' La Ultima Carta' capitulo 10

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Austin corrió tras ella, pues se alejaba.

—Eres una tramposa, tramposa, tramposa— Le gritó. Ella seguía riéndose a carcajadas. Llegó hasta la arena de nuevo.

—No hice trampa, no es mi culpa que no sepas jugar billar— Replicó ella.

—No es mi culpa que le coquetearas al fortachón que nos atendió— Dijo él. —Es injusto que te diera un tiro más a ti y no a mí. Si la bola blanca no hubiera caído en…— _____(tn) lo interrumpió.

—¡YA, YA, YA! ¿Cuándo superarás que te gané? Además solo es un juego de billar, no seas dramático— Dijo guiñándole el ojo. Austin negó con la cabeza, a continuación, la tomó de la cintura y la cargó por debajo de las piernas, dejándola de cabeza tras la espalda de él.

—Me las pagarás— Dijo él, empezando a caminar hacia la playa.

—¡NO! ¡NO! ¡AH! ¡AUXILIO! ¡BÁJAME AUSTIN! ¡BÁJAME!— Empezó a patalear, pero él no la bajaría.

—Shhh. Van a pensar que te estoy secuestrando— Dijo él, sujetándola con más fuerza.

—¡AUSTIN BÁJAME AHORA MISMO O LE DIRÉ A MI PADRE DE ESTO!— Gritó ella, dándole golpecitos en la espalda. Austin se empezó a reír.

—Tu padre no te ayudará ahora, Rapunzel— Dijo él. ____(tn) siguió gritando hasta que Austin llegó a aquella parte silenciosa de la isla. Nadie más había ahí. Empezó a dar pisadas en el agua.

—¡NO SE TE OCURRA! ¡BÁJAME YA IMBÉCIL!— Gritó ella. Austin rió más.

—Uh, ahora por decirme imbécil, a darte un baño querida…— Logró adentrarse tanto al mar, hasta que el agua le llegaba a las rodillas. ____(tn) gritó pero fue inútil, Austin la aventó directo al agua, a la parte más profunda. Segundos después, salió a la superficie. Observó a Austin a unos metros frente a ella, observándola con diversión. No dejaba de reírse y eso la hizo enojarse más. Empezó a nadar hasta la orilla, se percató de que Austin estaba seco aún de la parte de arriba. Finalmente logró salir y empezó a caminar directo a él. Austin la miraba divertido.

—Hay, qué linda te ves toda empapada— Habló él, quedándose parado, sin efectuar ningún movimiento. _____(tn) llegó hasta Austin y lo observó detenidamente.

—Tienes 3 segundos para irte— Avisó ella. Austin rió más.

—¿O qué? ¿Le dirás a tu padre para que me meta a la cárcel por haberte lanzado al agua?— Se burló él. ____(tn) le dio una cachetada, con todas sus fuerzas, volteándole la cara a Austin. Él cerró los ojos. Joder, le había dolido bastante. Se sobó ligeramente.

—Te dije que tenías 3 segundos— Dijo ella sonriente. Austin seguía sobándose la mejilla.

—Joder, ¿Eres boxeadora?— Dijo aún con dolor.

—No, adiós— Se dio media vuelta para irse.

—Hey, mañana es domingo— Avisó él. Ella volteó.

—Losé… ¿Y?— Preguntó.

—Pues que mañana te tengo para mi todo el día— Dijo guiñándole un ojo.

—Te dije que no cantes victoria. Te habrás arrepentido de todo esto, losé— Amenazó ella. Austin dio pasos lentos hacia su cuerpo, hasta quedar en una distancia mínima. Eso la puso nerviosa… maldita sea, siempre la ponía nerviosa cada que se le acercaba así, sin avisar. Sólo mirándola fijamente y con esa sonrisa galante en su rostro.

—¿Por qué quieres que me arrepienta de todo esto?— Preguntó él. —¿Tú te arrepientes?—.

—No voy a responder a eso— Dijo ella firme. Austin sonrió.

—Te pongo nerviosa… ¿Cierto?— Preguntó, dando un paso más hacia ella. Ahora sus cuerpos estaban juntos. Podían sentir sus respiraciones juntas.

—Ya me lo has preguntado antes y te dije que no, eres repugnante Austin. Crees que eres guapo, sexy, valiente, divertido, que puedes tener lo que quieras y cuando tu quieras, pero no, conmigo no es así, no soporto a la gente como tú, sólo te la pasas molestándome, eres bipolar, tu actitud es rara cada día, me miras como si…— No pudo terminar la frase. Los labios de Austin se unieron con los de ella, de manera inesperada. Fue rápido, sin avisar. Claro, como solía hacerlo. La tomó de ambos costados del rostro para que ella no se separara. Mantuvo fijo sus labios en ella por varios segundos. ___(tn) sintió esa repentina sensación dentro de ella de nuevo. Se sentía tan bien… tan estúpidamente bien en sus brazos. Austin se separó poco a poco de sus labios. Le sonrió, ella abrió los ojos con lentitud para verlo también.

