MI CAMINO ERES TU

41.Cansada de tantas mentiras.

"Narrador."

-- Tu. Acabas de decir que eres mi... ¿Mi Mamá? -- Preguntó muy confundida. la cara de paulina se puso pálida y la sorpresa invadió el rostro de Fernando.

Fernando solo miraba a ambas, se acercó a Renata y sostuvo a valentina en brazos --Lo mejor es que las deje solas. -- Renata lo miraba muy confundida, su mirada reflejaba decepción por lo cual Fernando bajo la mirada y salió de la oficina sintiéndose terrible.

--Paulina ¡CONTESTA! -- dijo con desesperación, necesitaba comprender lo que acababa de oír, recordó todas esas veces que  estar a lado de Paulina sentía una extraña conexión, ahora todo empezaba a tener sentido para ella.

-- Me hubiera gustado encontrar un mejor momento para decírtelo.... Pero si, lo que acabas de oír es cierto. --tomó aire. -- Tu eres mi hija. -- soltó de golpe

Renata sintió un fuerte escalofrió recorrer su cuerpo. -- ¡¡No lo puedo creer!! -- llevo sus manos a su cara, se sentía tan decepcionada de aquella mujer que tanto admiraba la hubiera engañado. -- Todo este tiempo me estuviste engañando y yo como una estúpida te ayude a que encontraras "supuestas pistas" -- Dijo irónica. -- cuando de seguro siempre supiste la verdad, que estúpida fui. -- se reprochó. -- Paulina creí que eras diferente. -- dijo en entre sollozos.

Para paulina el escuchar esas palabras fueron como puñaladas en el corazon más aún que venían de la persona que más amaba en el mundo, su hija.

-- No Renata. -- se acercó a ella, pero Renata dio un paso atrás, Paulina lo entendió y se dispuso a seguir hablando. -- Cuando yo te conocí no sabía que. -- tomo aire. -- eras mi pequeña Isabela, desde que te conocí siempre sentí un cariño muy especial y cuanto más te conocía ibas llenando muchos espacios, sin yo misma entender el por qué. Yo no sabía que tu... eras mi hija. -- Dicho esto a Paulina le fue imposible sostener el llanto. A Renata le dolía verla llorar, pero en ese momento era más grande la rabia y decepción de sentirse traicionada por las personas que tanto amaba. Pues esta no era la primera vez que le mentían y en el fondo sabía que no sería la última, si bien había bastantes cosas que aclarar con Fernando.

-- Te conté mi historia, me abrí contigo, confié en ti y tu solo te burlaste de mí de la confianza que te dí. -- Cada palabra salía con dolor. -- ¿Por qué no ser sincera conmigo? -- le reprochó.

-- No digas eso por favor. -- Fue lo único capaz de decir. -- Trate de hacer...

La interrumpió. -- Confié en ti... te veía como una segunda madre. --rio irónica. -- tenías un lugar muy especial en mi corazon... en mi vida. -- Era evidente la tristeza en los ojos de Renata. -- Estoy cansada de que todos me mientan. -- las lágrimas cayeron nuevamente.

Cada palabra que salía de la boca de Renata era una puñalada para el corazon de Paulina. -- Yo te lo iba a decir. --

-- ¿Asi? ¿cuándo? -- dijo irónica.

-- Tenía miedo a tu reacción... que me alejaras de ti y de valentina. -- sus ojos estaban rojos, intensificaban aún más el verde de estos. -- Cuando me enteré lo primero que hice fue sentirme muy feliz, al fin había terminado mi búsqueda.... Una búsqueda de más de 20 años. -- Su voz se quebró. -- cuanto supe que eras tú. -- tomó sus manos y está vez Renata no se opuso a ese tacto.-- me sentí muy orgullosa. por la mujer en la que te has convertido.

Renata después de oír esto tranquilizo un poco su actitud. -- Se que sufriste y se lo que paso con tu esposo. -- "mi padre." dijo así misma. --pero nada de eso justifica que me hayas ocultado la verdad... te conté que me sentía terrible por creer que me habían abandonado, que les estorbaba y que por eso me habían dejado en esa casa hogar y aun así no fuiste capaz de decirme la verdad -- Renata tenía una mezcla de sentimientos, por una parte, se sentía feliz porque no había sido un estorbo en la vida de su madre y por que que paulina era una gran mujer, pero por otro el hecho que hubiera callado esa verdad le dolía. --