MI CAMINO ERES TU

46.No me quiero alejar de ti

--¿A qué se refería Alejandro cuando dijo que le habías dicho que se alejara de mí? Hasta donde yo sé ustedes nunca se han visto... es más ni se conocían. --

La cara de Fernando se deformo.

Renata decidió olvidar el tema no lo encontraba relevante. --¿Cómo llegamos a este punto? – Dijo sollozando. Giro hasta la puerta y puso su frente en ella. -- ¿Dónde está el hombre que amo? Que cada día me hacia ser mejor y entregar lo mejor de mí. --

La abrazo por la espalda. --Aquí estoy. – Susurro en su oído. – Soy el mismo hombre, solo que ahora tengo tanto miedo de perderte. –

Renata volteo a verlo a los ojos sin soltarse de su abrazo. –Solo nos estamos haciendo daño...nuestra relación cada vez está peor y aun que te ame, me amo más a mí y primero estoy yo y mi estabilidad. Lo más sano para los dos es que nos demos un tiempo. – Se separo de él, respiro profundo y siguió. – Valentina es nuestra prioridad y si tú y yo no estamos bien...

Fernando salió del shock después de oír que Renata quería un tiempo. La interrumpió. -- ¿un tiempo? – dijo con un nudo en la garganta.

--Fernando por favor no lo hagas más difícil. – dijo muy afectada.

La tomo del brazo y la acerco a él, envolvió su cintura con una de sus manos y con la otra agarro su rostro obligándola a verla. – No me quiero alejar de ti, yo te amo, no puedo vivir sin ti. –

Renata trato de evitar tanta cercanía por que la volvía vulnerable ante él. – Por favor ya es demasiado difícil, no lo hagas aún más. – Sus lágrimas empezaban a bajar.

Fernando acuno su rostro con ambas manos no solo a establecer contacto con sus ojos, si no también a que sus labios estuvieran muy cerca de los suyos. – Te amo y siempre será asi. --

--Yo también te amo. – Dijo entre sollozos, unieron sus frentes y ambos se abrazaban.

La cercanía de sus labios ya casi era nula. – Te amo. – le volvió a repetir y unió sus labios en un apasionado beso, era un beso lento, sin prisa disfrutando de los labios del otro, los brazos de Renata se aferraron al cuello de Fernando de manera casi involuntaria. El beso continuaba con su ritmo lento, no había ninguna prisa por ir más rápido, Fernando mordió suavemente el labio inferior de su amada, Fue cobrando mas intensidad el beso y con ello las manos de Fernando vagaban por el cuerpo de ella.

Renata buscaba con desesperación los botones del saco de Fernando, ambos tenían la respiración agitada y disfrutaban del momento, olvidándose de todo y todos en ese momento solo estaban ellos y lo que estaban sintiendo.

Ambos correspondían a las caricias del otro ninguno podía resistirse a lo que sentían, el devoraba sus labios como si se tratase del ultimo alimento, Deslizaba sus manos por el pelo de Fernando haciendo que bailara entre sus dedos.

Las manos de él subieron por su espalda buscando con desesperación el cierre de su vestido. Una vez que lo tenia entre sus dedos lo bajo lentamente, poso sus manos en su cadera y subió por sus costados disfrutando cada curva de su mujer, se detuvo debajo de sus pechos, los cuales brinco, los dejaría para después, tomo entre sus dedos el vestido y los deslizo por sus hombros hasta que cayó al suelo.

Renata mordía su labio inferior esperando el contacto de los labios de Fernando, quito su saco y fue directo a su cuello donde dejaba pequeños y húmedos besos mientras que sus manos desabotonaban la camisa de él, una vez que la camisa ya no estaba, quito el cinturón y continuo con el botón de su pantalón, el cual después de desabotonarlo cayo.

Fernando la cargo y la llevo hasta la cama donde la dejo delicadamente, El acariciaba cada de su perfecta cintura, Renata disfrutaba cada caricia y mordía su labio impaciente por ya sentirlo. Una mano de el subió por su abdomen hasta sus abultados pechos los cuales acariciaba por encima de la delgada tela de su sostén, saco uno deposito húmedos besos, lo mordió haciendo que ella gritara un poco de dolor y a la vez de placer. Después de un rato de besar, lamer y morder los pechos de Renata bajo por su abdomen dejando besos, la espalda de ella se arqueaba, llego a su intimidad acariciándola por encima de su panty haciendo aún más larga la espera.

Subió hasta los labios de ella, besándola apasionadamente, la mano de Fernando volvió abajar a su intimidad introduciendo dos de sus dedos. Renata reacciono a lo que sintió en un fuerte gemido, arqueo su espalda y llevo su cabeza hacia atrás.

Las manos de Renata aruñaban la espalda de Fernando, el panty de ella había caído al suelo, Él le dedico una mirada mientras entraba en ella lentamente para que sintiera más placer.

Fernando la beso ahogando sus gemidos que le provocada con cada movimiento, ella mordía el labio inferior y seguía arañando su espalda.

El cuerpo de Renata comenzó a tensarse, su respiración se agitaba más, sus piernas temblaban y su espalda se arqueaba llegando a su primer orgasmo, los espasmos en su cuerpo se hicieron presentes del pues del placer que le ocasionó el orgasmo.

Solo con él podía tocar el cielo y el infierno, Renata hizo un movimiento que dando arriba de él. Fue dejando húmedos besos desde su cuello hasta abdomen acariciaba sus pechos mientras seguía bajando. Lo tomo en sus manos, comenzó movimientos con su mano y llevo a su boca. El pecho hinchado de Fernando mostraba la satisfacción que le hacía sentir Renata, después de un rato asi se subió arriba de él, empezando con suaves movimientos, Fernando pasaba las manos por los muslos de Renata hasta su cintura ayudándole a hacer movimientos mas rápidos. La habitación era un ambiente de deseo, pasión y lujuria. Sus cuerpos sintieron una oleada de calor, temblorosos seguían con sus movimientos, llegando al primer orgasmo de Fernando y el segundo de Renata.

Exhausta se dejó caer sobre el sudado y desnudo pecho de Fernando, quien la envolvió en sus brazos, las respiraciones de ambos seguían agitadas tratando de normalizarlas, los ojos de Renata comenzaban a pesar cayendo en un profundo y placido sueño.

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