Gracias rapunzel…—.

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Austin iba de brazos cruzados sentado en el asiento copiloto. Su aspecto seguía siendo pálido y sudaba ligeramente.

—Tengo mucho frío— Susurró él.

—Losé. Ya casi llegamos— Habló ella. Giró el volante, para adentrarse a un estacionamiento. —O más bien, ya llegamos— Finalizó. Se estacionó y apagó el motor. Guardó las llaves y se bajó del auto. Austin la copió. Ahora, ambos empezaron a caminar hacia el hospital. Antes de entrar, Austin se posicionó frente a ella, impidiéndole el paso.

—Oye, antes de que entremos… quiero agradecerte por hacer esto. No cualquier persona haría algo así por mí, incluso después de lo que te conté ayer… es increíble que sigas a mi lado— Confesó él.

—No me importa nada ahora, Austin… nada que no sea tu salud— Dijo ella con una sonrisa. Austin sonrió. Valla… sintió que algo extraño lo recorría por dentro. Y no eran escalofríos. Era algo que ya había sentido antes, sólo con ella…

—Te prometo que cuando este día termine, voy a compensarte todo…— Dijo él, acercándose a su oído. —Todo…— Le susurró, brindándole un profundo beso en el cuello ahora. Ella sintió como una corriente eléctrica se paseaba por todo su cuerpo. Joder, por más mal que estuviera en ese momento, Austin no dejaba de ser tan cautivante. Lograba hacerla sentir cosas inimaginables. Se apartó de su cuello para besarle los labios con calidez. Lento y placentero. Logrando estremecerla por completo. Dejó de besarla para mirarla a los ojos. Ambos se sonrieron.

—Anda, entremos— Habló ella. Austin asintió y se dio la vuelta. La tomó de la mano con las pocas fuerzas que tenía. Ambos abrieron las puertas del hospital. O quizá… las puertas a una nueva vida.

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