—No te callabas, no tenía opciones— Dijo sin dejar de sonreír.

—¿Crees que puedes besarme cuando quieras? ¡NO CARTER! ¡NO!— Gritó de nuevo. Austin la volvió a tomar del rostro, esta vez ejerciendo más presión, unió nuevamente sus labios a los de ella. Pero ahora, más intenso. La obligó a abrir la boca, para entrar con más facilidad. Mezcló su calidez dentro de ella. Se la ‘comió’ {En México desimos se ‘caldearon’ xdd ya me voy} literalmente. Adentró su lengua en la boquita de ella. Y ____(tn)… se dejó. No pudo contenerse a tanto placer. Empezó a corresponderle una vez más. De manera salvaje, Austin movía sus labios sobre los de ella, proporcionándole un beso caliente y excitante. Ella se dejó hacer por el, se rindió ante sus brazos de nuevo. Austin ahora pasó sus manos a la cintura de ella, y sin avisar, la cargó y la subió a sus caderas. Ella lo rodeó por el cuello, sin separarse de sus labios. Austin se quedó quieto ahí, en medio de la arena, simplemente disfrutando aquél mágico beso. Sin duda, sería bueno para una fotografía. El sol se estaba metiendo y estaba empezando a obscurecer.

—Vamos a mi habitación…— Susurró Austin, separándose ligeramente de sus labios. Ella abrió los ojos y se percató de que Austin la tenía alzada aún.

—Joder, otra vez no…— Reaccionó, se bajó de forma inmediata de sus brazos. Su respiración estaba muy agitada. Pero Austin la tomó de la cintura y le impidió alejarse.

—No me obligues a besarte de nuevo, bonita— Dijo Austin. ___(tn) intentó hacerse para atrás, pero lo único que conseguía era que él la pegara más a su pecho.

—Ambos sabemos que esto no puede seguir— Susurró ella. Austin la besó una vez más, con intensidad. Joder, qué adictivo era esto.

—¿Por qué?— Dijo él. Volvió a besarla repentinamente. —Me encantas… me fascinas…— Dijo él, dándole pequeños besos. Ella sonrió pero agachó la mirada. Austin empezó a besarle la frente, las mejillas, la nariz. Todo el rostro, consiguiendo que ella sonriera ampliamente.

—Ya, Austin…— Pidió, sonriendo.

—Anda, bésame— Le susurró. Ella iba a hacerlo pero recapacitó. Tomó fuerzas y se soltó de sus brazos. Austin se confundió ante su gesto.

—Mañana es domingo, Austin… ¿Lo recuerdas? Mañana es el último día de este viaje— Dijo ella, dando pasos hacia atrás.

—¿Y?— Preguntó él.

—¿Y? Que esto es un estúpido juego. Una estúpida aventura de una semana. No voy a seguir dejando que me manipules, para luego ser la ‘zorra’ con la que te acostaste en vacaciones. Sé perfectamente a donde va todo esto. Hasta mañana, Austin— Y se marchó. Empezó a correr, dejándolo con la palabra en la boca. Austin gruñó. ¡Mierda! ¿Por qué esta chica era tan bipolar? ¿Debería entenderla? Eso era inútil. Ella jamás, jamás sería la ‘zorra’ que piensa será. Para él, ella era todo menos eso.

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‘Sábado. Bien, esta es la penúltima carta que escribiré. Mañana… mañana es el día. Domingo. Mañana se sabrá quien gana esta apuesta. Pero por obvias razones, ganaré yo. Porque no pienso arrepentirme de absolutamente nada. Ella… me dio las mejores vacaciones de mi vida. Es fascinante todo esto. La manera en que volvimos a besarnos hoy, joder… es… adictivo. Nosé como voy a ser capaz de olvidarla. Y hay un problema que me atormenta. Ella no sabe la verdad de mi… no sabe lo que en realidad pasará cuando me valla, cuando nos dejemos de ver y este viaje acabe. Nosé si deba decírselo. ¿Merecerá saberlo? Nolosé… lo único que sé es que no quiero hacerla sufrir. Ni yo ni ella sabemos lo que nos espera mañana… sólo sé una cosa: Estoy enamorado de la hija del presidente. Ya no hay vuelta atrás… ¿O si? No, no la hay. Y dejarla mañana, será lo más difícil que haga en toda mi vida…

-Austin’.

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