Atsushi observó como Dazai tomaba asiento junto al maniquí, soltó un suspiro y empezó su relato.
–Sé que a tus ojos debo verme como un loco. No te culpo. Yo mismo me sorprendí al notar el amor que Chuuya despertó en mí. ¿Quién lo diría? Yo enamorado de un enano mal encarado que me odia y a la menor oportunidad no dudará en acabar conmigo. Es trágico. Somos como Romeo y Julieta. Polos opuestos que pertenecemos a diferentes familias. Atsushi-kun, ¿no crees que esto es la cosa más romántica? Ni siquiera la celebre belleza de Julieta puede opacar la de Chuuya, nadie es más hermoso que él, con ese hermoso cabello de fuego y esos ojos azules...
El monólogo del castaño era digno de una puesta teatral de muy mal gusto, pero nada podía hacer el peliblanco para dejar de escuchar esa sarta de tonterias, seguía atado y amordazado.
–Tal vez te preguntes por qué te cuento todo esto. Siendo sincero, tampoco lo sé –el ojicafé hizo una pausa para cerrar los ojos y meditar mientras jugaba con el cuchillo entre sus dedos–. Supongo que todo súper villano necesita un compinche y a falta de uno, tú lo serás.
Oficial. Dazai estaba demente y él, Atsushi Nakajima, sería arrastrado a sus macabros planes, quisiera o no.
–Veo en tus ojos la confusión, pero cuando sepas todo entenderás. Empecemos por el principio. ¿Te gustan las historias? Estoy seguro que ésta nunca la has escuchado.
«Había una vez un joven príncipe aprisionado por un grupo de brujas que lo encerraron en un castillo con tal de que nadie conociera su existencia, pero como suele ocurrir, de alguna manera los rumores sobre él se extendieron. Entonces aparecieron varios caballeros queriendo reclamar semejante tesoro. Uno de ellos quiso raptarlo y estuvo apunto de lograrlo, pero en el camino algo salió muy mal y el principito escapó, termino refugiándose con los inútiles aldeanos, quienes al notar su alcurnia se aprovecharon de él para protegerse de sus enemigos. Con el tiempo, un monstruo con forma humana apareció en escena, encontró al joven al mismo tiempo que el primer secuestrador, ambos empezaron una batalla fiera para obtener al chico, quien enojado decidió pelear por si mismo para mantenerse a salvo. Nunca lo supo, pero a partir de ese momento flechó a la criatura, un ser indigno de semejante hermosura.
El ser aberrante sabía que el apuesto niño jamás aceptaría quedarse a su lado por las buenas, después de todo, ¿quién en su sano juicio escogería al fenómeno? Sin embargo, la palabra "no" era inexistente en su vocabulario, así que urdió un plan para engañarlo y tenerlo a su lado, vigilado, alejado de todos aquellos asquerosos interesados. Esta vez la nueva torre sería completamente inexpugnable. Por su parte, papá monstruo aprobó la unión y gustoso dio su bendición para unir al príncipe y la bestia... Tal vez el beso del amor verdadero podría volverlo humano.
Pero el cuento dio un giro inesperado.
La fiera no sabía manejar las pocas emociones que poseía, por la tanto fue incapaz de afrontar el dolor de perder al único humano que lo aceptó siendo tan brutal como era; en medio de su luto abandonó su escondite y se fue, dejando atrás todo, incluido al bello hombre que podía romper su maldición...»
En algún momento del cuento, el castaño fue a la cocina y regresó con un vaso de whisky, al terminar de hablar se acabó de un trago el contenido y guardo silencio, completamente perdido en sus pensamientos. Incluso parecía haberse olvidado del pobre adolescente que secuestró horas atrás; a pesar de esa distracción, el peliblanco no se atrevió a intentar escapar, instintivamente sabía que hacerlo era una mala idea. Un pequeño ruido hizo que volviera su atención al mayor, el cual tomo de la cama la caja de madera labrada y sacó una foto antes de continuar su historia.
«Al marcharse dio todo por perdido, pero a pesar de eso emprendió un nuevo camino que lo llevó a visitar hermosas colinas y pastos frescos; encontró una nueva guarida donde refugiarse. Cuando alcanzó cierta paz su camino se cruzó con un gato perdido y al tratar de ayudarlo volvió a ver cara a cara al Dios que lo cautivó con toda su perfección y resistirse a la verdad fue inútil. Al verlo la criatura sintió latir de nuevo su corazón, los años transcurridos no significaban nada. El sublime esplendor del príncipe lo subyugó una vez más, de forma mucho más devastadora que antes...
Entonces comprendió que todas las cosas hechas en ese lapso de tiempo sólo tenían una finalidad: doblegar al altivo objeto de su amor.
No importaba lo que debiera hacer, el monstruo haría hasta lo inimaginable para recuperar la más preciosa joya que el mundo haya visto. No comerá, no dormirá ni cesará de armar planes con tal de tenerlo en sus brazos. Mentir, manipular o incluso matar a los intrusos es lo de menos. En este mundo sólo importa el príncipe capturado en su torre, con la falsa idea de libertad, que está siendo usado como carnada por sus celadores con el propósito de cazar a la bestia que lo ama y adora.»
Dazai miró nuevamente el papel en sus manos y depósito un beso sobre éste. Algo en ese gesto incomodó al ojicromático. Tal vez era la devoción en su cara o el extraño anhelo en todo su ser mientras observaba al sujeto en la fotografía. Al menos ahora sabía la clase de relación existente entre el mafioso y el detective, un vago consuelo si se comparaba con el tremendo impacto de saber que su modelo a seguir era un lunático.
–Lo irónico de todo el asunto es que gracias a mí la Port Mafia puso sus desagradables garras en Chuuya, él pudo tener un mejor destino al dejar Shipp, pero lo entregué en bandeja de plata a manos de Mori-san, uno de los pocos seres capaces de ponerme en jaque. Él sabe que siento por Chuuya y no ha dudado en usarlo para tentarme. ¿Sabías que me propuso regresar a la Port Mafia sin castigo de por medio? El hecho de que lo enviara como muestra de cooperación para detener a Guild era su manera de amenazarme, si no acepto, el futuro líder de la organización se verá afectado. Soy el único capaz de frenar su habilidad, no hay nadie como yo, y un jefe necesita una mano derecha, ¿quién mejor que el ex prodigio de la mafia para cuidar los intereses de su anterior compañero, al que todos respetan y admiran? Ese maldito cree que voy a caer en la trampa, se fía mucho de la absurda lealtad de mi hermoso pelirrojo, pero le demostraré que él no es una pieza que pueda sacrificar para su conveniencia, lograré sacar a Chuuya de ahí y luego cometeremos suicidio doble... lo que nos lleva de regreso a ti, pequeño Atsushi-kun.
La perorata había terminado y el telón se levantaba, era momento de saber su papel en ese circo creado por su mentor y el jefe de la mafia, sea cual fuera, Atsushi estaba seguro que no le gustaría nada.
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Espero les agrade esta versión deformada de un cuento de hadas. Personalmente es uno de los capítulos que más me ha gustado escribir.
Originalmente se iba a llamar "El Bello y La Bestia", pero me sonó raro al final, así que lo modifique.
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He
FanfictionAtsushi no sabía definir la relación entre Dazai y Chuuya, nada de lo dicho por los demás le convencía, pero unos meses después aprendería que a veces es mejor no meter la nariz dónde no le llaman.