Enviados de la muerte

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Personajes: Osamu Dazai, William T. Spears
Género: comedia, crossover (BSDxKuroshitsuji)
Resumen:

Dos hombres se encuentran gracias a la conexión que mantienen con la muerte...




Estaba muerto. No había otra forma de concebirlo.

Había saltado desde el puente más alto de todo Yokohama. Había notado cómo su cuerpo chocaba con fuerza contra el agua de aquel río. Había notado cómo su cuerpo expulsaba su último aliento.

Empezó a escuchar una voz mientras oía el pasar de unas hojas:

–Nombre: Osamu Dazai. Edad: 22 años. Causa de la muerte…

–¡Por fin! –saltó de alegría tras darse cuenta que había conseguido por fin su meta en la vida.

Cuando observó a su interlocutor, este soltó un suspiro:

–Otra vez no…

El hombre, trajeado de negro, repeinado y con gafas y guantes negros, se presentó como William T. Spears, mientras cerraba su cuaderno. Dazai observaba al hombre con ojos brillantes:

–¿Eres la Muerte?

–Técnicamente, soy un Shinigami: un enviado de la Muerte.

–Me sirve igualmente. ¿Dónde está su guadaña? –preguntó mientras le cacheaba febrilmente.

–¡No podemos usar la guadaña en alguien vivo!

Dazai se detuvo en seco.

–¿Estoy vivo?

–Eso parece.

–¿Por qué los cielos no me quieren?

William puso los ojos en blanco. Tras Grell y el demonio mayordomo, ahora se había topado con un maníaco suicida.

–Quiero morir. Máteme.

–No puedo hacer eso.

–Usted es el enviado de la Muerte. Es su trabajo.

–Mi trabajo es recolectar el alma de las personas que mueren, no de las personas que están vivas.

–Yo estoy muerto por dentro –el semblante de Dazai se iluminó–. A lo mejor no sabéis hacer vuestro trabajo en condiciones…

William nunca llegó a sospechar que echaría tanto de menos a Grell y a todos sus compañeros descerebrados…

–O a lo mejor eres tú el que no lo haces bien. Soy de la división inglesa y he tenido que venir porque el de la división japonesa está de baja por depresión porque cierto japonés no para de esquivar a la muerte… Supongo que eres tú.

–No. Ese no soy yo. Debe ser Chuuya. Luego te lo presento. Seguro que os lleváis bien.

El Shinigami ya no sabía si ese humano se estaba quedando con él o hablaba en serio.

–Es la Muerte la que me esquiva a mí y no yo a ella. ¡Yo quiero morir! –gritó mientras agitaba los brazos.

William ojeó un poco su cuaderno, sin prestar atención a las súplicas del japonés.

–¿Qué es eso?

–Una Lista Negra –respondió sin apartar la vista del cuaderno.

Cuando notó el silencio reinante, dirigió la mirada hacia Dazai, a quien por poco se le salen los ojos de la felicidad.

–¿Ahí sale mi muerte: cuándo, dónde y cómo?

–Sí –Will se recriminó a sí mismo por contestarle.

–¡Déjeme verlo, se lo suplico!

–¡No puedo enseñar esto!

–¿Dazai-san?

Ambos hombres se giraron para encontrarse a Atsushi, de pie en la orilla y sin aliento. No había llegado a tiempo para detener el "puenting" de su superior.

“Con un poco de suerte, pensará que está loco este hombre”, pensó el Shinigami. “Él no puede verme ya que…”

–¿Quién es ese hombre, Dazai-san?

William empalideció. Aquel chico no estaba muerto… ¿Cómo podía verlo?

–Joven, ¿por algún casual no estarás siempre en peligro de muerte?

–Más de lo que me gustaría…

Eso explica todo. También los Shinigamis pueden ser vistos por personas que tienen medio pie en la tumba.

–¡Muchas gracias por salvar a Dazai-san!

–No era mi intención –su reloj sonó–. Lo siento, pero debo marcharme. Un joven está a punto de saltar por los aires por culpa de una bomba que ha puesto.

–Seguro que es Akutagawa –comentó Dazai–. Puede ahorrarse el ir. Seguro que no muere.

Cuando le dijeron que Yokohama era el peor sitio al que se le podía asignar, nunca pensó que fuese tan real.

Se despidió de ambos japoneses, a los que observó desde un árbol irse del lugar.

–Pues bueno… Otro día más sin morir –escuchó decir a Dazai.

Will suspiró mientras abría su Lista Negra y daba gracias porque no volvería a ver a aquel joven lleno de vendas nunca más.

A fin de cuentas, su muerte ocurriría en otro mundo donde él no tiene jurisdicción.

BSD || Crónicas callejeras (One-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora