Yoongi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yoongi

Mi teléfono sonó por cuarta vez esta noche, sabía perfectamente quién era, le había dicho que nos encontraríamos hace más de dos horas y yo sigo aquí, con una mujer que simplemente quiere sexo sin importarle que esté saliendo con alguien, era consciente de que lo que estaba haciendo no era lo correcto y si él lo descubría, todo se acabaría, no quería que eso pasara. Pero me era imposible irme ahora sin correr el riesgo de que ella me siguiera hacia donde el me esperaba.

−Tengo que irme, podemos vernos otro día en el mismo lugar de siempre. − intente apartar a aquella mujer de mí, pero ella insistía en pegarse a mi cuerpo y continuar besándome.

−No seas así, habíamos planeado encontrarnos hoy y me cancelaste por preferirlo a él. − sentí como empezaba a tirar de mi camisa y meter sus manos por debajo de esta para acariciar mi pecho.

− ¿Qué esperabas? Él es mi novio después de todo, ya te lo había dicho, él está por encima de todo no importa quien sea. − me costaba trabajo alejarme de ella, había pasado tiempo desde que tuve este tipo de encuentros casuales, deje de hacerlo cuando me enamore de Jimin. Pero últimamente volví a mi rutina anterior, después de que Jimin pasaba casi todo el tiempo practicando, me alegraba que hiciera lo que amaba, pero apenas y podía tener tiempo para nosotros.

Durante una de mis visitas a sus clases de danza, inesperadamente me involucré con una de sus compañeras, desde entonces siempre nos hemos encontrado en diferentes lugares, era sólo sexo sin compromiso y cada vez se volvía más contradictorio para mi hacerlo. Lo disfrutaba, de eso no había duda, pero sabía que le estaba haciendo daño a Jimin.

El teléfono seguía sonando sin parar, esta era la quinta vez que lo hacía, por lo que decidí contestar para ganar algo de tiempo.

−Hola, estoy cerca, ya casi llego. Dame 5 minutos y me encuentro contigo, quédate ahí. − corté la llamada rápidamente para evitar que el escuchara algo raro, no debía hacerlo esperar más o no me lo perdonará.

− ¿Quién es? ¿Tu noviecito de nuevo? − la chica no se separaba ni un milímetro de mi mientras continuaba besándome. −Dijiste que lo abandonarías pronto, deberías terminar con el de una vez para quedarte conmigo. Ese niño ni siquiera puede satisfacerte como lo hago yo todo el tiempo.

−Ya te he dicho que no lo menciones cuando estemos juntos. − respondí mientras le besaba el cuello y volvía a sus labios. −Sabes que nuestro encuentro es casual y él no tiene por qué saberlo. −

−Si, pero debes admitir que yo soy mejor en la cama que él. − la mujer hablaba de manera seductora que era imposible para mí caer ante la tentación, era como una droga que no podrías dejar fácilmente. − Puedo ofrecerte todos los placeres que puedas imaginarte, el sólo puede hacerlo una vez por semana. ¿No me dijiste que siempre responde con un "estoy cansado" o "ahora no, Yoongi"? Tu mi querido hombre, necesitas una mujer que cumpla tus necesidades, no un niño mimado que huye a la primera señal de sexo.

El Asesino de AbraxasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora