#44°

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Suaves gemidos escapaban de sus labios, que eran rápidamente acallados por los míos. Besé cada centímetro de su piel que estaba a mi alcance, mientras aún me movía dentro de él.

—Jungkook ... —gimió mi nombre mientras sentía que poco a poco la iba llevando a su clímax.

Mordisqueé sus labios y tironeé de ellos con suavidad, mientras me movía despacio la sostenía entre mis brazos. Él entrelazó sus piernas con las mías y me mantuvo cerca.

—Quiero que sepas una cosa —le hablé agitadamente. Sus ojos se clavaron en los míos. Me acerqué y rocé su nariz con la mía —Yo quiero hacer el amor contigo... hoy, mañana... pasado mañana y por muchas, muchas noches más.

No sé cómo fue, pero Tae giró sobre el colchón y quedó sobre mí. Gruñí fuertemente al sentirlo así. Salvaje... mojado... completamente mío. Comenzó a moverse suave sobre mí y era tan placentero verlo, que no pude contenerme. Me senté y capturé sus labios en un caliente beso.

—Y yo quiero que lo hagas —me dijo agitado y soltando apenas mi boca.

No sé cuánto tiempo estuvimos así, y tampoco era que me importaba.

Por mí iba a estar dentro de elutoda la noche. Pero entonces sentí que tenía que liberarme. Lo tomé de las caderas y lo empujé más cerca de mí.

Él boqueó y se aferró a mi cuello, mientras me mordía levemente el hombro. Luego de unos segundos gimió mi nombre al correrse en mis brazos. Me recosté con él y giré atrapándolo de nuevo.
Besándolo otra vez, aceleré mis embates, buscando mi propia paz. Y cuando la encontré no cerré los ojos, solo bajé la mirada hacia él.

Taehyung respiraba trabajosamente, sus labios estaban rojos y un poco hinchados. Levantó su mirada para encontrarse con la mía.

Me sonrió y levantó su mano para acariciar mi rostro.

Entonces supe que no había nada que yo no hiciera por él. Si él quería, sería capaz de bajar al infierno y matar al mismo diablo, solo para hacerlo sonreír.

Maldije por lo bajo ante el pensamiento. Me estaba por apartar de él, pero me tomó de la barbilla e hizo que lo mirara.

—No te atrevas a alejarte de mí —me ordenó y luego me besó ferozmente.

Apenas podía respirar al sentirlo con cada fibra de mí ser. Su delicado cuerpo debajo del mío. Pero el calor de sus labios y el valor de su intrépida voluntad eran los que me calentaban.

El fuego de su pasión ardía a través de mí, haciéndome sentir vulnerable y al mismo tiempo fuerte y decidido. Soltó levemente mis labios, entonces lo miré a los ojos y luego bajé sobre él, para poder apoyar mi cabeza sobre su pecho.

— ¿Escuchas la lluvia? —le pregunté.

—Si —me contestó sin dejar de acariciar mis cabellos.

— ¿Sabes que escucho yo? —le dije.

— ¿Qué? —preguntó.

—Escucho tu corazón...

— ¿Y qué te dice mi corazón?

—Me dice: Más te vale Jungkook que te quedes, porque o sino te juro que te vas a arrepentir de haberme hecho latir como loco —le dije.

Él rió divertido, haciéndome levantar la cabeza para mirarlo.

— ¿Y qué dice el tuyo? —me preguntó.

— ¿Por qué no lo escuchas tú mismo? —dije y giré en el colchón para que él quedara sobre mi pecho.
Se apoyó suavemente, colocando su mano izquierda en el lado derecho de mi pecho. Con mi mano acaricie su espalda — ¿Y qué te dice?

Mi Peligrosa Obsesión//KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora