✴Capitulo 4✴

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Amy:

Mi celular suena dos o tres veces, tal vez fueron más, despierto y agarro con flojera mi celular, en total 10 llamadas perdidas -¡Maldita sea, ¿Quién podría ser a ésta hora!-  digo en mi mente. Nuevamente suena el celular contesto la llamada y una coneja desesperada habla por el otro lado de la línea.

"Inicio de la llamada"

—¡Amelia por el amor de Dios! Tremenda hora a la que decides contestarme.

—¿Cream? ¡Qué milagro!, pero ¿Cuál es la urgencia?— Puedo notar algo de molestia por parte de la coneja.

—Te estoy llamando para decirte que ya regresé y vengas a recogerme del aeropuerto, llevo media hora esperando.

—¿Qué? ¿Por qué no me avisaste antes? Quédate allí, ya llego en seguida— Cuelgo la llamada antes de que me responda la coneja.

"Fin de la llamada"

Mierda, me cambio tomando lo primero que encuentro, me pongo el primer par de tenis  y con mi bolso y celular en mano salgo corriendo lo más rápido que puedo hacia el aeropuerto, no está tan lejos pero tampoco tan cerca de mi casa, aproximadamente 20 minutos me estaría haciendo si corro. Después de correr unos ¿5 kilómetros? Creo,  llego a la entrada del aeropuerto encontrándome con una coneja esperando con paciencia.

—Llegaste más rápido de lo que pensaba, ¿Has estado corriendo últimamente?— Con sarcasmo hace el comentario, pero cabe decir que tiene razón, desde hace unos años me he enfocado más en mejorar mi velocidad y mi fuerza.

—No es por presumir pero he de destacar que estás en lo correcto.

—Bueno, creo que también deberías practicar el sudar menos.

—No te burles, si me hubieras avisado con tiempo, esto no hubiera pasado y no estuviera sudando.

—¡Ups!, alguien tendrá que bañarse hoy— Suelta una pequeña risa alegremente.

—Ni de loca, eso no es un motivo para bañarme.

De regreso decidimos caminar, para tener más tiempo al platicar sobre todo lo que ha pasado en estos años en que la conejita se fue de viaje y todo lo que ha pasado conmigo.

—¿Y cómo te ha ido? después de ya sabes, lo que pasó...

—Oh eso, bien, creo que me quité un peso encima, aunque mi relación con ellos no es muy buena que digamos. De todas formas pienso que estaría peor si me hubiera obsesionado más de lo que ya estaba.

—Ah menos mal, por un momento creí que tendría que llegar a casa a gritar como loca y darle un paliza a todos.

—¡Oh vamos! No tienes nada de que preocuparte, además te falta mucha experiencia aún para darles una paliza a ese par de cabezas huecas.

—Entonces enséñame, desde hace mucho que quiero aprender a pelear y así combatir con ustedes en las batallas de Eggman.

—Cream, eso es muy peligroso para ti, incluso para mí sigue siendo peligroso, además aún me falta mucho por aprender. Pero no te preocupes la gran Amy Rose te enseñará poco a poco todo lo que sabe, eso sí, por el momento nada de peleas.

—Está bien, supongo que no tengo de otra más que esperar.

—Quita esa cara larga, por lo mientras deberías ir practicando en como conquistar a Tails, no creas que no me he dado cuenta de la conexión que hay entre ustedes dos— Con burla veo como Cream solo se sonroja por el comentario que acabo de hacer.

—Q-Que, n-no creo que se-a el momento adecuado para hablar de e-so.

—Deberías acercarte más hacia él ¿O prefieres que te pase lo mismo que a mí?— Se lo piensa un momento, pero es obvio que la respuesta es no ¿A quién le gustaría pasar por lo mismo que yo?.

Quédate a mi lado para siempre [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora