Heartbreak Hotel // YM

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- No puedo creer que te hayan echado de la universidad. El abuelo no estará para nada feliz.

Taehyung limpia el polvo que cubre una de las pocas mesas que habían decorado el lugar y se recarga contra esta. Cruza una pierna delante de la otra y revisa sus uñas.

- Padre no va a estar contento con lo que mamá y tú acaban de hacer, Jimin. Ya quiero ver su reacción, no está nada feliz contigo.

Jungkook juzga el lugar con la mirada y hace compañía a Taehyung, tomando asiento en una silla vieja que iba a juego con la mesa.

Esos dos siempre han sido inseparables, desde que Jimin tiene uso de razón, Jungkook y Taehyung siempre van juntos a todos lados y juzgan a la misma gente. Hacen absolutamente todo juntos.

Jimin no los odia ni ellos realmente a Jimin. Simplemente... es su forma de demostrar amor, a diferencia de sus otros hermanos.

Los Park eran una familia grande, empezando por los padres y el hijo mayor: Park Taeyang.

Luego seguía Taemin, Baekhyun, Taehyung apenas un año más grande que Jimin y Jungkook. Estos dos últimos fueron compañeros de vientre por los nueve meses de embarazo, sin ser gemelos.

A la cima de la familia estaban sus abuelos de ambas partes, maternos y paternos. Juntos habían fundado una famosa compañía chocolatera y terminaron formando una gran familia en el momento en que sus respectivos hijos se casaron, dando vida a los chicos Park.

Y aunque a veces Jungkook y Taehyung fueran despiadados con Jimin, eran los tres más unidos. Por eso estaban en aquel lugar haciendo compañía a Jimin en esta locura.

Había sido en la noche en que Jimin se la pasó en la fuente de sodas tomando malteadas y adueñándose de la rockola que pensó en su futuro. Su abuelo no lo querría en la industria chocolatera, ahora debía formar su propio legado, con el posible dinero de su madre quien más lo apoyaba.

Fue de camino a casa que vio el hotel viejo del señor Bernard. Hace mucho no estaba en funcionamiento y como por arte del destino, Heartbreak Hotel comenzó a sonar en la radio.

Fue cuestión de una semana en la que Jimin convenció a su madre de comprar para él el hotel del viejo Bernard, y luego convencer al viejo de ponerlo a la venta. Para el siguiente fin de semana Jimin ya era dueño de un hotel viejo que se caía por la falta de mantenimiento.

Era bonito, si hubiera sido bien cuidado.

Al entrar lo primero que veías era una recepción, que entre el polvo y los objetos viejos, parecía que fue bonita y acogedora. Al final una puerta hacia la parte trasera.

Si girabas a la izquierda te encontrabas un pasillo, de un lado tres habitaciones y la escalera, del otro lado la cafetería seguida de dos habitaciones. Si subías la escalera encontrabas otro pasillo con cuatro habitaciones de cada lado. Al final del pasillo había un cuadro demasiado viejo para darle forma.

Volvías a la recepción, ahora vamos a la derecha, la primer puerta es un salón con tamaño suficiente para una fiesta de al menos cincuenta invitados, le seguían dos habitaciones. Del lado opuesto del pasillo tres habitaciones y unas escaleras. La parte de arriba era exactamente igual, un pasillo, cuatro habitaciones de cada lado y un cuadro feo.

Todo lleno de polvo, un par de ratas muertas, sabanas sucias, todo un desastre. La madre de Jimin le dijo muy claro "a partir de aquí, tú debes sacar adelante este lugar. No te ayudaré con más".

Había mucho trabajo por hacer, empezando por las ratas.

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Les dejé un boceto del hotel viejito en multimedia.