Epílogo

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Cuatro años después

Desperté entre los brazos de Jaemin sintiendo el calor de su cuerpo contra el mío. Mi cabeza descansaba en su pecho y cuando intenté incorporarme él simplemente gimoteó y giró su cuerpo dándome la espalda. Sonreí observando su cuerpo desnudo envuelto entre las sábanas. Salí de la cama y busqué mi ropa interior por el suelo, encontrando mis bragas al lado de la camiseta de mi novio. Me puse ambas prendas y salí dispuesta a preparar el desayuno para ambos. Miré de un lado a otro y no había rastro de Jeno por ninguna parte. Su cama parecía perfectamente hecha y supuse que ya había salido.

Cuando ingresamos en la universidad hace algo más de dos años Jeno volvió a Seúl. Jaemin y él alquilaron juntos este pequeño apartamento de dos habitaciones cerca de la facultad. Yo me quedé viviendo con mi madre pero a pesar de ello pasaba mucho tiempo en este piso. Al principio era difícil para Jeno verme tanto por aquí con Jaemin pero un año después de iniciar la carrera, en las primeras vacaciones de verano el pelinegro encontró novia. Se le veía feliz junto a Yeeun y eso me hizo feliz a mí.

Jaemin consiguió su beca deportiva y ahora estaba cada vez más cerca de su sueño. Mientras tanto yo estaba estudiando una carrera de idiomas que me abriría muchas puertas en el futuro. Todos éramos felices ahora. Renjun lleva dos años viviendo en Inglaterra estudiando en la universidad con una beca y compartiendo piso con Harvy. Y en cuanto a Doyeon está feliz con su carrera de diseño y su novio Haechan.

Coloqué los ingredientes en la encimera y encendí la cafetera. Comencé a preparar los huevos en la sartén mientras cantaba lo primero que sonaba en mi lista de reproducción. Unos brazos me abrazaron por la espalda sobresaltándome. Reconocí de inmediato las suaves manos de Jaemin y su respiración mientras besaba mi cuello.

-Estás muy sexy cuando te pones mi ropa.

-Sé que te encanta.

-Me gustas más sin ella.

-Oh no, no empieces. Estoy preparando el desayuno. Tenemos que estar listos en dos horas y aún no hemos preparado las maletas.

-Tenemos tiempo.

Sus brazos me aprisionaron más fuerte apegándome a su cuerpo. Comenzó a mover sus caderas contra mi culo haciéndome notar su erección. Gemí y empecé a seguir su ritmo. Sus manos se colaron en mi camiseta alcanzando uno de mis pechos. Eché mi cabeza hacia atrás y Jaemin comenzó a dejar chupones en él. Mis jadeos llenaban la pequeña cocina y su boca dejaba marcas en mi cuello y mi clavícula. Me dio la vuelta y me besó profundo y lento. Sus manos vagaban por mi cuerpo y las mías recorrían su pecho desnudo. Me alzó haciendo que mis piernas lo rodearan y me llevó hasta la mesa de comedor. Me sentó en el borde y acarició mis muslos que lo acercaron a mí. Mis manos se colaron en la única prenda que vestía y apretaron su culo haciéndole jadear.

-Espera, ¿y si viene Jeno?

-No sería la primera vez -me sonrió-. Aunque puedo parar si quieres.

Mientras hablaba comenzó a embestirme rozando nuestras entrepiernas haciéndome gemir mientras mi cabeza se echaba hacia atrás.

-Tomaré eso como un no.

Su boca besó mi cuello y su lengua lo recorrió lentamente de arriba a abajo, delineándolo. Sus manos me tumbaron en la mesa y se colaron por debajo de "mi" camiseta acariciándome. Después la sacó de mí sin cuidado dejándome desnuda ante él. Su boca besó mis pechos y bajó por mi estómago hasta mi ombligo. Mis piernas se afianzaron anclándose sobre la mesa y la cabeza de Jaemin se perdió entre ellas. Deslizó su lengua por la cara interna de mis muslos haciendo que jadeara y acto seguido me despojó de mi ropa interior. Me incorporé en la mesa y cuando fui a bajar sus bóxers me sujetó y me posicionó con mi pecho pegado a la mesa y mis piernas abiertas de pie en el suelo frío de la cocina. Giré mi cabeza y vi como él mismo se bajaba su ropa interior dejándola olvidada en una esquina de la cocina. Siento su mano recorriendo mi espalda provocándome un escalofrío y luego siento como empuja su cadera contra mí sin llegar a penetrarme. Somos un desastre de jadeos y gemidos cuando Jaemin toma mis manos y las retiene por encima de mi cabeza. Finalmente Jaemin entra en mí de una sola estocada que me hace gemir.

-Ah... hazlo de nuevo, por favor -El castaño se retira y vuelve a embestirme esta vez más profundo haciéndome volver a gemir.

Sus manos sueltan las mías y se aferran a mi cadera mientras entra y sale de mí con un ritmo desesperado. Mis manos se han aferrado a los bordes de la mesa buscando algo a lo que anclarme, la mesa ya no está fría, ahora siento que arde bajo de mí.

-Jaemin... más -gimo desesperada mientras siento los dedos de mi novio dejando marcas en mi blanquecina piel.

Jaemin se pega a mi cuerpo y besa el hueco de mi cuello, sus embestidas son potentes y certeras llevándome al límite.

-A-ah... Jaemin ya casi... -Mi límite estaba cerca y entonces después de un par de embestidas y con mi respiración entrecortada llego al final casi al mismo tiempo que Jaemin se corre en mi interior dejando una sensación cálida entre mis muslos.

Apoya su cabeza sobre mi espalda mientras ambos intentamos normalizar nuestras respiraciones agitadas. Escucho el sonido del teléfono móvil proveniente de la encimera de la cocina.

-Seguro que es Doyeon, tengo que cogerlo.

Jaemin salió de mí dejándome un doloroso vacío. Comenzó a buscar su ropa interior mientras yo corría desnuda buscando mi teléfono. Respondí mientras mi novio me lanzaba su camiseta para que me cubriera. Como si estuviera haciendo malabares conseguí ponérmela y seguí hablando con una enfadada Doyeon al otro lado de la línea.

-Jeno dice que lleva media hora intentando contactar con Jaemin. Vamos a llegar tarde a coger el tren así que dile a tu querido novio que guarde su pene en sus pantalones. En media hora Haechan y yo estamos en el piso para recogeros y más os vale estar listos -una pequeña risa se escapó de mis labios.

-Sí señora, a sus órdenes.

-Hablo en serio, le cortaré las pelotas a tu novio si llegamos tarde.

La llamada se cortó y miré a Jaemin sonriendo. Miré el reloj, en apenas media hora estarían aquí y ni siquiera nos habíamos duchado.

-Doyeon y Haechan estarán aquí en media hora y por el bien de tu entrepierna más nos vale estar listos. Ya sabes como es Doyeon cuando se enfada.

Jaemin se metió en la ducha mientras yo adecentaba la habitación y preparaba nuestro equipaje. Durante el año pasado todos ahorramos para este verano poder irnos a unas merecidas vacaciones. Todos coincidimos que sería divertido volver a Busan después de todo este tiempo así que alquilamos la misma casa en la que Jaemin y Jeno pasaron el verano hace ya más de cuatro años. El tren salía en menos de dos horas y aún debíamos ir al aeropuerto a recoger a Renjun y Harvy que por supuesto estuvieron más que encantados de unirse.

Jaemin salió de la ducha completamente vestido y yo corrí a hacer lo mismo. Ni siquiera se como conseguimos estar completamente listos para cuando Doyeon llamó al timbre. Ya en el aeropuerto Renjun corrió a abrazarnos, ambos se veían felices y si mi amigo lo era yo lo era también. Realmente hacían una bonita pareja.

Una vez en el tren observé a todos nuestros amigos que reían y charlaban felices. Todos lo éramos ahora. Sonreí feliz de ver que todos seguíamos unidos y podía decir con certeza que éramos como una familia. Se que mi padre estará tranquilo al saber que soy feliz y que tengo una bonita familia que me protege.

Miré la cruz que colgaba del cuello de Jaemin y acaricié la mía. El destino puede llegar a ser un poco cruel algunas veces pero la vida es dolor, amor, alegría, sufrimiento. La vida se compone de todos ellos, de altos y bajos y si consigues superarlos quizás puedas llegar a ser tan feliz como yo lo soy ahora. Tomé la mano de Jaemin y me apoyé en su hombro. Las cosas que más queremos son por las que más hay que luchar y yo puedo decir que luché por este amor.

El destino tiene una forma cruel de jugar con nosotros, pero no todo es obra del destino. Quién me iba a decir a mí hace cinco años que ahora estaría acurrucada con Jaemin, perdidamente enamorada de él y con Jeno riendo feliz a nuestro lado. Quién me diría que lloraría por dos mejores amigos, que por mi culpa casi se rompe una amistad pero que gracias a mí se ha hecho más fuerte. La vida son altos y bajos y solo queda esperar a ver que tiene el destino preparado para ti.

Y así es como termina esta historia de amor, traición y secretos. Termina una historia y comienza otra porque así funciona la vida, aún cuando las luces se apagan otras se encienden, aún cuando la oscuridad parece cegarnos siempre encontramos una luz de esperanza, eso es lo que Haneul logró, encontró una luz en su oscuridad y aunque nunca lo admitiera su plan no fue perfecto pero le dio lo que necesitaba.

Celos ¿el plan perfecto? | Jaemin / JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora