55. Nueva vida

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Al día siguiente.

--¿Quieres que te acompañe? -- Mencionó sofia con Valentina en brazos.

--No mamá, me ayudas más si te quedas a Valentina. -- Dejó un pequeño beso en la mejilla de Valentina.

Asintió --Esta bien hija como tu decidas. --

--Hermanita. --Dijo antes que Renata saliera por la puerta. -- Si quieres yo puedo acompañarte. --

-- Gracias Ivanna, pero es algo que tengo que hacer yo... Gracias a todos por tanto apoyo. --
Una leve sonrisa se dibujó en su cara, sabía que su familia era lo más valioso que tenía en su vida.

Durante el transcurso a la casa rogó a Dios para no encontrarse con Fernando, pero al parecer eso no sería posible, por que apenas entraron a la casa estaba estacionado ahí su carro. 

--Dios dame fuerzas para poder hacerlo. --Suspiro. --Esto va a hacer muy difícil. -- unas lágrimas cayeron de sus ojos. Bajo del auto, caminó hasta la puerta, abrió con sus llaves y le fue inevitable recordar la primera vez que estuvo ahí Y Fernando se las dio.

" -- Sorpresa. – Dice Fernando con los brazos extendidos.

-- Espera... Estas diciendo que... --

Asiente. – Bienvenida a tu nueva casa. –

--¿Enserió? – dijo asombrada.

-- Ahora que nazca valentina, ocuparemos más espacio, un lugar a donde sacarla a pasear, donde jugar y todas esas cosas no se pueden hacer en un departamento. –"

Una lágrima resbalo por su mejilla. Entró y recordó que ahí fue donde Fernando le pidió matrimonio.

" --Yo te he dado las gracias muchas veces por demostrarme lo que es el verdadero amor, porque gracias a ti tengo la ilusión de un futuro, de formar una familia. Todo eso lo quiero a tu lado, es por eso que hoy que están todos aquí. -- Respiró hondo. -- Renata Sandoval. -- Se arrodilló frente a ella. -- ¿Me harías el honor de pasar el resto de mi vida a tu lado? -- Sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas. -- ¿Te quieres casar conmigo? --"

No había recorrido ni media casa y ya estaba llorando atormentada con tantos recuerdos que vivió ahí, pero lo más difícil sería mirarlo a los ojos.
Limpió las lágrimas de su cara, respiro hondo y subió las escaleras.

Estaba a punto de entrar a la habitación, pero aún no se sentía lista para entrar a la que hasta ayer había sido su habitación, donde apenas hace unos días compartían la misma cama, donde se habían entregado al amor y hoy solo eran recuerdos.

Camino a la habitación de Valentina, era lo mejor, así tomaba más fuerza para verlo, pero no contaba que al entrar a la habitación de Valentina él estaba ahí... abrazado a una foto de Vale, su mirada estaba perdida en la nada y en su mano sostenía una botella de alcohol.

-- Mi amor regresaste. -- Estaba completamente borracho, trato de levantarse, pero enseguida cayó.

-- ¿Fernando cuanto tomaste? -- Se acercó a el.

-- No lo sé, perdí la cuenta. -- Se levantó sosteniéndose de la cuna.

--¡Fernando! -- Gritó por que casi se caía encima de ella. -- Vamos para que te recuestes. -- Fernando se apoyó en sus hombros.

-- ¿Me amas? -- volteó a verla. -- ¿o ya me dejaste de amar? -- Dijo con los ojos llorosos.

Se quedó unos segundos en silencio. -- Fernando ayúdame a llevarte a la habitación. -- Dijo tratando de evadir lo que le había preguntado.

-- Solo responde ¿Me amas? -- La tomo de la mejilla. -- por qué yo te amo con todo mi ser...sé que soy un idiota por dejarte ir. --

--Fernando ayúdame no te puedo. -- Trataba de sostenerlo, pero era mucho más pesado que ella.

MI CAMINO ERES TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora