56. La razón gana.

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Se acercaba el aniversario de la empresa, era una de las fechas más importantes para Renata por que le encantaba hacerce cargo del evento.
La idea de encargarse este año aún que le gustaba no la entusiasmaba como antes y es que ya nada era como antes, todo había cambiado.

--Necesito que me confirmes la cita con.... ¿Que haces aquí? --

--Necesitamos hablar, eres mi hija. -- Sus palabras reflejaban un profundo dolor.

--Me la confirmas por favor. --

--Si señorita Renata. --Mencionó Gabriela.

--Vamos a mi oficina ahí podremos hablar. -- Paulina asintió.
Al entrar a la oficina Renata tomó haciendo en su silla detrás del escritorio y paulina frente a ella.

--De qué quieres hablar ma.. Paulina. --corrigió.

--Vengo a disculparme de nuevo contigo, se que no debí callar y quizás hasta obligar a Fernando a decirte la verdad... Pero no me correspondia decirlo. -- subió ambos hombros.

-- Discúlpeme Paulina que no entienda que haya preferido a alguien más que a su hija.... Que haya preferido lastimar a esa hija que tanto busco. --Su voz se quebró.

--Yo nunca quise lastimarte, nunca fue esa mi intención... Yo te amo. -- Las lágrimas recorrían el largo de su cara.

--Preferíste a Fernando antes que a mi... Lo elegiste a él. --Le reclamó. -- callar, con ello perdiste la confianza  y el cariño que te tenia. -- En sus palabras solo reflejaba lo mucho que ella necesitaba que le dijera que no era verdad, que no lo habia elegido a él sobre ella.

--No, no me digas eso. --Se acerco. -- Soy tu madre, te guste o no es lo que soy. -- tomo su mano entre las suyas. -- Y jamás lo elegí a él. --

-- Te acepte en mi vida por que te ganaste un lugar en ella ¡en mi corazón! no fuiste sincera conmigo, te perdone, volví a confiar en ti.. y perdiste esa confianza. -- Se levantó de su silla. --Te dije "mamá" -- Llevo sus manos a su rostro limpiando las lágrimas. --Y ni siquiera en ese momento pudiste decírmelo... Y se que no te correspondia a ti decir esa verdad, pero soy tu hija, ¡TU Hija! me lastimaste con tu silencio.... ¿ Así dices que me amas? --Sollozo. --

--Renata no me digas eso. -- mencionó suplicando.

--Valla amor... Si siempre será así, no lo quiero.... --

Paulina se levanto y camino hasta ella. --Mi amor por ti es incondicional.... Durante años todo el mundo quizo que me rindiera, que dejara de luchar por encontrarte.... Que me recignara a que estabas muerta. -- se alejo un poco de ella, tomando su barbilla entre sus manos. -- Y por más que me encontraba con un callejón sin salida, lograba encontrar aunque sea un rallito de luz, eso me permitía hacer mi propio camino, el mismo que me llevó a ti. -- Tomó aire. -- La relación es de dos, no me tocaba y no me toca decir las verdades o las mentiras que tengan en su relación. No lo elegí a él, el dolor de saber que te mintió no sería menos de yo haberte dicho la verdad. --Limpio las lágrimas de Renata. -- Se que tu reacción conmigo hubiera sido la misma por que yo lo sabía antes de conocer que eras mi hija...No habría habido diferencia. Él me lo confió por que somos amigos y así lo fue cuando me lo dijo, como amigos, no como a la madre de la mujer que ama por que no lo sabía. --La miro a los ojos. -- Que más quisiera yo que mantenerte en una borbubita donde nadie pudiera hacerte daño... Pero la vida es así, dolorosa y por más que yo quiera evitarte cualquier dolor.. No puedo. --Suspiro. --Pero lo que si puedo es estar ahí, a tu lado, dándote mi hombro donde puedas llorar... Dándote ese amor que llevo guardando desde hace años. --

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⏰ Última actualización: Mar 01 ⏰

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