D-Day

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JAEMIN

El temido día había llegado, mi mejor amigo se marchaba. Desde el día de la fiesta comencé a notarlo algo distante y supuse que era porque cada vez quedaba menos para su partida y hoy finalmente el día había llegado.

Todos nos encontrábamos a las puertas de la terminal, la familia de Jeno y la mía hablaban entre ellas y se despedían apenadas. El resto nos despedíamos de Jeno entre abrazos y deseos de que su nueva vida fuera próspera. Todos estábamos allí, todos excepto Haneul. Anoche hablé con ella y me dijo que era mejor para Jeno el que ella no estuviera hoy con nosotros. No entendí bien a qué se refería pero la mirada de Jeno vagando de una punta a otra me decía que él tenía la esperanza de que ella apareciera. Me acerqué y después de mirarnos unos segundos ambos sonreímos.

-Quiero que me llames a menudo y me cuentes todo sobre ese nuevo instituto.

-Serás el primero en saber cada novedad.

-Esto no será lo mismo sin ti.

-Eso espero -ambos volvimos a sonreír -quería darte las gracias, tú siempre has estado a mi lado y me has hecho mejor persona, no quiero que nuestra amistad acabe aquí. Prométemelo.

Las lágrimas amenazaban con recorrer mis mejillas. ¿Cómo decía que él era mejor persona por mí? Gracias a él soy todo lo que soy hoy.

-Yo debo darte las gracias a ti, siempre estuviste a mi lado en los peores momentos.

-No en todos.

-Ahora lo estás.

-Promete que esto no terminará así. No se qué voy a hacer allí sin ti.

-Te prometo que esto no es el final y te prometo que te va a ir bien. Solo deja muy alto el listón de Seúl -escuché la risa de Jeno y me relajé.

-Gracias, eso es todo lo que necesitaba escuchar.

Unimos nuestros cuerpos en un fuerte abrazo hasta que lo escuché suspirar y supe que se estaba poniendo sentimental. Me separé de él y le volví a sonreír. Se acercó a mis padres y los abrazó, despidiéndose también de ellos.

Lo vimos desaparecer en la puerta de embarque a lo lejos y entonces supe que una parte de mi vida se estaba alejando sin poder evitarlo. Mi cuerpo se sentía vacío y solo podía pensar en un abrazo de Haneul y descansar en sus brazos como remedio para aliviar esta opresión en mi pecho.

 HANEUL

Mi pierna se movía nerviosa. Esta era la cuarta vez en media hora que me levantaba y volvía a sentarme en mi cama. Mi teléfono descansaba a mi lado y mi corazón dolía por no haber ido a ese aeropuerto. Tomé mi teléfono y escribí un mensaje: Siento no haber ido a despedirme pero supuse que sería más fácil para ambos si no iba. Siento haberte hecho daño y de corazón espero que te vaya bien y sigamos siendo amigos. Una lágrima mojó mi cama.

La puerta de mi casa sonó y a los dos minutos Doyeon se asomaba en mi dormitorio. Se acercó a mí y me abrazó.

-Se que esto debe ser difícil para ti, aunque sinceramente pensé que irías al aeropuerto.

-Iba a ir pero después de lo que pasó el otro día creí que era mejor evitar más dramas.

-¿Qué se supone que pasó el otro día? -negué con la cabeza -vas a contármelo de una vez.

-Él me besó. Jeno me besó.

-¡¿QUÉ?!

-Estábamos juntos en la habitación de Jaemin y me pidió que lo besara como regalo de despedida.

Celos ¿el plan perfecto? | Jaemin / JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora