Seokjin está cansado de ver como sus padres abusivos tratan a su hermanito de cuatro años, Así que toma la decisión de traerlo a vivir con él cueste lo que cueste.
Ahí Jimin aprenderá lo que es tener un cálido hogar lleno de amor.
Después de la to...
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Jin estába en el autobús rumbo a la casa de sus padres.
Estába muy nervioso, no sabía que esperar, a pesar de que ha ido muchas veces a la casa a visitar a Jimin , sus padres siempre lo recibían con gritos y golpes, y esperaba que pase esta vez ya que tenía una, cámara que instaló en su chaqueta para grabar todo lo que pase.
Estaba frente a la puerta de su antigua casa, se sentía bastante nervioso y un poco asustado pero igualmente tocó.
la puerta fue abierta suavemente y jin bajo la mirada encontrándose con el pequeño rostro más tierno y hermoso del mundo mirando con intriga, al darse cuenta de que se trataba de su hermano mayor, se le llenaron los ojitos de lágrimas.
—¡Jinie!— el pequeño abrió la puerta completamente y corrió hacía su hermano quien lo tomó y lo pego contra su pecho.
—Bebé hermoso, Jinie te extraño t- tanto— confesó Jin con lágrimas en los ojos y la voz debil.
—Yo te extrañe más, ¿porque me dejaste s-sólo aquí?— pregunto el menor con su voz temblorosa, Jin sabía que esa pregunta iba a ser hecha por el menor.
—Bebé, Jinie no te quiso dejar, sólo que necesito arreglar algunas cosas para que puedas vivir conmigo, como te prometí ¿Recuerdas?.
El pequeño asintió.
—Bueno, vamos adentro— Jin entro a la casa con jimin abrazado a su cuello y con las piernitas enredadas en su cintura.
—¿Está?— le pregunto a su pequeño hermano.
El pequeño movió su cabecita asistiendo con su dedito pulgar puesto en su boca.
—Bien— Jin dió un largo suspiro y se adentro a la casa.
—¡Jimin! ¡¿quien mierda era?!—se escuchó la áspera y asquerosa voz de su padre.
Jin cerró los ojos por un momento y respiró profundamente, odiaba que dijeran malas palabras en presencia del pequeño.
—Soy yo papá, no necesitas decir groserías en frente de Jimin.— intento hablar lo más tranquilo que pudo.
—Cállate la puta boca , ¿que mierda haces aquí?— pregunto el hombre groseramente. Como siempre.
—Sólo venía a visitarlos— en realidad sólo venía a ver a Jimin.
Jin inmediatamente puso sus manos en el oído de jimin y apoyó la cabecita en su pecho, sabía lo que se venía.
—¡No necesitamos que vengas, puedes irte a tu puto apartamento, y baja al niño, tiene que limpiar su habitación!—
—Por favor papá, es un niño de cuatro años, debería estar jugando, no limpiando.—Jin estaba impresionado de la crueldad de su papá.
—No me importa, dejalo en el suelo y vete .
—Está bien papá, lo llevo a su habitación—
El pelinegro con su hermano sobre su cuerpo, subió las escaleras hasta a dar con la habitación de Jimin, ésta estába un poco desordenada con algunos juguetes en el suelo y su cama un poco desordenada, nada de otro mundo.
