Celos ¿el plan perfecto? | Jaemin / Jeno

Nuevo comienzo

Después de que Jaemin prácticamente huyera de mí el viernes por la noche estaba algo insegura sobre como irían las cosas esta semana. Después de que mi cabeza diera vueltas todo el fin de semana sobre qué habría pasado si la madre de Jaemin no hubiera llamado decidí dejar de pensar en ello y concentrarme en estudiar para los exámenes. Finalmente el temido lunes llegó y con ello la hora de enfrentarme a Jaemin de nuevo. Pero eso no era lo único malo de esa semana, el miércoles era el aniversario de la muerte de mi padre y a pesar de no tener demasiados recuerdos suyos era un día bastante triste sobre todo para mi madre.

Los pasillos llenos de gente comenzaron a agobiarme. Encontré a mis amigos en la puerta de nuestra clase y preferí refugiarme en ellos para no pensar en mis problemas. Las clases parecían hacerse eternas y en cierto modo lo agradecí ya que eso retrasaba el momento de reencontrarme con el castaño. Mientras estaba perdida en mis pensamientos vi algo que me dejó descuadrada como poco.

RENJUN

La clase parecía algo aburrida pero no podía saberlo a ciencia cierta ya que apenas estaba atendiendo. Mis ojos se perdían de vez en cuando en el perfecto perfil de Harvy que atendía sentado a mi derecha. La posición de la profesora en la clase me permitía mirarlo sin levantar sospechas y no podía dilucidar si eso era bueno o malo. Me preguntaba si era natural para él ser así de angelical y sexy a la vez o era algo que ensayaba previamente frente al espejo. Parecía imposible que alguien como Harvy se fijara en alguien como yo pero a pesar de ello no paraba de lanzare indirectas cada dos por tres. Pero eso era algo habitual en él, yo no era especial, lo hacía con todos, a veces me preguntaba si tenía algún trauma o complejo que cubrir con esa necesidad de afecto.

La profesora miró hacia nosotros y comencé a sudar frío con miedo de que me preguntara algo y no tener ni idea de lo que estaba hablando. Obligué a mi cerebro a concentrarse en la clase y dejar a un lado pensamientos vacíos que no me llevaban a nada. Intenté descubrir qué es lo que leía la profesora pero era inútil. El cuerpo de Harvy se acercó a mí, su rostro cercano al mío, tanto que sentía su respiración sobre mí. Mi corazón se paró durante unos segundos hasta que descubrí su dedo sobre mi libro indicándome por donde íbamos. Suspiré.

-¿Nervioso por algo?

-No, estoy bien.

-No lo parecía hace unos segundos.

-¿Ahora eres psicólogo?

-Se me da bien leer a las personas, por eso me he dado cuenta de que llevas treinta minutos observando mi perfil.

-¿Eres siempre tan narcisista? ¿Lo practicas o algo?

-Suelo tener razón el noventa y cinco por ciento de las veces.

-¡Wow! estaba convencido de que dirías el cien por cien de las veces, supongo que estaba equivocado contigo.

Se rió por lo bajo de una manera que no debería haberme parecido tan sensual.

-Me pone cuando te vuelves irónico y me hablas así -tragué saliva casi ahogándome con ella.

-No juegues a eso ahora, me estoy cansando.

-No juego, te lo he dicho claramente me pones mucho.

-Estamos en mitad de la clase.

-¿Crees qué eso me impediría algo? Voy a conseguir que caigas por mí como todos.

Y entonces ocurrió lo que nunca imaginé que podría ocurrirle a alguien como yo, la mano de Harvy vagó sobre mi rodilla. La apretó con algo de fuerza y ascendió por mi pierna produciéndome un escalofrío. Su mano era grande, fuerte y sus dedos jugaban conmigo acariciando mi muslo. El calor comenzó a apoderarse de mí y no sabía si podría soportarlo más cuando su mano llegó a mi entrepierna. Sin poder aguantar más y como un acto reflejo levanté la mano en mitad de la clase.